Opinion

Caso Charrez: oportunidad perdida

Pascal Beltrán del Río
Analista

2018-10-16

Ciudad de México.- Hoy se cumplen 11 días del percance automovilístico en la avenida Insurgentes de Ixmiquilpan, Hidalgo –tramo de la carretera México-Laredo–, en el que murió Iván Fuentes, un joven de 21 años de edad.
Fuentes falleció calcinado dentro de su propio vehículo, luego de ser impactado por una camioneta Ford Raptor propiedad del diputado federal morenista Cipriano Charrez Pedraza.
Un video de los hechos muestra a Charrez siendo retirado de la escena por un presunto asistente, luego de haberse bajado de la camioneta del lado del conductor. Eso ha llevado a muchos a interpretar que el legislador iba al volante al momento del choque y que había abandonado la escena, en la que se escuchaban gritos de auxilio de Fuentes.
Durante 46 horas no se supo nada de Charrez, quien –a decir de varios reportajes que se han publicado en la prensa hidalguense desde hace años– forma parte de una familia caciquil que controla la política en el Valle del Mezquital.
Lo inobjetable es que Charrez y su movimiento pasaron del PRI al PAN a Morena en un lapso de unos cuantos años. Y que fueron admitidos por ese último partido pese a las denuncias por uso de la violencia que existen sobre ellos.
Cuando por fin dio señales, la noche del domingo 7, publicó un mensaje en sus redes sociales negando que hubiese ido manejando en el momento del choque –señaló a su chofer– y que no había abandonado la escena.
Sin embargo, horas después, la Procuraduría de Hidalgo emitió una tarjeta informativa en la que decía que los indicios con que contaba eran que una persona con las iniciales CCP –que coinciden con las del diputado Charrez– sí iba al volante.
El martes 9, el legislador se presentó en el Palacio Legislativo de San Lázaro y volvió a negar su participación activa en los hechos.
Además, dijo que había intentado presentarse como testigo ante la Procuraduría del estado, pero que no habían querido tomar su declaración.
La Procuraduría desmintió eso y apuntó que la forma en que se sabe que Charrez estaba al volante es que así lo declararon testigos del choque. 
En una entrevista que le realicé en radio, el gobernador hidalguense Omar Fayad me dijo que, con sus actos y sus dichos, el propio Charrez estaba complicando su situación legal.
El lunes, Iván Fuentes fue enterrado en el panteón municipal de Ixmiquilpan, en un ataúd que fue cargado en hombros por miembros del equipo de futbol en que jugaba. Allí lo describieron como un joven “muy chambeador”, que tras su jornada laboral se iba a casa a pasar tiempo con su esposa e hija.
Posteriormente, apareció una carta abierta presuntamente firmada por los padres de Fuentes, en la que pedían a los medios ya no seguir indagando sobre la muerte de Iván y que ellos ya habían otorgado el perdón.
Así están las cosas, a once días de los hechos. Y pese a que la bancada de Morena en San Lázaro dijo inicialmente que si su compañero legislador aparecía en las investigaciones como responsable del percance, Charrez debería enfrentar a la justicia, el silencio sobre el caso es evidente.
Por ejemplo, no ha habido de parte de Morena un llamado a que el diputado pida licencia a su cargo mientras se realizan las pesquisas ni se le ha conminado a aclarar los hechos ante las autoridades. La negligencia de Morena de responder con prontitud y contundencia ante los señalamientos de que Charrez iba al volante –como son el video y los testimonios recogidos por la Procuraduría– seguramente se volverán dañinos para ese partido.
Por experiencias anteriores, se puede decir que si en un hecho similar se hubiese visto involucrado un legislador de otra organización, Morena estaría entre los primeros en demandar justicia.
Al haberse retirado de la escena del choque, como ha dicho la Procuraduría, el diputado pudo haber incurrido en responsabilidades. No hay modo de que el partido pueda justificar ese hecho, haya sido o no culpable de lo ocurrido.   
De ser auténtica la carta firmada por los padres del joven, en la que se pide no investigar más lo sucedido, cabe que ésta se sume a las pesquisas. ¿En qué situación normal unos padres pedirían eso? ¿No será que alguien los forzó a hacerlo? No lo sé, pero tendría que indagarse.
En fin, creo que, ante este caso, Morena ha perdido la oportunidad de hacer lo correcto, de mostrar que es sincero su llamado a actuar con ética y poner fin a la impunidad de la clase política y no un mero discurso para ganar votos.  

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