Planeó ir al Mundial junto a su padre, pero murió en febrero; estará en la final en su honor

Ciudad de México— Michel Noel Dumas ha estado en cada partido de su amado México y en casi todos los de su natal Francia en el Mundial. Su nombre luce en la playera de local de la Selección francesa, con el 70 en el dorsal, y esa no será la excepción mañana en la Final frente a Argentina.

El asunto es que Michel no fue a Qatar.

El también ex catedrático de la UNAM murió el pasado 5 de febrero en la Ciudad de México.

Había planeado con su hijo Thierry el viaje a su primera Copa del Mundo, cuando el cáncer de pulmón lo alcanzó. Ya no llegó físicamente, pero sí en espíritu porque Thierry viajó al torneo y ha acudido a casi todos los juegos, como lo habría hecho con su padre, en forma de homenaje a su memoria. La Final será una especie de liberación.

"Va a ser muy emotivo. Ganen o pierdan le voy a llorar, es que no lo puedo evitar, es la emoción del momento.

"Voy a pensar en él y a decirle 'gracias papá por todo lo que hiciste por mí, por todo el apoyo, por todo el cariño'", comentó a CANCHA.

Michel llegó a México en 1982. El viaje de placer no tuvo boleto de regreso. Se enamoró del País. Dio clases de francés en la UNAM. Se casó con Cecilia Cueto Perdomo. Ocho años después, nació Thierry en la CDMX.

Padre e hijo tenían como ritual ver cada juego del Tri y Les Bleus. Acudieron a partidos de la Euro 2016, entonando desde el alma La Marsellesa.

El pasado primero de enero, Michel avisó de su enfermedad. El adiós llegó 35 días después. Thierry entonces se prometió ir a Qatar y tratar de acudir a todos los duelos de México y Francia, un desafío aún mayor porque jugaban el mismo día.

"Me nace esa idea de cumplir ese sueño, venir al Mundial a apoyar a las dos Selecciones. Lo llevo conmigo, le hice una camiseta con su nombre, Michel, con el número 70 que es la edad que tenía cuando falleció, para rendirle homenaje, para sentir que siempre va conmigo.

"La gente me decía 'estás loco' porque había una hora de diferencia entre los partidos de México y los de Francia, pero pues así fue la cosa, fui al de Polonia, traía mi traje de azteca, mi sombrero de charro, acabando el partido salí corriendo a tomar un Uber, corrí al otro estadio, me perdí el himno, pero estuve para apoyar", contó.

Acudió a los tres juegos del Tri y lleva cinco de los seis de Francia.

En la zona de la Corniche, frente al emblemático reloj que da la espalda al Golfo Pérsico, Thierry cuenta las horas para la Final del Mundial.

"Sí hay como esa tensión, creo que cuando acabe me voy a sentir liberado totalmente, de una u otra manera, porque si llegan a perder, igual llegamos hasta aquí, igual hubiera sido un bonito regalo para él.

"Y si nos la llevamos se la voy a dedicar. Le voy a dedicar este viaje, esta experiencia, como si él hubiera estado conmigo, cantando La Marsellesa al lado, viéndolo juntos, como solíamos hacer", remató Thierry.