Opinion

Tanto es el miedo que quitan celulares a polis

LA COLUMNA
de El Diario

2018-11-06

• Tanto es el miedo que quitan celulares a polis

• En Chihuahua Marko avanza junto a Maru

• Sigue Cuauhtémoc hirviendo en violencia

Ayer tras los ataques contra la Policía Estatal en esta frontera, una acción del coordinador de dicha corporación, Félix Adame Sotelo, terminó por encender los ya de por sí caldeados ánimos de los policías.
Adame fungió como director de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) de la Fiscalía General del Estado, cargo que dejó por una serie de conflictos y desacuerdos en el interior, pero desde hace más de un año está al frente del Grupo de Análisis Policial (GAP).
Resulta que tras los ataques hizo acto de presencia entre la tropa y al troche moche retiró celulares a los agentes, así ‘nomás’ y presuntamente para someter los aparatos a revisiones y análisis con tal de descartar que alguno de ellos pudiera estar pasando datos al crimen organizado.
Investigar cualquier posible involucramiento de la Policía con la delincuencia está bien, pero es la falta de la observancia de los procedimientos lo que echa por el suelo cualquier indagatoria por muy buenas intenciones con las que cuente.
¿Qué sucedería si el estudio de los móviles arrojara vínculos de los policías con los grupos delincuenciales?... pues nada, porque el aseguramiento se hizo sin orden judicial y cualquier proceso que se les pretendiera abrir sería improcedente.
Una prueba más de la falta de cuidado con la que obra la Fiscalía en la integración de sus investigaciones, y que hace posible que muchos delincuentes permanezcan en las calles.

***
En Juárez la nómina rechazó el lunes asomarse al menos por educación a Marko Cortés Mendoza tratando de deslucir su actividad campañera hacia la dirigencia nacional del PAN pero en la ciudad de Chihuahua Maru Campos dejó claro su respaldo al muchacho de Ricardo Anaya Cortés.
Creen los anayistas que ni sudarán la camiseta para montar tres a uno a Manuel Gómez Morín Martínez del Río, el candidato de la nómina estatal y por lo tanto del gobernador, Javier Corral Jurado.
Los corralistas pretendieron hacer en Juárez el vacío a Marko Cortés aunque logró reunir a unos 100 blanquiazules, algunos con varias décadas de vida y militancia encima según se aprecia en las fotos que presentamos en la versión digital de La Columna, otros tantos muchachos y muchachas combinados entre varias corrientes, principalmente la del casi desaparecido G20.
Ningún funcionario de los liderados por la 02, Lety Corral, quiso hacer presencia. Nadie.
De Juárez se trasladó Marko directo a la ciudad de Chihuahua. Fue recibido en el tradicionalmente panista salón Sunion del Hotel Mirador. Un lugar espacioso que reunió a más de 500 azules encabezados por la primera panista de la ciudad, María Eugenia Campos y sus principales funcionarios. Igual que en Juárez, en las imágenes tampoco se aprecia algún funcionario estatal.
Si por Corral y sus colaboradores fuera, Marko no tendría oportunidad alguna de ganar en Chihuahua por mucho que en el resto del país sea colocado por los analistas en tres a uno; sin embargo, el corralismo es enemigo de sí mismo. Lo integran puros generales igual que el gobernador, han decidido apoyar a Martínez del Río (Gómez Morín) pero ninguno trabaja por su causa ni entre la militancia ni en los medios de comunicación. Los triunfos no llegan por ósmosis.

***
Una tras otra en la región de Cuauhtémoc con réplicas de la misma intensidad por los restantes 66 municipios del estado. Lo que allá ocurre en términos de violencia golpea igual a toda la entidad porque los grupos delictivos en disputa son los mismos en todas partes.
Ahora ha sido secuestrado en la región cuauhtemense el empresario menonita Juan Knelssen. Ocurre el hecho cuando todavía no termina el luto por el interrogatorio y posterior ejecución de un jovencito policía municipal y la desaparición (considerada secuestro) del empresario miembro acaso de la familia económicamente más poderosa de Chihuahua, Ricardo Caraveo Vallina.
Carlos Tena Nevárez, presidente municipal de Cuauhtémoc, ha insistido en vincular a la Comisión Estatal de Seguridad (CES) con los cárteles delictivos de la región, una denuncia permanente respaldada en los hechos por la inusitada violencia en la zona y las réplicas particularmente hacia Juárez y Chihuahua donde no han cesado los ataques armados a policías y agentes ministeriales del estado.
La Fiscalía General con sus sedes en Parral, Cuauhtémoc, Chihuahua y Juárez ha sido literalmente rebasada por los delincuentes.
No es, como aduce su titular César Peniche, respuesta “a las acciones” de la institución contra el crimen organizado, es por la muy señalada presencia delictiva en las propias entrañas de la Fiscalía, comprobada ya por el área de Asuntos Internos con la ejecución de policías “puestos” desde adentro de las corporaciones preventiva y ministerial.
El alcalde de Cuauhtémoc lo ha señalado, lo han repetido mandos militares; lo sabe el gobernador jefe de la Fiscalía, Javier Corral, pero su atención no ha sido puesta en esa área más que en defender la ineptitud que ahí campea.

X