Opinion

Ni siendo de casa los conmueve su asesinato

LA COLUMNA
de El Diario

2018-12-09

• Ni siendo de casa los conmueve su asesinato

• Tras asesinato Corral y Fiscal encendían árbol

• Señalado por acoso sexual es intocable

• Mantiene el priismo la unidad... en la pachanga

En el asesinato de Hiram Apolo Contreras Herrera solo hay dos certezas: los casi 20 balazos de calibres 9 y .45 mm segaron su vida y la ausencia hasta hoy de algún detenido por el crimen.
Mucho sospechosismo rodea el modo en que fue asesinado el panista, mientras la Fiscalía General Estado insiste en la teoría de la desafortunada confusión. Se complica el escenario porque a primera vista tampoco hay pistas que sugieran que se haya tratado de un asesinato planeado a sangre fría.
Como buena costumbre mexicana, reinan las suposiciones alimentadas por la torpeza de las instituciones de justicia y seguridad sobre la verdadera naturaleza del crimen.
La primera versión que circuló entre la Policía fue que en el cruce de las calles Lucero y Ramón Rayón había un asesinato, producto de fuego cruzado entre dos vehículos; después se precisó que había sido un ataque directo de una Suburban negra al auto del exregidor panista, nada de fuego cruzado.
Pasaron más de siete horas desde el crimen para que comenzara a circular la noticia de que Hiram Contreras había sido asesinado y más horas todavía para que se hiciera la identificación oficial.
Imposible pensar que en la FGE no reconocieran de inmediato que se trataba del panista y, si así fuera, vaya inteligencia la de la corporación. Cargaba él su cartera con todas las identificaciones correspondientes.
Corona el triste escenario el hecho de que existe un severo conflicto interno por el control del PAN municipal, pastel que quiere comerse entero el gobernador y su grupo, mientras el equipo de Héctor Hernández denuncia públicamente que Hiram Apolo fue amenazado.
Trátese de uno u otro caso, la Fiscalía está obligada a realizar una investigación transparente y profesional, que disipe cualquier duda y lleve a los responsables ante la justicia.
Lo que no puede hacer la dependencia es salir con el discurso de siempre, sembrar evidencia, inculpar al primer desafortunado que encuentren y montar el circo que irremediablemente termina por caerse.
Conoceremos hoy qué opina en Juárez de semejante embrollo el gobernador Corral. Si no cancela de última hora, ofrecerá una conferencia de prensa a las 14:30 en La Custodia de San Pablo, el restaurante del dulce tenor José Mario Sánchez Soledad ubicado a escasas cuadras de la vivienda del mandatario estatal.

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A la misma hora en que se conocía aquí de la tragedia que envolvía al panismo juarense, en Chihuahua estaba alistándose el gobernador Javier Corral para encender el arbolito navideño, evento marcado como el inicio de la agenda de las festividades de fin de año.
Era de esperarse que no cancelara su asistencia (le resulta irresistible la plaza pública), y menos el evento (con los cientos de miles de pesos pagados al grupo Jesse & Joy).
Siguiendo la estela del protagonismo, estuvo en primera fila y luego en el templete el Fiscal, César Augusto Peniche, como si no fuera el asesinato de Hiram Contreras una bomba que le estalla en la cara precisamente a él, responsable de prevenir el crimen, garantizar la seguridad y procesar a los criminales.
En vez de por mera responsabilidad quedarse en su casa –no digamos ya trabajando–, el fiscal Peniche se enfundó en su abrigo favorito y fue con su familia a disfrutar del encendido del árbol. Anda loquito, nos confirman, con la idea de entrarle de lleno a la política y está convencido de que salir hasta en la sopa lo ayudará.
Mientras de trabajo, mejor ni hablemos.

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Intocable prócer del corralismo, Rodolfo Bermejo Rodríguez perdió cualquier rastro de decoro y vergüenza pública al pasearse por media ciudad de Chihuahua todavía como mandamás del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física de Educación (Ichife).
A pesar de haber sido inhabilitado por siete años, inculpado de acoso sexual, Bermejo no solamente despacha en su oficina como si la Secretaría de la Función Pública estuviera pintada, sino que además presume de su condición a todo quien quiera verlo.
Acompañó, por ejemplo, al secretario de Educación Carlos González Herrera en su comparecencia en el Congreso del Estado, ante los atónitos ojos de alguno que otro panista que todavía conserva la capacidad de asombro.
No fue suficiente la inhabilitación, todavía sin efectos, recetada por la secretaria Stefany Olmos; tampoco la averiguación que en su contra tiene la FGE por andarle jugando al vivo con la falsificación de documentos oficiales.
Desconocemos si habrá límite alguno que obligue a los jefes de Bermejo a dimensionar la protección que desde el Estado brindan a un acosador sexual…

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Alinearse a los designios de Palacio le ayudó al presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, José Luis Armendáriz, para no correr la misma suerte que los extitulares de la Auditoría Superior del Estado, el Tribunal Superior de Justicia y el Instituto Chihuahuense para la Transparencia, destituidos a través varias jugarretas.
Sin embargo, el tiempo ha llegado para la renovación de la presidencia de la CEDH y aunque Armendáriz teóricamente puede buscar la reelección, no cuenta con ninguna canica en la bolsa como para soñar con esa posibilidad.
Obligada la nueva designación, son dos las pistas por las que corren las candidatas del gobernador.
Una opción, impulsada por la diputada panista Blanca Gámez, es la de Francisca Jiménez, fundadora de Unión Ciudadana, que ayer fue vista bien relajada en la chihuahuita Calesa. La otra, de la mano de Lucha Castro, es Tania Belkotosky, secretaria general del Tribunal Superior de Justicia.
Mientras son peras o manzanas, es un hecho que el Ejecutivo quiere asegurarse de que no le metan gol con algún ómbudsman que se salga del huacal, donde ha permanecido muy cómodo el duartista Armendáriz.
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Fue considerada la boda del año la de Perla Ealy y Rogelio Cárdenas, quienes convocaron a la crema y nata de la sociedad mexicana.
La pachanga fue oportunidad de oro para el reencuentro y reconciliación de buena parte del priismo, en la lona tras las elecciones de julio y los ajustes del nuevo Gobierno.
A lado de personajes como Paulina Peña, hija del expresidente, estuvieron Lilia Merodio, Emilio Gamboa y el neopriista Javier Lozano, mostrando que en la fiesta se mantiene la unidad.

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