Opinion

Políticos ricos en estados pobres

Javier Cuéllar
Abogado

2018-12-01

Para el clérigo y escritor francés Jacques Benigne, “La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”. Y ese equilibrio a nivel de malabarismo lo estamos presenciando con mucha frecuencia debido al cambio de gobierno que se ha sucedido el día de ayer en los mandos del Gobierno federal con la toma de posesión del licenciado Andrés Manuel López Obrador y muchos funcionarios del anterior régimen se tienen que ir a calentar la banca y muy pocos se resignan a ello y le están buscando por todos lados la manera de quedarse o de reubicarse en el más puro estilo del Filósofo de Güemes que siempre dijo que “La política es como los frijoles de la olla; arriba o abajo, pero adentro.” O “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, según lo sintetizara sabiamente el diplomático Estrada.
Con los cambios que vienen algunas personalidades toman mucha relevancia en nuestro estado y uno de ellos, quizás el más importante es el licenciado Juan Carlos Loera de la Rosa al que muchos consideran el hijo más querido de AMLO en el que tiene puestas todas sus complacencias y para todos los efectos políticos que pudieran presentarse en un futuro será designado el súper delegado del Gobierno federal a partir de ya y de acuerdo a lo que se maneja tendrá más importancia política que el propio gobernador Javier Corral Jurado.
¿Por qué dicen eso si el gobernador es y ha sido siempre el hombre más importante de cualquier estado en su estado? La clave se encuentra aquí. Se dice por ahí que un político pobre es un pobre político” Pero esta pobreza no se refiere al ámbito personal, menos ahora que el gobernador se ha servido con el cucharón del menudo al subirse su sueldo en cuarenta mil pesos mensuales para pasar de 124 mil a 170 mil pesos mensuales que de acuerdo a lo que hace puede equipararse al robo. No, la pobreza a que me refiero es a la del Estado como ente público, y la verdad es que ser gobernador de un estado desbarrancado en la quiebra es una cosa muy lastimosa y el estado de Chihuahua con una deuda pública del orden de poco más de los cincuenta mil millones de pesos se revela como un stado con unas finanzas que no dan ni para pagar los intereses, prácticamente ya ni se completan para atender a su gasto corriente.
Nadie puede culpar al gobernador Javier Corral de esa lamentable situación financiera, así recibió la administración de manos de su antecesor el ahora prófugo Cesar Duarte y sin embargo ese descargo de culpa no le cambia su realidad. El Estado se encuentra quebrado y lo que es peor, los planes de reestructuración de la deuda han fracasado estrepitosamente con lo que el gobernador se encuentra entado en un barril de dinamita financiera a punto de explotar.
En este contexto financiero muchos creen que el licenciado Carlos Loera de la Rosa será el único funcionario público y político en el estado que tendrá a su disposición dinero fresco para financias cualquier proyecto de obra pública y solidaridad social por mediano, grande o chico que este sea por el dinero fresco que estará en posibilidad de inyectarle el gobierno federal del nuevo régimen. Por eso nos dice el poeta Antonio Plaza: “Tus problemas si los tienes, cuenta a quien cuente reales, es decir cuenta tus males solo al que los torne en bienes.”
Con lo cual entendemos que el alcalde de Ciudad Juárez, Armando Cabada Alvídrez, se encuentre de plácemes con la estrecha relación de amistad que tiene actualmente con el licenciado Loera de la Rosa pues es muy posible que todo lo que venga para Chihuahua de parte del Gobierno federal sea precisamente por su conducto y ambos personajes tienen un gran interés en recomponer el maltrato que siempre se ha dado a esta frontera. Para esos efectos son casi una docena de proyectos que se contemplan para esta frontera. ¡Enhorabuena para nuestra comunidad!
Pero la realidad es que las finanzas federales no están boyantes del todo pues el régimen de Enrique Peña Nieto deja a AMLO un país prendido de alfileres y López Obrador vendrá soló a administrar la miseria y habrá poco dinero para nadie, al menos en el primer año de gobierno. Pero “algo es algo, dijo el calvo….” Y los políticos actuales le están apostando a la posibilidad de que AMLO sea un presidente billetudo.
De todos modos, Armando Cabada no tiene muchas opciones porque debido al difícil carácter del gobernador Javier Corral las posibilidades de gestión exitosa están prácticamente cerradas en el gobierno del estado así es que se ha abierto un venero de buen voluntad con el nuevo presidente de México y con la mayoría de los funcionarios, diputados y senadores del partido Morena que por algún tiempo serán mayoría en el Congreso federal. De todos modos con Corral no hay nada. Para casi todas las alcaldías del estado, incluyendo las de extracción panista, perder la amistad del señor gobernador es perder nada o casi nada. Y es que, un político pobre es un pobre político. Falta que hasta les quiera pedir, que vayan por lana y salgan trasquilados.

La corrupción reclama sus fueros con motín
Continuando en el ámbito municipal de Ciudad Juárez, menudo susto y disgusto se llevó el presidente Armando Cabada Alvídrez debido al motín realizado hace unos días por los agentes de tránsito de nuestra ciudad que ha ocasionado una gran inquietud entre la ciudadanía que se confunde por las diversas causas que lo motivaron y que a la fecha permanecen ocultas para el gran público. Este es al parecer el quinto motín que realizan los agentes de tránsito en los últimos veinte años y tan parece que todos han sido motivados por las mismas razones o sin razones.
La mayoría está de acuerdo que nuestros cuerpos de seguridad deben prevalecer la disciplina y el servicio y los elementos insubordinados deben ser sometidos al orden según lo hiciera eficientemente el comandante Ricardo Realivázquez que atendió el incidente debido a que cae dentro del campo de sus funciones y a que el alcalde se encontraba en la Ciudad de México.
Como causa aparente del sainete se corrieron informaciones de trato injusto y despótico de parte de ciertas jefaturas para algunos agentes y desde luego en el fondo los fueros que reclama la corrupción y si nuestro presidente municipal quiere poner orden en esa gendarmería, su investigación debe abarcar no sólo a los más modestos agentes sino también a las jefaturas. En esa corporación no debe haber corrupción pero tampoco deben existir abusos. Los agentes deben ser tratados con dignidad y respeto. No se puede enseñar disciplina y exigir respeto cuando el trato a la gendarmería de más bajo nivel es sencillamente denigrante.
Si nuestro alcalde quiere ser justo y encontrar la verdad de lo que sucede en la Dirección de Tránsito, debe escuchar a las jefaturas pero también a los agentes y no olvidar el consejo de Sócrates que nos dice: “Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente.” Sólo la verdad puede darle la pauta para componer esa dependencia. Pero a lo mejor la tirada no es recomponerla del todo sino que siga igual pero re direccionando los beneficios y que el trato a la ciudadanía no sea abusivo. Componer la Dirección de Tránsito, lo que se dice componerla es punto menos que imposible y como dice ese principio general de derecho: “A lo imposible nadie está obligado.” Por lo pronto van 25 agentes despedidos en una primera camada y otros 13 en la segunda pero la investigación debe ser más de fondo porque ahí hay más putrefacción que la que se puede ver a simple vista.

Vientos de renovación en el PAN
En el ámbito de la acción política de nuestra frontera el único instituto que rebela una actividad intensa es el Partido Acción Nacional puesto que sus elecciones internas serán el día 16 de diciembre y la convocatoria ha tenido una gran aceptación a juzgar por la cantidad de aspirantes que se registraron. Pepe Márquez, Sergio Acosta, Ricardo Aceves, Francisco Bonilla, Joob Quintín Flores, Manuel Quiñones e Hiram Contreras. Son al parecer los únicos aspirantes registrados en tiempo y forma y todos con ganas de ganar la Presidencia Municipal del PAN.
Pero no todos tienen las mismas posibilidades, atributos, simpatizantes e impulsadores. De hecho a ese respecto las cosas se presentan un poco revueltas. Para algunos analistas, Pepe Márquez es el candidato preferido del gobernador Javier Corral pero otros no están de acuerdo y creen que el verdadero gallo de Corral es Sergio Acosta. Lo que sí es un hecho es que Pepe Márquez cuenta con las simpatías de los panistas de toda la vida y ese detalle le puede impulsar a la victoria.
Pero muchos otros piensan que ya es tiempo de ver caras nuevas y eficientes en la dirigencia del PAN local y se inclinan por la candidatura del joven licenciado Joob Quintín Flores que se ha revelado como un activista de alta calidad dentro y fuera del partido albiceleste de tal manera que muchos lo consideran como un líder nato que puede posicionar al PAN convenientemente en las próximas elecciones dentro de tres años y atraer a muchos jóvenes a este partido que a últimas fechas se ha visto un tanto cuanto desahuciado. Sería como aire fresco al interior del partido. Los demás aspirantes tienen muy pocas probabilidades de ganar la elección pues algunos de ellos no tienen ni recursos económicos ni recursos humanos para desempeñar un papel ni tan siquiera decoroso. En quince días veremos un ganador.

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