Opinion

Travesuras presupuestales

Fernando A. Herrera M.
Analista

2018-12-13

Hace algunos años, en el mandato de Jaime Beltrán del Río, en Delicias, algunos políticos decidieron “jugar” mediante una travesura con el presupuesto de los delicienses. La historia es sencilla, pero largo el tiempo que ha transcurrido al igual que los daños causados por la travesura y que ahora habría que pagar a la empresa perjudicada.
En una sesión de Cabildo se dio luz verde a la construcción de fraccionamientos, cuestión natural en las decisiones que se toman en los ayuntamientos, sólo que ya iniciadas las obras, con importante inversión, “alguien” dio línea a los regidores para revocar el permiso de construcción, al igual que una solicitud para aumentar los metros de cada terreno.
El alcalde Beltrán del Río nada pudo hacer, ni su secretario municipal, ya que el dominio del Cabildo estaba en otra corriente política del partido que lo llevó a la Presidencia. A sabiendas de que se perjudicaba a una empresa, hicieron la travesura, pero al paso del tiempo, después de poco más de dos años, aún en la administración de Jaime Beltrán del Río, el mismo Cabildo reconoció sus errores y emitió un acuerdo en el que reivindicaba los derechos de la empresa con la inherente aceptación de culpa, aunque algunos personajes ya estaban en otras encomiendas políticas sus respectivos suplentes hicieron el trabajo de reconocer los errores.
La travesura se revirtió porque aunque parezca increíble el reconocimiento de los abusos de autoridad cometidos le dio a la empresa las herramientas para acudir en demanda de justicia ante los tribunales. Demanda de por medio, con chicanas para alargar el proceso, el Ayuntamiento de Delicias ha sido derrotado en todas las instancias posibles por lo que el fallo a favor de la empresa es irrevocable.
Lo que sigue ahora es un largo camino para lograr que el Ayuntamiento encuentre la manera de resarcir a esa empresa, el problema es que se trata de una cantidad que alcanzaría la mitad del presupuesto de todo un año de la administración deliciense.
Por supuesto que la administración no puede con eso, a menos que pida un crédito de muy largo plazo y deje embarcadas a unas cuatro o cinco administraciones. Por supuesto que tratarán de chicanear el asunto dándole largas pero llegará el momento, se cree que dentro del trienio de la actual administración, en el que el estado o la federación ordene el recorte necesario para pagar los daños causados a la empresa.
Ese será el momento de pedir el crédito y dejar endeudados a los delicienses. ¿Cómo fue posible que se atrevieran a tanto? ¿Cómo harán para explicar tanto daño al patrimonio de todos, sólo para divertirse a costa de un empresario, intentando llevarlo a la quiebra?
La culpa no es de Beltrán del Río, ni de Eliseo Compeán, la culpa es de quienes hicieron esa fechoría, escondidos detrás de aquellos regidores, pero, irremediablemente saldrá a la luz todo ese cochinero con los nombres de los responsables. 250 ó 300 millones de pesos es mucho dinero para pagarlo los delicienses por culpa de políticos rencorosos que sucumbieron al deseo de hacer daño, sí, lo lograron, porque casi llevaron a la ruina a una empresa, pero ahora cuando el municipio tenga que pagar, tendrán que asumir la responsabilidad pública, y se sabrá quiénes y cuántos son.
También tratarán de tergiversar la historia pero la realidad nunca pide permiso y la verdad terminará por imponerse. Que nadie se confunda, el municipio, o sea todos los delicienses, debemos pagar por culpa de esos políticos porque las únicas víctimas en este escandaloso asunto seremos los ciudadanos de este municipio y la empresa con la posibilidad de que verdaderos responsables salgan librados de pagar sus tropelías y venganzas que ahora tienen al municipio de rodillas y en riesgo de un endeudamiento altísimo por muchos años.
Por cierto anda un tema en el ambiente que tiene que ver con unos terrenos en lo que también están involucrados algunos de los responsables de éste desastre y alguien más.
 

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