Opinion

Libró la cárcel pagando lo defraudado

LA COLUMNA
de El Diario

2018-12-13

•Libró la cárcel pagando lo defraudado

•Tiene su límite en eso de estirar la liga

•Revientan conspiración del PAN y Morena

Redondo, en cuerpo entero, se fue por el abismo uno de los más reconocidos panistas chihuahuitas; exdiputado, exconsejero, excandidato a todo, echado para adelante, Antonio López Sandoval. Empresario.
Fue detenido inicialmente por agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado por un caso de presumible fraude contra un par de hermanos menores de edad. Casi 13 millones de pesos y una polémica mediática que involucró a media sociedad de la ciudad de Chihuahua. ¡Chismes...!, gritó la clase media hacia arriba.
“Toño” López se defendió. Acusó a “intereses políticos” de permanecer atrás de la denuncia y aseguró que aquello pronto sería aclarado y resuelto por completo. Rápidamente limpiaría su nombre.
Pero nada... Fue vinculado a proceso por los 12 millones y obtendría la libertad condicional una vez llegado a un acuerdo con los fiscales y los denunciantes, pero al salir de esa audiencia resulta que le colocaron bien ajustaditas de nuevo las esposas y lo llevaron a una celda para responder por otra denuncia que suma más de cinco millones de pesos. La escena fue de película de horror para sus muchos seguidores. Sorpresa en los ojos del detenido (fotos en la versión digital de La Columna).
Nos aseguran que a esa última denuncia le será sumada otra por 19 millones, y otra, y otras por distintas cantidades.
Era un negocio “limpio” y sin riesgo hasta que alguien descubrió la transa impresionante. No se supo hasta ahora que “Toño” fue negociador entre los propietarios de tierras y la empresa canadiense que construyó varios gasoductos que cruzaron desde Ciudad Juárez hasta Sinaloa por buena parte de desierto, llanuras y abrupta Sierra Madre Occidental. Muchos miles de millones de pesos en juego.
“Toño” negoció bajo con ejidatarios y propietarios de terrenos y él cobró al doble o al triple a los canadienses que sin despeinarse pagaron montos “irrisorios” para el tamaño monumental de su negocio. La lotería gringa sin comprar boleto.
Para maniobras de esa envergadura desde luego se requiere de un entramado mayor entre cabilderos, conocedores ampliamente del tema y de políticos en las áreas correspondientes de gobierno.
“Toño” fue una de esas piezas, nos aseguran, pero es sólo la punta de la madeja. Ayer casi al anochecer desesperadamente aceptó la culpabilidad, garantizó el pago de algunos millones de los supuestamente defraudados y recuperó la libertad... pero la negra historia apenas comienza. No necesitará sujetarse a los criterios de oportunidad para soltar cualquier día de estos los nombres de sus socios mayoritarios. La Navidad será amarga.

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Javier Corral está demostrando que tiene su límite en eso de estirar la liga. No hubo necesidad que el cuasichihuahuense secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, nombrara a un coordinador-secretario técnico estatal en la materia para que finalmente se sumara la Fiscalía General del Estado a los trabajos que cada mañana muy temprano son llevados a cabo entre instancias municipales y federales.
Aguantó el gobernador 10 días sin permitir a la representación de sus policías estatales asistir a los encuentros en Juárez encabezados por el independiente alcalde Armando Cabada. Finalmente ayer estuvo el más fashion de sus jefes, el fiscal de la Zona Norte, Jorge Arnaldo Nava, que a decir de varias fuentes consultadas por esta columna, fue muy participativo.
Buscaba y sigue buscando el gobernador que Durazo nombrara como coordinador técnico estatal de las mesas de seguridad al fiscal general César Peniche, o de fregado al comisionado estatal de Seguridad, Óscar Aparicio, pero de la Ciudad de México no han determinado quién será.
En Peniche no confían por sus pachorras desesperantes y porque ya entró en componendas con Aparicio, y Aparicio ha mantenido desde siempre la tachita del Ejército y de la DEA porque lo han visto metiendo el hombro frecuentemente en favor de alguno de los grupos del crimen organizado.
Muchas acusaciones contra el jefe policiaco han sido públicas tanto en los órganos informativos de la delincuencia, las narcomantas y narcovideos, como en versiones del Ejército.
Nada le costaba al gobernador que su administración se hiciera presente en las reuniones con los otros niveles de gobierno, al fin y al cabo la batuta en el estado él puede llevarla fácilmente como la autoridad política que es, pero se trataba de presionar justo para obtener ese reconocimiento por parte del régimen encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Ahora tendrá que buscar otras formas.

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Duró menos que un suspiro la cuerda del liderazgo en el Congreso del Estado al diputado panista, Fernando Álvarez Monje. Ayer se le soltaron los diablos que indudablemente se convertirán en su tormento a lo largo del período legislativo de tres años que apenas da sus primeros pasos.
Ya lo advertíamos, el panista tiene antecedentes de bonachón y falto de carácter para dirigir una arena como la actual Legislatura donde menudean los peleadores rudos. Parece “El Pichú” buen Santoclós vendiendo celulares colgados al cuello pero en realidad es peleador callejero, si ponemos el primer ejemplo.
Ayer quedó al descubierto el verdadero rostro entre las diferentes bancadas parlamentarias; principalmente y para sorpresa, la de Morena. Con eso hubo para echar a perder los planes de Palacio de Gobierno operados en la Torre Legislativa por Álvarez Monje.
Todo comenzó muy temprano en la reunión ordinaria de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) donde el presidente del Congreso y panista Jesús Villarreal (subordinado político de Álvarez); y de Morena, Miguel Ángel Colunga, dejaron plantados a los diputados de los demás partidos: PES, PVEM, PRI, PMC y PT. Les quisieron dar ofensivo atolito con el dedo.
Villarreal y Colunga permanecían en una reunión privada con el subsecretario de Egresos de Gobierno del Estado, Eduardo Fernández, y el coordinador del Gobierno federal en el estado, Juan Carlos Loera. Los legisladores en bloque denunciaron que no fueron convocados a dicho encuentro.
Exhibieron que en esa reunión hubo negociaciones secretas para sacar adelante el tema de la reestructuración de la deuda del Estado y otros detallitos, dolores de cabeza del gobernador Corral y su secretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez.
El amancebamiento señalado quedaría evidenciado más tarde en el Pleno. Jefes morenos y blanquiazules pretendieron aprobar las cuentas públicas de Juárez y del mismo Gobierno del Estado aun con algunas observaciones, lo que propició que algunos legisladores del propio Morena, entre ellos Gustavo de la Rosa Hickerson, “El Pichú”, desconocieran a Colunga como coordinador. Hubieron de recular en la votación ante la denuncia y el justificado enojo.
Luego fueron los diputados de Encuentro Social, Misael Máynez Cano y Marisela Sáenz Moriel, los que pusieron los puntos sobre las íes  y denunciaron que no podrían aprobar las cuentas como estaban presentadas en el informe por presumibles fuertes irregularidades. No llegó la sangre al río, pasaron las cuentas de Juárez, Camargo, el Gobierno estatal y Camargo, pero la encuerada contra los líderes fue de antología, incluido el inicio de proceso penal contra Camargo.
Al final del día queda el antecedente para futuras sesiones. Las bancadas mayoritarias quisieron madrugar y los chiquillos no se dejaron. Habrá consecuencias para Fernando y Miguel Ángel; sin duda jalón de orejas por parte de Javier Corral y del propio Juan Carlos Loera.

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