Amargo desenlace

El juarense Bryan González puso a soñar a México con un tercer título mundial de la categoría Sub-17 cuando al minuto 66 anotó de cabeza el gol que le daba la ventaja momentánea a los tricolores, pero el VAR se sacó de la manga una falta dentro del área favorable a Brasil, Kaio Jorge aprovechó para empatar y en tiempo agregado Lázaro anotó el del triunfo 2-1 y así los cariocas ganaron el Mundial 2019 en su propia cancha.

González, así como el también juarense Santiago Muñoz fueron titulares en este partido. El segundo salió de cambio al minuto 76.

Si bien Brasil tuvo las mejores oportunidades de gol en un juego que fue parejo, cerrado, de lucha fuerte en varios sectores de la cancha, fue México el encargado de abrir el marcador y darle un toque de drama al encuentro, recordando el famoso ‘Maracanazo’ de la década de los 50 y la goleada de Alemania a Brasil en las semifinales del 2014, ambos partidos jugados en tierras cariocas.

Cuatro minutos después de haber recibido una dura falta en medio campo, González saltó en el corazón del área grande para rematar un largo centro enviado por Eugenio Pizzuto, conectó el balón y lo mandó hacia la derecha del portero Matheus Donelli, siguió la pelota con la mirada y cuando vio que mecía las redes corrió hacia la banca mexicana para celebrar el gol que olía a título mundial.

Sin embargo, México se tiró atrás a defender la ventaja mínima y a buscar el contragolpe, lo que ocasionó que Brasil tuviera varias oportunidades de gol. En una de esas llegadas y luego de un remate peligroso que pegó en el travesaño, cuando el portero Eduardo García se disponía a realizar el saque de meta, el árbitro paró el juego para consultar con el VAR un posible penalti.

Tras la consulta, el silbante Andris Treimanis, de Letonia, marcó el penal que se encargó de cobrar Kaio Jorge y así empatar el juego.

En tiempo de compensación, cuando todo indicaba que el título se definiría en tiros de penalti, un descuido en la defensa mexicana permitió que Lázaro rematara a placer y venciera a García para el 2-1 definitivo.

Todavía en la última jugada México tuvo una falta a favor, se mandó el centro al área grande, Bryan González remató sin marca, pero el balón salió desviado por el poste izquierdo de Donelli.

Al silbatazo final algunos jugadores mexicanos hicieron fuertes reclamos a Treimanos, mientras que otros no pudieron contener las lágrimas, entre ellos González, quienes tirados sobre el césped no podían dejar de llorar al saber que por una mala decisión arbitral el trofeo de campeones se lo arrebataron de las manos.