Opinion

El sexenio que se acaba (II)

Sixto Duarte
Analista

2018-12-03

Sin embargo, la captura de un capo, si bien puede evidenciar el interés y la voluntad de un gobierno de combatir la inseguridad, es insuficiente para poder lograr disminuir los índices de criminalidad y violencia de un país. Precisamente este capo estuvo recluido en el centro federal que se encuentra en esta frontera, y desde aquí fue extraditado. En concreto, hablando de los crímenes cometidos en Juárez, los índices de inseguridad durante el gobierno de Enrique Peña Nieto fueron menores a los presentados durante el gobierno de Felipe Calderón.
En este mismo rubro de seguridad, uno de los temas que más le atribuyen a Peña es la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. En mi opinión, este tema ni siquiera es un asunto de competencia federal. Estimo que el error del gobierno fue haber asumido una labor que, en principio, le correspondía investigar al gobierno de Guerrero. El presunto responsable de esta desaparición es el exalcalde de Iguala (sin ánimo de polemizar, promovido precisamente por López Obrador). Es por eso que, a estas alturas, me parece hasta risible que las bases de López Obrador critiquen al Gobierno federal saliente por este lamentable hecho, cuando dicho acto lo cometió uno de ellos.
Otro de los temas que se estima un fracaso en el gobierno es en el combate a la corrupción. El gobierno de Peña es un gobierno que sale acusado por diversos actos de corrupción. En lo personal, no creo que la corrupción haya aumentado durante este sexenio, la diferencia es que ahora es más visible a partir de las redes sociales, y el involucramiento en política de la sociedad a partir de estas herramientas. Respecto a los gobernadores acusados de actos de corrupción, se le olvida a la crítica que la gran mayoría de los mismos ya enfrentan procesos penales federales (los priistas Roberto Borge, Javier Duarte, Andrés Granier; los panistas Guillermo Padrés y Luis Armando Reynoso). Sin embargo, para la crítica, esto no ha sido suficiente. No se recuerda que en un sexenio se hubieran procesado a tantos exgobernadores.
Por otro lado, creo que hay temas en los cuales, se tienen que reconocer logros del gobierno que termina esta semana. En primer término, el Producto Interno Bruto ha crecido continuamente por más de diez años. Si la responsabilidad de la paridad dólar debe recaer en el gobierno, también deben entonces recaer los logros económicos. En este mismo rubro, el gobierno de Peña ha sido el gobierno que ha creado la mayor cifra de empleos en la historia de México, pues se crearon más de tres millones de plazas laborales durante este gobierno. Repitiendo las cifras a que alude Ricardo Alemán en la columna que cité la semana pasada, México se encuentra nuevamente en el octavo lugar de destinos más visitados del mundo.
La reforma educativa también debe estimarse un logro, cuyo objeto, además de incrementar la calidad educativa, es desarraigar los vicios sindicales que existían en el sector.
En temas fiscales, la mayor captación de la historia se ha dado en el gobierno de Peña. Esto, en sí, como dirían algunos especialistas, no es bien visto por la gente. Es natural, pues al recaudador de impuestos se le ha odiado prácticamente desde tiempos bíblicos. El costo para lograrlo fue muy elevado, pues el incremento del IVA en la frontera, la limitación de regímenes de consolidación, y una mayor inversión en el SAT, no son medidas que sean populares, mas son medidas que han traído recursos al gobierno para poder implementar los programas sociales y de infraestructura que tiene interés de impulsar. En el tema del IVA en la frontera, al menos aquí en la ciudad, la medida fue, lógicamente, muy criticada, pues se dio un incremento que incidió directamente en el bolsillo de los juarenses.
Igualmente, en materia de infraestructura, se dio inicio al proyecto de infraestructura más grande de los últimos 40 años, que es la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Aun y cuando el gobierno entrante decida cancelar dicho proyecto, es al gobierno saliente a quien se le reconoce el haberlo emprendido. Debemos incluir en esto, los avances del Tren México-Toluca.
El balance del gobierno de Enrique Peña Nieto, es positivo. Este país es un mejor país que hace seis años. Aunque a la crítica, a los fanáticos, y a la mayoría le cueste reconocerlo, las cifras son frías, objetivas. Probablemente en seis años, el ánimo social se encuentre más tranquilo, y permita realizar un análisis y un contraste objetivo, desprovisto de la pasión que la política desborda.
 

X