Opinion

Muerte por convicción

Víctor Guzmán
Académico

2018-11-20

Algunos dicen que el suicidio es la salida a los problemas por la puerta falsa, otros comentan que se necesita mucho valor para ello. Pero realmente no sabemos que ha propiciado la ejecución de ese acto, como último fin. Los juicios con respecto al tema son interminables, el prejuiciar es fácil, el entenderlo es muy complicado.
Los problemas que generan estos trágicos desenlaces son principalmente la depresión y ansiedad, llamadas enfermedades mentales; los factores socioeconómicos, como el desempleo (sobre todo en varones); las desilusiones amorosas también causan estos actos; el consumo de drogas que generan un bajo nivel de autoestima.
La mayor incidencia es entre los 20 y 35. Los niños de 9 y 12 años cometen suicidios por la falta de control de impulso (niños poco tolerantes, que reaccionan de manera agresiva, violenta o triste ante una situación) nos comenta el psicólogo Luis Martínez Morones.
En el 2017 Ciudad Juárez obtuvo el séptimo lugar en casos de suicidios atrás de la ciudad de Chihuahua. Hasta septiembre de 2018 van 300 casos, es una situación delicada que solicita atención urgente. (Servicio Médico Forense). Por su parte el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señala que, en la ciudad, 43 personas piensan suicidarse diariamente.  
Los medios noticiosos nos informan muy regularmente sobre estos delicados sucesos, que cada mes se incrementan. Las estadísticas señalan que los hombres son los que más llegan a su cometido por la contundencia de la acción para quitarse la vida; las mujeres intentan suicidarse con menor éxito que los varones.
Es importante conocer a las personas allegadas y saber si en algún momento tienen depresión no detectada que pueda desencadenar en suicidio. La psicóloga Arlet Annet refiere que los suicidas, llegan a este término, regularmente, por tener un sentimiento de soledad y palpar falta de apoyo. Otro factor es tener un problema que ellos consideran que ya no tiene solución. Por tal motivo, afirma la especialista que la cercanía de la familia es una fuente de apoyo imprescindible.
La psicóloga explica cómo saber cuando una persona pretende suicidarse. Los síntomas comunes son: cambios repentinos de humor, el avisar que se va a matar directamente a los familiares y amigos o a través de cartas de despedida, señala que regularmente hay un aviso del hecho; otros indicios de suicidio son la inestabilidad en el trabajo, las cuestiones afectivas de pareja, los problemas de socialización, al igual que el uso de alcohol y/o drogas.
El suicidio es una determinación personal, la ejecución letal de un atentado a sí mismo. Pero debemos considerar que son momentos de crisis, de la cual se requiere una atención, que en muchos de los casos no llega. “Para todo hay solución, menos para la muerte”. Malamente, es fácil juzgar a una persona cuando comete la irreparable pérdida, sin saber qué motivos tuvo para ello. No todos tenemos la misma tolerancia ni fortaleza ante las mismas circunstancias de la vida. Por tal motivo en lugar de valorar negativamente, debemos entender el suceso para poder corregir.
Las instituciones educativas están haciendo lo propio a través de conferencias y talleres que ayudan a concientizar a los estudiantes, y mismos docentes, debiendo llegar a los hogares estos conocimientos, para que sea un proyecto integral que disminuya los índices.
Debe haber un seguimiento adecuado a las familias de los suicidas, debe haber un peritaje psicológico, con evaluaciones a los familiares directos para ver las causas que llevaron al suicidio y cómo tratar el caso de manera intrafamiliar.
Debemos considerar los programas para la salud mental por medio de políticas públicas, que inciten a la unidad familiar, que exista una recreación sana, con espacios dentro de las fuentes de empleo, escuelas y lugares de concurrencia que inciten a la erradicación de males que atentan contra nuestra sociedad.
La vida es lo más sagrado que tenemos.

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