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viernes, 10 mayo 2019 | 21:08
Guadalajara, Jalisco— Un silbatazo da inicio al partido y a la plegaria de una madre desde el sillón de su casa.
Cuando Margarita Palazuelos se enteró que su único hijo sería árbitro, lo tomó con humor y desde en entonces no se pierde un solo partido en el que participe el mundialista César Arturo Ramos.
“Pues nomás me la van a estar rayando, le decía riéndome. ‘No, mami, no hagas caso de eso’. Le dije: ‘No les voy a hacer caso, nomas los voy a oír’”, recordó, entre risas.
“Pero diles que una adelante. ‘Mami, pero no saben qué quiere decir eso’. ‘¡Pero yo sí! Tú nomás diles eso’. Ahorita los dejo que comenten, ya me hice a la idea de que el arbitraje es muy, ¿qué será? pesado...”.
La magistrada de Sinaloa apoyó la decisión de su hijo y sólo le pidió algo a cambio.
“Se fue cuando tenía 18 años. El arbitraje se acaba y le dije: ‘Quiero que me hagas una carrera’. Y me lo trajo (el título). Sí me cumplió”.
Aceptar cualquier invitación de fin de semana está condicionada a que no coincida con los partidos de César. Cuenta que es muy querido en Culiacán y la gente en la calle le pregunta por él.
“Una vez, una amiga vino a buscarme y estaba preguntando donde vivía la licenciada Palazuelos. Le dijeron que no me conocían y otro dijo: ‘¿Cómo no? Es la mamá del árbitro’. ¡Ah, mira! Ya no soy la licenciada Palazuelos, ahora soy la mamá del árbitro”, relató.
"Yo nomás le mando mis bendiciones. Estoy: 'Ay, Señor, protégemelo y cuídamelo. Ayúdalo a que no cometa errores, que pite bien'. Ahí estoy pidiéndole a Dios. Tengo una oración que se llama La Oración de una Madre y pido por él".
Al escuchar alguna crítica hacia su hijo, ella la cambia por buenos deseos.
“Ya se me resbala. ¿Qué puedo hacer? Nada, nomás que Dios me los bendiga y a mi hijo, que no me lo desampare. No toman en cuenta que son hijos o padres. La euforia del juego los pone así y lo que se están jugando, hasta cierto punto es normal, pero yo les diría que le piensen bien al ofender a la gente, todos somos humanos y deben respetar”.
“Si hubiera sabido que iba a tener un hijo así, como es, muy buen muchachito... ¡hasta me hubiera echado cinco hijos más!”, bromeó la orgullosa madre.
Margarita Palazuelos vive en Culiacán y trabaja como Magistrado.
Así lo dijo:
“En un día de las madres, tenía como unos 8 años mi hijo, fui a misa y cuando regresé me había hecho un corazón que decía: 'Mami, te amo' y le puso 50 pesos. Sentí tan bonito. El primer dinero que ganó del arbitraje me lo dio y me dijo: ‘Ten, mami, esto me pagaron’. Eran 500 pesos y hasta la fecha siempre me ayuda”.
“Cuando estaba en primer año le hicieron una prueba de qué quería ser cuando fuera grande y escribió que soldado. Le guardé esa prueba y un día le dije: ‘Mira, niño, aquí tienes tu prueba’. ‘Ah, no’, dice. ‘Ponle que árbitro’. ‘Ya le pusiste que soldado y no le borro nada”.
Margarita Palazuelos
Mamá de César Ramos