LA COLUMNA
de El Diario
• Lucha Castro saca sus mejores pasos
• Molestia de AMLO por Luis H. Álvarez en Palacio
• El bueno es Loera, mensaje del Presidente
Fiel defensora de Javier Corral, la abogada Lucha Castro aprovechó la conmemoración del cuarto aniversario del Instituto de Justicia Alternativa para echarse una buena bailada.
El viernes al mediodía la sede del Tribunal Superior de Justicia se convirtió en la pista de baile donde con globos y grupo musical, integrantes del IJA celebraron también la certificación de los mediadores recién evaluados.
Al ritmo de batucada, Lucha y compañía sacaron sus mejores pasos, si los hay. Las imágenes y el video, desde el Facebook de la consejera, están disponibles en la versión digital de esta columna.
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Fue con un solo gesto que Andrés Manuel López Obrador dejó claro su desagrado por las elecciones históricas de Javier Corral como inquilino de Palacio de Gobierno.
El presidente electo enarcó las cejas apenas entrar al despacho de Corral y ver que la pintura del panista Luis H. Álvarez es del mismo tamaño que las iconografías de Pancho Villa, Benito Juárez y Abraham González.
Conocedor como es de la historia mexicana, especialmente de las etapas de la Reforma y la Revolución, a López Obrador no le agradó la decisión tomada por Corral en junio de 2017, cuando decidió poner al mismo nivel de héroes nacionales al camarguense y militante panista.
Desconocemos si sabe López Obrador que también fueron los panistas los que decidieron agregarle al municipio de Batopilas el “de Manuel Gómez Morín”, en una ceremonia a la que por cierto no acudió el nieto que ahora pelea por la dirigencia nacional del blanquiazul.
Lo que es un hecho es que al próximo presidente no le van los elogios ni las improntas a la fuerza, totalmente contrario a lo que empuja los actos del gobernador: el deseo profundo de trascender aunque sea a costa de carreritas, foros y pavos.
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Llegando al Salón Rojo de Palacio, López Obrador desplegó el colmillo forjado a lo largo de sus más de 20 años metido en la política para cambiar en un santiamén el ceño y manifestar que no habría politiquerías ni partidismos.
Con cifras y nombres de programas, AMLO explicó a legisladores, presidentes municipales, secretarios, magistrados y demás invitados, el complejo plan que tiene para Chihuahua, de sur a norte; incómodos ante los anuncios, Corral y Gustavo Madero solamente se removían en sus sillas, haciendo evidente la incomodidad que les da cuando alguien muestra claridad y ganas de trabajar.
Antes, se había reunido solamente con el gobernador para decirle que habría una nueva relación entre la Federación y el Estado, anuncio que ha hecho a cada uno de los mandatarios que ha visitado desde su triunfo en las elecciones.
En corto, López Obrador se refirió a Corral como una persona nerviosa que no sostiene la mirada y voltea para todos lados cuando habla, se nota, consideraron los pejistas, que no conoce el talón de Aquiles del gobernador que trastabilla cuando no se siente al mando de la situación.
Bertha Caraveo, Cruz Pérez Cuéllar, Juan Carlos Loera de la Rosa, acompañaron por supuesto a AMLO en el salón, donde también estuvieron como representantes del Legislativo y Judicial sus respectivos presidentes: Jesús Villarreal y Pablo Héctor González. Pasaron lista, también, los diputados Fernando Álvarez Monje, Luis Alberto Aguilar, Jesús Valenciano, Miguel Latorre, Patricia Jurado, René Frías, Rubén Aguilar, además por supuesto de toda la bancada de Morena-PES.
A la cita acudieron igualmente los titulares de la Comisión Estatal de Seguridad, de la Comisión Estatal de Pueblos Indígenas, de la Fiscalía, de Desarrollo Social, del Trabajo… Más de medio gabinete apostado en segundas y terceras filas.
Ya en el mitin, López Obrador daba señas de lo que reiteraría en privado: el único representante suyo en Chihuahua es Juan Carlos Loera de la Rosa, no habrá más cargos como delegados, subdelegados, enlaces ni nada de eso. Como apoyo a Loera, quedó el empresario Pablo Andrés Leos, nadie más.
Acompañaron a AMLO todos los diputados federales y locales de Morena, los dos senadores de mayoría y Javier González Mocken, quien no pierde la esperanza de tener un huesillo a partir del 1 de diciembre. A la fuerza subió al templete sin el visto bueno de Juan Carlos.
Otro aparecido fue el alcalde de Cuauhtémoc, Carlos Tena Nevárez; logró subir a la tarima por colado, pues no estaba contemplado por sus dudosos nexos con los malos de su región y por las amenazas de las que ha sido objeto la síndica Petra Alicia Meraz.
Antes de dejar Chihuahua, el futuro presidente comió en La Cebolla Roja con Loera, Leos, Rafael Espino y Miguel González, los demás morenistas no fueron convidados al cónclave/espaldarazo obsequiado por el tabasqueño a su representante de siempre en Chihuahua, Juan Carlos.
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Discretamente fue a inicios de semana pasada el gobernador Corral a la Ciudad de México para “negociar el presupuesto del próximo año”, según precisaron integrantes de su Gobierno.
Sigue la costumbre del mandatario de abstraerse de la realidad con sus múltiples viajes a la capital del país… el éxito ha sido, hasta ahora, poco. Sabemos que antes de estallar aquella crisis entre la Federación y Chihuahua por el presupuesto y la retención de La Coneja, en el lejano enero de este año, Corral insistió en tocar las puertas de la Secretaría de Hacienda y de Gobernación no para negociar, sino para amenazar con la caravana y demás caricaturescas “hazañas”. En ese entonces, por espacios de no más de media hora, los jefes de las dependencias lo recibieron en contadas ocasiones, menos de las pretendidas por Corral.
Ahora, en su negocia de dinero, el mandatario se encontró con dos que tres diputados de medio pelo, uno de ellos, el siempre polémico Gerardo Fernández Noroña… de ese nivel andan los contactos del gobernador.
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Cambiadas las fechas del “amanece millonario”, traen a la burocracia vuelta loca para que aumenten las ventas de boletos.
Como no les funcionó el garrote, prueban ahora una medida desesperada disfrazada de zanahoria: por 10 boletos vendidos hay un día laboral regalado; si llegan a 15 el premio es de dos días. Qué importa la productividad laboral, el rezago en tantas áreas de la administración pública, lo que sea con tal de lograr el mentado sorteo, del que solo piden los burócratas no haya segunda edición.