Agencias
2015-07-28Saber elegir las frutas maduras no siempre es fácil, sobre todo si la cáscara o la piel no cambia de color o no se ablanda, tal como le ocurre a la sandía, que aún madura sigue teniendo el mismo color verde y su corteza se mantiene firme y dura. Así que conviene conocer sencillos trucos para poder elegir los ejemplares de frutas más maduros y disfrutar del pleno sabor y aroma de la fruta madura de temporada.
Consejos para seleccionar sandías riquísimas
La sandía es un fruto que crece a finales de primavera y principios de verano, por lo que está en su punto óptimo de sazón durante los meses de verano, e incluso las más tardías maduran durante los primeros días del otoño. Si elegimos la sandía con una sola mancha blanca o verdosa, esto indica que se recogió antes de tiempo y resultará insípida, pues la sandía para que sea de buena calidad ha de recolectarse cuando está totalmente madura.
El truco para elegir una sandía madura, además de que la mancha de la cáscara en contacto con el suelo sea amarillenta, está en darle golpes suaves con los dedos o las palmas de las manos y sentir que suena a "hueco".
También nos aseguraremos que está en perfecto estado si la cáscara de la sandía no tiene cicatrices, magulladuras u otros defectos que hayan podido deteriorar a esta fruta.
Y una vez en el hogar, la sandía se conserva perfectamente durante dos semanas, o incluso más tiempo, si se mantiene en un lugar fresco, seco y sin que le dé directamente el sol. El frío no le va muy bien, por lo que si se guarda en el refrigerador, se ha de sacar unas horas antes de consumirla para que recupere su sabor y su aroma.