Victoria de Marruecos trae aplausos que se escuchan en África y Medio Oriente

Justo después de que Achraf Hakimi metiera un tiro penal en la red en el Education City Stadium en Doha, Qatar, el martes por la noche, coronando una gran sorpresa que convirtió a Marruecos en el primer equipo de mayoría árabe en clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Mundo, un periodista marroquí en la prensa estalló en lágrimas.

Un guardia de seguridad marroquí en el estadio ocultó su rostro entre sus manos. Un estruendo se elevó en Casablanca, en El Cairo, en la ciudad de Gaza, en Argel, en Riyadh, en Sana, en París, en Turín, y hasta en Madrid, la capital del país que se suponía iba a ganar no sólo este partido, sino tal vez incluso el mundial.

Pero fue Marruecos quien ganó en cambio, enviando a millones de marroquíes en casa y en la diáspora global a un frenesí de gritos, toque de trompetas y ondeo de banderas. Sus gritos de alegría se vieron amplificados por los de los árabes de Medio Oriente y más allá, cuya solidaridad panárabe, aunque a veces ausente o silenciada cuando se trata de asuntos políticos, ha prosperado en una serie de sorprendentes victorias de equipos de Medio Oriente en este torneo.

 El miércoles por la mañana, después de haber estado de fiesta toda la noche, los marroquíes de Casablanca seguían felicitándose unos a otros.

“Mi alegría es indescriptible”, dijo Zoubida Boutaleb, de 40 años, profesional de las comunicaciones en Casablanca y aficionado al fútbol desde hace mucho tiempo. "¡Todavía estoy en las nubes!"