Deportes

Rayados cobraron venganza contra Tigres

Monterrey ganó su cuarta Concachampions en Clásico Regiomontano

Reforma

jueves, 02 mayo 2019 | 06:00

Tan sólo pasaron 1 año y 4 meses, para que Rayados pudiera cobrar venganza de lo ocurrido el 10 diciembre del 2017 y llenar de alegría a sus seguidores que estaban heridos.

Aquella noche triste para Rayados fue vengada por varios de los mismos hombres que la sufrieron en el Apertura 2017 de la Liga MX, al empatar 1-1 (2-1 Global) e imponerse a los Tigres, en un Estadio BBVA Bancomer que vivió quizá la noche más feliz desde su inauguración en agosto del 2015.

Y Rayados se coronó con el sello de Diego Alonso, echado atrás, pero con un final feliz.

A diferencia de tantos juegos anteriores en los que fue criticado por su estilo de conservar ventajas, ahora no le sacaron el juego, pese a que André-Pierre Gignac, a quien Ricardo Ferretti lo desperdició el primer tiempo en la banca, le puso emoción con un golazo de tijera al minuto 84'.

Pero Rayados era, a su estilo, amo y señor del juego gracias al nuevo santo que la afición albiazul tiene, "San Nicolás", Sánchez, quien cobró magistralmente un penal engañando a Nahuel Guzmán, al 25'.

Ahí, la tropa de Alonso tomó la fuerza que quizá hace año y medio los dirigidos de Antonio Mohamed no tuvieron en la primera Final Regia de la historia.

Ese penal fue sobre Rodolfo Pizarro, en una de las tantas diabluras y genialidades que sacaron de quicio a los felinos, tal y como lo hizo vestido de rayas rojas para ganarle como Chiva una Liga MX a Tigres en el Clausura 2017.

El destino fue exacto con La Pandilla, pues regresaron al trono de la Concacaf un 1 de mayo, como cuando en ese mismo día, pero hace seis años, lograron el tricampeonato de la Concacaf en una heroica remontada ante el Santos, en el ya derrumbado Estadio Tecnológico.

Y fue su quinto título internacional, tras ganar la Recopa de Concacaf 1993 y las Liga de Campeones Concacaf 2010-2011, 2011-2012, 2012-2013, lo que lo confirma no sólo como el más internacional de Nuevo León, sino como un gigante de la zona.

Así se acabaron los mitos de fantasmas o de la gallina enterrada en el Gigante de Acero, que se tapizó de miles de banderas y de 53 mil aficionados que tomaron su propia revancha ante la hinchada contraria, esa que por casi y año y medio les cantaba el lema "en tu casa y con tu gente".

Pero había que poner algo de drama a la velada.

Al minuto 55 Gignac con un cabezazo que Marcelo Barovero evitó que fuera gol, demostró que fue un error de Ricardo Ferretti no haberlo mandado de inicio en lugar de Jürgen Damm, inofensivo por las bandas.

Luego Alonso echó para atrás al equipo, cuando al 60', con media hora por jugarse, sacó a un ofensivo como lo es Avilés Hurtado para ingresar al defensa César Montes, por lo que Tigres se lanzó aún más al frente, aunque sin ideas claras.

A Rogelio Funes Mori se le negó uno de esos golazos que ha marcado principalmente en el Gigante de Acero, cuando al 69' clareó a Nahuel Guzmán, pero el balón se estrelló en el travesaño y luego Jesús Gallardo no aprovechó en el contrarremate.

Al 75' el histórico Dorlan Pabon amenazó también con un potente disparo sólo ante el arco, pero que desvió Guzmán.

Tigres terminó encima, pero estaba una zaga Rayada crecida y decidida a no sufrir una humillación más en su casa.

La gente hizo lo suyo en las tribunas y fue factor impulsando y con una amplia conexión con sus jugadores y cuerpo técnico.

Por eso Alonso al final del juego corrió a la tribuna para festejar con la afición, y hacer la seña de que el título se ganó "con huevos".

Mientras tanto los jugadores rayados se abrazaban y brincaban; la venganza estaba consumada.

Desde esta noche la historia del Clásico Regiomontano tiene una nueva fecha memorable, el 1 de mayo del 2019, el cual será recordado como el día en que los Rayados cobraron venganza de su acérrimo rival para ganar un cetro internacional más.

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