El dúo dinámico

Ciudad de México— Las Águilas no pudieron aniquilar a los Santos en la Ronda Divisional por la falta de un ataque terrestre sólido. La historia en el Juego de Campeonato de la Conferencia Nacional ante los Carneros podría ser distinta.

Por necesidad y casi por obra de la casualidad, Los Angeles encontró en C.J. Anderson a otra arma ofensiva al final de la temporada y el corredor ha formado un dúo dinámico por tierra con Todd Gurley, que puede ser la clave para avanzar al Súpertazón LIII.

Después de ser desechado por tres equipos este año, Anderson halló acomodo con el conjunto de Sean McVay, luego de una lesión de Gurley, y corrió para 299 yardas y dos touchdowns en los últimos dos partidos del rol regular, en reemplazo del corredor estelar.

En el duelo de la Ronda Divisional ante los Vaqueros, el campeón del Super Bowl 50 con los Broncos volvió a tomar el protagonismo del juego terrestre de los Carneros, con 23 acarreos, 123 yardas y dos anotaciones. Gurley, quien por segunda campaña consecutiva terminó como líder de la NFL en anotaciones (21), tuvo 16 carreras, buenas para 115 yardas y un touchdown.

“Sólo estoy viejo y gordo”, dijo Anderson, de 27 años, tras la victoria contra Dallas que mandó al conjunto californiano a su primera Final de la NFC desde 2001, cuando aún jugaban en San Luis.

En total, Anderson y Gurley se combinaron para 273 yardas por tierra, la mayor cifra para los Carneros en un encuentro de Playoffs, y de paso, le quitaron presión y un poco de responsabilidad a su joven mariscal, Jared Goff, quien pasó para 186 yardas, su segunda menor cifra en este calendario, sin touchdowns o intercepciones.

El reto será mayor el domingo en el Mercedes-Benz Superdome contra Nueva Orleans, cuya defensiva permitió sólo 80.2 yardas por acarreo, segunda cantidad más baja de la Liga, y a Filadelfia lo limitó a 49 yardas el fin de semana anterior.

Para elogiar a sus jugadores, a McVay le gusta decir que “pusieron el pie en el terreno” y será clave que sus corredores conviertan esta frase en algo literal si quieren avanzar al Gran Juego.

Los Santos presumen a su monstruo de dos cabezas: Alvin Kamara y Mark Ingram, para comandar su ofensiva terrestre, pero los Carneros tienen a Gurley y, ahora, a Anderson, una dupla que puede ser letal.