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Deportes

El día que Pelé iba a jugar con las Chivas

El equipo cuya política es jugar exclusivamente con futbolistas mexicanos estuvo dispuesto a romper sus reglas para incluirlo en su equipo

Omar Fares
Agencia Reforma

jueves, 29 diciembre 2022 | 13:27

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Guadalajara.- La relación de Edson Arantes Do Nascimento Pelé con Guadalajara quedó para la eternidad. El romance con Pelé comenzó desde la participación de la Selección de Brasil en el Mundial México 70 y a partir de entonces se adoptó a su Rey y Brasil. Y tan fuerte fue la conexión entre Pelé y Guadalajara, que las Chivas, el equipo cuya política es jugar exclusivamente con futbolistas mexicanos estuvo dispuesto a romper sus reglas, al menos en un partido amistoso, para incluirlo en su equipo. 

Uno de los personajes que influyeron de manera determinante para que Pelé tuviera un frecuente contacto con Guadalajara fue Ney Blanco de Oliveira (QEPD), quien había jugado con O´Rei en el Santos FC en la década de los 50, y quien posteriormente llegó a México como refuerzo de lujo del América, pero se identificó más con el Atlas y al retirarse se quedó a radicar en tierras tapatías. 

Por la confianza y amistad que Pelé le tenía a Ney Blanco, lo nombró su representante en México y fue él quien le hizo la invitación para participar en un cuadrangular entre los Gallos Blancos de Jalisco, Leones Negros de la UdeG, Atlas, y Chivas. 

En aquel 1975, Pelé había retornado al futbol para integrarse al Cosmos de Nueva York, en el naciente proyecto del futbol soccer en Estados Unidos. 

El pequeño torneo de exhibición a disputarse en el Estadio Jalisco el 10 de octubre de 1975 y bautizado como Cuadrangular Pelé, tenía establecido en el contrato que Pelé jugaría con los Gallos Blancos en el partido contra el Atlas donde militaban algunas figuras como Osvaldo Castro "Pata" Bendita y Alfredo "Harapos" Morales, entre otros, y si dicho equipo perdía, y del otro lado era Chivas el que avanzaba a la Final, Pelé jugaría con el Rebaño.

Como el cuadrangular se realizaría el mismo día, los partidos se disputarían en dos tiempos de 20 minutos cada uno, y en caso de empate, se definirían en penales. 

Posiblemente, por ser un partido de carácter amistoso, no hubo indignación ni reclamos de la fanaticada de las Chivas por quebrantar su política, y porque a final de cuentas, a Pelé se le podía permitir todo. 

Sin embargo, las Chivas perdieron con los Leones Negros, y los Gallos Blancos de Jalisco  avanzaron a la Final al doblegar al Atlas en serie de penaltis, con un gol del mismísimo Pelé.

Los Gallos Blancos perdieron el juego final, a 60 minutos, y Pelé ya no jugó con las Chivas, que era la gran expectativa. 

El amor eterno de Pelé por Guadalajara 

Brasil aterrizó en México para el Mundial de 1970 desde el 1 de mayo, es decir más de un mes antes de su debut, el 3 de junio, ante Checoslovaquia, en el Estadio Jalisco. 

Antes de arribar a Guadalajara, hizo escala en Guanajuato para hacer una pretemporada de 3 semanas, aislados de aficionados y prensa, que sólo tuvieron acceso a un día, en lo que hoy pudiera conocerse como Día de Medios, además de ingesar a los partidos amistosos. 

A Guadalajara, Brasil y Pelé llegaron hasta el 27 de junio. 

Durante su estancia en Guadalajara en el Mundial México 70, la Selección de Brasil entrenó en las instalaciones del Club Providencia, ubicado sobre la Avenida Mariano Otero y fue ahí en donde el considerado mejor jugador del mundo y entonces bicampeón del mundo, se preparó para su debut el 3 de junio en el Estadio Jalisco para enfrentar a Checoslovaquia. 

Tras el duro entrenamiento, Pelé y Brasil regresaban al hotel de concentración Suites Caribe, en la Avenida López Mateos. En los momentos de descanso, Pelé se recostaba sobre un camastro y se ponía a tocar la guitarra, la cual era de otra de sus pasiones. 

Previo al partido del debut ante Checoslovaquia, se hizo famosa la imagen del Teatro Anda, ubicado en la calle Independencia, con la advertencia de que no trabajarían para estar presentes en el partido. "Hoy no trabajamos porque fuimos a ver a Pelé", se leía en un gran cartel. 

Brasil y Pelé permanecieron en Guadalajara durante toda la fase de grupos, en la cual enfrentaron a la mencionada Checoslovaquia, Inglaterra y Rumania y siguieron ahí en los Cuartos de Final ante Perú, y posteriormente en la Semifinal contra Uruguay, es decir hasta el 17 de junio. 

Antes de irse, el Club Providencia le puso el nombre de Pelé a su Salón de Trofeos, el cual luce una placa con la leyenda: "El Club Providencia FC AC dedica esta cúpula a Edson Arantes Do Nascimento Pelé por su ejemplo a las juventudes del mundo, realizada por José María de Servín. Junio de 1970".

En la cúpula se pintó un mural el cual lleva la firma de Pelé, a la que se agregó el número 1000, en referencia a la cifra de anotaciones que había alcanzado en 1969. 

Pelé y Brasil debían viajar a la Ciudad de México para ganar la Final a Italia, por 4-1, en un abarrotado Estadio Azteca, el 21 de junio. 

Sin embargo, a pesar de que la conquista del tricampeonato de Brasil, y del logro personal de  Pelé, que ganó el trofeo Jules Rimet fue en la Ciudad de México, la conexión de Pelé y Brasil con Guadalajara fue eterna. 

Pelé regresaría a Guadalajara ese mismo año de 1970 en el mes de noviembre. 

Para el 10 de abril de 2008, Pelé pisó nuevamente la cancha del Estadio Jalisco, invitado por el patrocinador de la Copa Libertadores de América, para presenciar el duelo entre las Chivas y el Santos FC, el cual ganó el Rebaño por 3-2, en fase de grupos. 

"Yo siempre he dicho que Pelé tiene tres corazones, uno para su familia, uno para Brasil y el otro para México; yo tengo un corazón mexicano y estoy muy contento de estar aquí", dijo Pelé cuando bajó al campo del Estadio Jalisco para recibir un homenaje, y en el mismo espacio donde él y Brasil cocinaron la magia de aquella Selección que se coronó en México 70.

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