Opinion

Ideas de la humanidad

Santiago González
Analista

2018-12-14

No ha existido una idea más dañina a la humanidad que la de “superioridad”. La idea de que una raza es superior a otra, que un pueblo es superior a otro, que un sexo es superior a otro, que la condición económica, académica, política, cultural, te hace superior sobre otras personas ha sido el origen de las más grandes atrocidades de la humanidad.
La superioridad, santidad o potestad de un hombre es algo ficticio, es una idea solamente, alguien en algún momento pensó que era rey, de ahí se inventó toda una genealogía de supuesta línea divina que le daba poder sobre los demás, pero objetivamente todo se sostiene en una ficción que es colectivamente aceptada. Al respecto otra idea surgió en la humanidad como una reflexión ante tanto desatino y exceso, fue la idea de dignidad humana. El que por el solo hecho de ser humanos tenemos desde nuestro nacimiento una condición de igualdad en dignidad y derechos ha sido por otra parte la aspiración más elevada de la humanidad, materialmente no existe, es también una ficción, pero es la idea de mayor beneficio que se ha tenido, es decir, sin importar quien seas, de donde vengas, que pienses, por el solo hecho de nacer tienes ya una dignidad que debe ser respetada por todos los seres humanos, sean ricos o santos o reyes o iluminados, cada persona es igual en dignidad y derechos.
Pero esta idea no nació acabada, tuvo uno de sus inicios en Inglaterra cuando un rey, Ricardo Corazón de León, allá por los años de las cruzadas, estaba enfrascado en sendas guerras contra otros pueblos; para esto exprimía a los nobles de su comarca para sostenerse, hasta que surgió en ellos la idea de que el rey aun fuera nombrado por Dios debía tener un límite, un límite que aseguraba un mínimo de derechos para los gobernados, años después en el nuevo mundo territorio que hoy se conoce como Estados Unidos surge la Declaración de Derechos de Virginia (1776), considerado el primer documento moderno de derechos humanos y cuyo punto central era la libertad e independencia, antecedente de la Constitución de EU (1791) un documento trascendental y de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano del pueblo francés (1789); hasta que al terminar la Segunda Guerra Mundial una humanidad avergonzada y horrorizada de lo que había cometido, redacta y aprueba en París el 10 de diciembre del 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, desde aquel momento y hasta hoy los derechos humanos se han desarrollado en diversas clasificaciones, se han creado cortes y comisiones internacionales, asambleas de naciones, declaraciones, pactos, sistemas interamericanos, europeos y universales de protección, se ha convertido en una de las disciplinas del derecho más complejas y vanguardistas que existen y un punto central en las constituciones de la mayor parte de los estados democráticos del mundo.
Como podemos ver en un sobrevuelo superficial, el camino ha sido largo y difícil para el proyecto más elevado de la humanidad. Dado lo anterior resulta inaceptable que un charlatán como el hombre llamado Ivan Riebeling que dice ser titular del Cuerpo Diplomático Internacional de Derechos Humanos o Coordinador Internacional de Visitadores de Derechos Humanos del Nuevo Orden Mundial, algo que sólo existe en su trasnochada imaginación, diga que es un defensor de derechos humanos, pero aun en nuestra ciudad haya quien se jacte de ser nombrado por este individuo como defensor internacional de derechos humanos, sin tener ni una remota idea en el nublado conocimiento que tienen del tema, el hombre dice estar afiliado a la ONU, ¡hágame usted el favor! Cualquier persona puede y debe ser defensor de derechos humanos, es un apostolado, pero ciertamente esto no significa grabar videos haciendo fanfarronadas y requiere necesariamente conocer y entender básicamente el tema.
Muchos sacrificios y reflexiones han llevado a la mayor parte de las naciones del orbe a comprender que la limitación al poder es la herramienta indispensable para conseguir la paz y felicidad de las personas. En Ciudad Juárez hemos vivido estados de excepción, la militarización, la violación sistemática a derechos humanos, no somos ingenuos sobre el tema; por lo que no nos es permitido aceptar manifestaciones como “los derechos humanos son para los humanos derechos”, “los derechos humanos sólo defienden delincuentes” son de todos y todas sin importar ninguna otra condición que la de ser humano.
Los derechos humanos son una herramienta que nos recuerda insistentemente que en esencia todos somos iguales y que nos merecemos respeto, son aquellos sin los cuales la vida no se puede vivir con dignidad, son la base de la libertad, la justicia, la felicidad y de todos los conceptos a los  que como personas dotadas de razón debemos aspirar. A 70 años de la Declaración Universal, sigamos luchando por una sociedad que defiende, informadamente, la mejor idea que hemos tenido. 

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