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Tercer Tiempo: Reflexionemos...

Hay cosas que uno se imaginaba antes del inicio del partido

Luis Miguel Rodríguez Cruz

sábado, 24 octubre 2020 | 21:40

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Bueno, dos circunstancias no comunes para el partido: Bravos con ausencias obligadas pero… no se vio tan mal. Y la otra: Tigres no anduvo tan incisivo durante los primeros 45 minutos. Hay cosas que uno se imaginaba antes del inicio del partido, como por ejemplo que los Tigres, con su plantel (aunque también con ausencias) y poderío, no tendrían piedad de los Bravos. Digamos que los de Juárez trataron de hacerle algo espeso el partido a los locales que más bien anduvieron algo idos, no tanto porque Bravos los estuvieran contrarrestando. Bravos trató de construir algo de juego y medio le empezaba a salir, pero las ausencias y la inercia muy negativa en su accionar no les permitieron carburar demasiado. Hay una máxima: cuando algo tiende a fallar, falla. 

Y eso se reflejó con Velázquez cuando le alteró la circunstancia a Palos en el gol que puso en ventaja a Tigres. Y bueno… Tigres es un equipo que no perdona. Cierto es que Bravos por momentos salió respondón y, poco a poco, también trató de urdir su juego con ciertos buenos modos. Pero no le alcanza, no tiene suficiente plantel; tiene jugadores cumplidores en algunas funciones, pero le falta mucho talento, requiere mucho talento. Directiva: no pueden dejar caer a este equipo, pues Bravos, aunque sin tanta historia, tiene buena identidad con Juárez, que sueña con tener protagonismo en el futbol de primera división. La gente merece tener un equipo protagonista.

El gol de Bravos llegó cuando menos lo imaginábamos, y menos ante este rival que es un peso pesado, el otro candidato al título junto con León. Y Bravos pudo ganar también. Del partido que menos pensamos, Bravos salió bien librado. Al final cualquiera podría haber ganado. El día que Bravos tuvo varias ausencias, le sacó un punto al poderoso Tigres. No neguemos una cosa: Tigres no fue la fiera de otros partidos. Parece que se dieron un respiro a sí mismos tras una racha de aplanadora que venían cimentando.

Tigres tiene algo envidiable: el Tuca, que exige a sus jugadores diariamente como si nunca hubieran ganado nada, como si nunca hubieran sido protagonistas, como si fueran jóvenes futbolistas que apenas están aprendiendo conceptos. Eso, queridos lectores, se llama mejora continua, y el Ricardo Ferretti, lo aplica tremendamente bien. Todo jugador que llega y se queda mucho tiempo en Tigres sabe que ahí los únicos dedos que truenan son los del Tuca, no los de los jugadores. En ese equipo primero se van los jugadores antes que el entrenador, cosa que no sucede en ningún otro club del futbol mexicano. ¿Por qué no hacer algo similar con Caballero? Que se mantenga y se le mejore el equipo. Hace unas semanas escribí que la solución era despedirlo, pero parece que con ese plantel ni Guardiola daría el ancho.

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