Opinion

¿Quién pagará la millonada perdida?

LA COLUMNA
de El Diario

2018-12-05

• ¿Quién pagará la millonada perdida?

• Un incógnito en la comida de La Calesa

• Agarran a Hiram comprando delegados

• Marijose pinta para ser la número uno

Si la mala administración fuera castigable con cárcel, en Palacio de Gobierno ya estarían condenados sus jefes a muchas cadenas perpetuas.
Un pobre muchacho de apenas superada la mayoría de edad permanece preso en el penal de Aquiles Serdán (conurbado con la ciudad de Chihuahua) porque presumiblemente autorizó el uso de un avión oficial para un hijo de César Duarte.
Los ministerios públicos que llevan los expedientes respectivos contra el duartismo tasaron la irregularidad en menos de 400 mil pesos. Era el muchacho uno de los secretarios particulares del exgobernador. El hilo delgado; el chivo expiatorio cuando mucho.
Enviados de la Secretaría de Hacienda arribaron antenoche al Congreso del Estado con un grueso paquete de fojas y memorias USB. Llevaron una petición para reestructurar el total de la deuda pública estatal que asciende a más de 48 mil millones de pesos (deben más de 53 mil millones pero cinco mil están catalogados en “otros pasivos” no estrictamente bancarios).
Imposible confiar en esa nueva operación bancaria si el erario chihuahuense ya perdió más de 200 millones de pesos en una primera reestructura por más de 20 mil millones de pesos que, dicho en palabras del gobernador Corral, fue un fracaso, “o no resultó lo que esperábamos”.
Varios deberían ir a la cárcel por esa cuantiosa pérdida. La aprobación de aquella reestructura fue en septiembre del año pasado y se ejecutó cuatro meses después de autorizada por el Congreso del Estado. Desde ahí empezó mal. Hubo una conducción lenta y torpe de las negociaciones.
En lugar de proceder a una larga como tormentosa discusión en salón de plenos sobre esta nueva petición, los diputados y diputadas deben exigir las sanciones correspondientes a los funcionarios que pagaron cientos de millones de pesos en comisiones y desperdiciaron tiempo y viáticos en un ejercicio sonorosamente frustrado.
De nuevo las finanzas estatales aparecen en crisis, no hay dinero para pagar la nómina de la burocracia, advierte el gobernador; desde luego cierra el año con un severo déficit y le busca tres pies al gato sabiendo que una reestructura más le puede dar algo de dinero rápido pero con enorme costo para el erario chihuahuense. Un balazo en el pie tras otro.
Esos son delitos en palabras mayores, sin contar las auténticas transas que quedan en medio de esas transacciones. ¿O a poco fueron gratis los 114 millones de pesos pagados en la primera reestructura a Bancomer tan sólo por elaborar el proyecto respectivo? Adjudicación directa. ‘Regalo’.

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Fieles comensales de La Calesa agregaron ayer un detalle fundamental sobre la comida que tuvieron en el muy chihuahuita comedero el alcalde de Parral, Alfredo Lozoya, “El Caballo”; el presidente municipal de Juárez, Armando Cabada Alvídrez y el profesor Mario Tarango, aspirante a su propia reedición política en el 2021.
Ese detalle es que hubo otro invitado cuyo solo nombre, trayectoria, filias, fobias y biografía reciente nos hablan de que, en efecto, en esa comida el tema principal debió ser justo el 2021.
Hablamos de Víctor Valencia de los Santos, que hoy despacha como secretario técnico en el gabinete de Cabada. Estuvo al frente de la operación todo terreno durante y después de la jornada electoral para mantener la reelección y ha pasado de ser solo el amigo del presidente municipal a su asesor político más cercano.
Fue él y nadie más quien seguramente maniobró los botones adecuados para lograr que el profe saliera de Delicias y se dejara ver en público en La Calesa y con los alcaldes independientes.
Ayer comentamos que Tarango ha sido bujía durante décadas del baecismo pero algo se enfrió particularmente en la última campaña electoral donde el jefe Reyes Baeza fue candidato a senador. Así que no acudió el profe como representante de dicha corriente. Ni permiso debe de haber pedido.
Antes que el maestro, Valencia no sólo había tomado distancia del baecismo, también había asumido si no el cuestionamiento feroz lanzado contra el duartismo que lo hizo renunciar al PRI, sí una separación clara y categórica de los delicienses con los que recorrió varias décadas juntos.
La clase política chihuahuense sin duda verá esa comida en ese contexto, los independientes tratando de fortalecer alianzas con una parte del baecismo portadora de muchos volúmenes de experiencia indispensables para el presente y el futuro. Repetimos nuestra convicción de que no fue sólo una comida, sino la presentación en sociedad de un trabajo que sin duda comenzó hace semanas.

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Hiram Contreras ha encontrado su modus vivendi en su partido, el PAN. Cuando no es diputado local, es dirigente municipal, o funcionario municipal, regidor, o lo que sea. Fuera de ahí moriría en dos minutos igual que un pez al salir del agua.
Apenas dejó el Cabildo y ahora busca de nuevo la presidencia del comité municipal blanquiazul, pero bajo métodos de competencia nada convencionales, conocidos porque son práctica común desde hace décadas en el sistema político nacional, pero irregulares.
Fuentes al interior panista están acumulando pruebas sobre un gasto aproximado a los 30 mil pesos que han hecho operadores de Hiram para pagar las cuotas de una buena cantidad de delegados y puedan éstos votar en la elección del 16 de diciembre. 
Son mil 100 delegados, de ellos se espera que voten unos 600, de los cuales al menos las dos terceras partes no estaban al corriente de sus cuotas.
Ha sido descubierto pagando cuotas el exdiputado local, Héctor Hernández, ‘hermanito’ del exalcalde priista, Héctor “Teto” Murguía.
Prácticamente todos los detalles sobre el pago de cuotas han sido colocados en el escritorio del celoso nuevo guardián de la honra institucional blanquiazul, Enrique “Quique” Torres, quien dirige el proceso y deberá tomar cartas en el asunto.

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Ayer nos quedamos con que Marijose Valles Medina es directora general de Comunicación Estratégica en la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno estatal. Es de muy reciente ingreso al Gobierno, muy amiga del gobernador Javier Corral. Llegó con la encomienda de ‘limpiar’ esta dependencia y de entrada puso en tres y dos a la administradora del área, Cristina Licon Atilano, quien ha terminado por quedar fuera. Ayer lo mencionamos aquí.
Lo que desconocíamos es que Marijose tiene su historia y no precisamente cerca de Corral ni del propio PAN. Fue una asesora central “en imagen” del exalcalde priista chihuahuita, Javier Garfio Pacheco y se mantuvo en la Presidencia Municipal hasta la llegada de la panista Maru Campos.
¿Cómo ingresó tan rápido al círculo más estrecho del nuevo amanecer y ha logrado posicionarse prácticamente como la número uno de Comunicación Social?, buenas preguntas, sin respuestas por lo pronto. La esperanza es que mejoren las prácticamente nulas relaciones institucionales entre medios de comunicación y Palacio.
 

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