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Amenaza obesidad a jugadores de la NFL

Los efectos del traumatismo cerebral han atraído gran parte de la atención, pero las enormes ganancias de peso también han dañado la salud de los deportistas jubilados

The New York Times

jueves, 17 enero 2019 | 12:15

Un engañoso flagelo que no tiene nada que ver con los traumatismos en la cabeza está asolando a los jugadores jubilados de la NFL.

En las últimas décadas, el énfasis que se ha dado en la NFL al juego aéreo y a la protección de los mariscales ha inducido a los equipos a armar sus líneas ofensivas y defensivas con hombres cada vez más robustos, muchos de ellos con un peso superior a los 136 kilogramos (300 libras). Pero sus cinturas grandes, alentadas por los entrenadores y que contribuyeron a volver productos multimillonarios a varios jugadores, dejan a muchos de ellos propensos a los problemas de obesidad, publicó The New York Times.

Al jubilarse, a menudo esos corpulentos hombres son incapaces de bajar el peso que necesitaban en sus trabajos. Sin la estructura del equipo ni la guía de sus entrenadores por primera vez en decenios, muchos de ellos pierden la motivación para mantenerse en forma, o ni siquiera pueden intentarlo, debido a que el daño en sus pies, rodillas, espaldas y hombros limita su capacidad de hacer ejercicio.

Es una de las grandes razones por las que, a comparación del resto de los jugadores de futbol americano y de la población general, los exlinieros tienen tasas más altas de hipertensión, obesidad y apnea del sueño, lo cual puede ocasionar fatiga crónica, malos hábitos en la dieta e incluso muerte. Resulta que ganar 25 millones de dólares anuales por bloquear a un mariscal puede colocar a los linieros en la categoría de alto riesgo en muchos de los padecimientos de salud que expertos de salud exhortan a la gente a evitar.

“Los linieros son más corpulentos y, en el mundo actual, debida o indebidamente, se les dice que suban de peso”, dijo Henry Buchwald, especialista en cirugía bariátrica en la Universidad de Minnesota que colabora en la Fundación Living Heart, organización sin fines de lucro que ofrece exámenes médicos gratuitos a exjugadores de la NFL.

La Fundación Living Heart ha revisado a miles de exjugadores desde el 2001. Aproximadamente el 66 por cientos de dichos jugadores —no nada más los linieros— tenían un índice de masa corporal superior a 30, el cual se considera moderadamente obeso. La tercer parte de los que fueron examinados presentaban 35 o más, obesidad significativa.

Los linieros han estado volviéndose más gordos, rápidamente. Entre 1942 y el 2011, en promedio han subido entre 340 y 900 gramos (3/4 de libra y dos libras) al año, más o menos el doble que el promedio de todos los jugadores de la NFL, de acuerdo con estudio del Boletín de Investigaciones sobre Fuerza y Acondicionamiento Físico.

En otro estudio se descubrió que el peso promedio de los linieros ofensivos se disparó 27 por ciento, de 109 kilogramos (240 libras) en los años 70 a 140 kilogramos (315 libras) en los 2000, conforme evolucionó el juego por aire.

Las consecuencias pueden ser nefastas.

Muchos exlinieros dijeron haber abierto los ojos a los peligros de la obesidad cuando el integrante del Salón de la Fama Reggie White murió en el 2004 por arritmia cardiaca. White también tenía apnea del sueño, el trastorno con el que una persona súbitamente deja de respirar y vuelve a hacerlo porque los músculos del cuello presionan las vías respiratorias al dormir.

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