LA COLUMNA
de El Diario
• Sin freno, la caída en pedazos del noroeste
• Tras golpiza reaparecen juntos en Instagram
• Loaeza sigue de tapete de Corral, lo llama amigo
La nueva masacre ocurrida en Ignacio Zaragoza demuestra la ingobernabilidad más rampante en aquella zona igual que prácticamente en todo Chihuahua.
Permanecen los pobladores a expensas de extorsiones, asaltos, secuestros y sanguinarias confrontaciones entre grupos del crimen organizado, esta vez con un saldo de cinco ejecutados, cuatro de ellos decapitados; vehículos incendiados y muchas atrocidades más.
Han sido los lectores de El Diario testigos de la catastrófica guerra en aquella región a través de nuestras páginas impresas y de Diario.mx No hay semana que no debamos dar noticia de cruentos hechos acontecidos en los que mueren civiles, miembros de partidos políticos, empresarios, profesionistas... y por supuesto, en mayor cuantía integrantes de las propias mafias.
Es Cuauhtémoc, Guerrero, Gómez Farías, Ignacio Zaragoza, Madera y toda la región noroeste con Nuevo Casas Grandes de centro operacional.
Debe ser tomado en cuenta todo ese historial acumulado para arribar a la afirmación de la ingobernabilidad. No han sido hechos aislados ni fortuitos; hacemos énfasis, han sido acontecimientos sistemáticos, recurrentes y de gran impacto que llamaron la atención de la autoridad estatal desde que inició el régimen de Javier Corral Jurado.
El Estado tomó la batuta desde febrero del 2017 sin más plan ni estrategia, ni de seguridad ni política, que un decretazo para hacerse del control de las policías preventivas en siete de esos municipios. Quien es responsable de aquella ingobernabilidad, entonces, es justo el Estado.
Ha sido la administración de Javier Corral incompetente e infinitamente irresponsable. Esa estrategia del decreto no sólo no ha funcionado sino que francamente no ha tenido un seguimiento serio.
Desbordó ayer de falsedad el gobernador Javier Corral al decir en Juárez que los operativos allá han sido exitosos.
Los policías estatales o en realidad no tienen presencia en aquella región inmensa o han entrado en componendas con los grupos criminales de la zona, como ha sido denunciado en Nuevo Casas Grandes, Madera o Cuauhtémoc.
Y así seguirá mientras no intervengan otros actores de otros niveles de gobierno. Es proverbial la falta de interés, de solidaridad y de cumplimiento de Corral con su función. Esconde la cara para no asumir culpas o lanza esas culpas a otras instancias de autoridad o a los propios medios de comunicación cuando ocurren situaciones como la del domingo en Zaragoza.
Ese es el talante real del gobernador de Chihuahua, sin necesidad de maquillaje ni señalamientos superlativistas.
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En redes sociales circula una fotografía que habla de un cambio drástico entre quienes recibieron una golpiza una madrugada a mediados de agosto en los antros denominados Los Portales y su agresor, el exdirector de Tránsito, Óscar Acosta.
En esa imagen se observa a Acosta departiendo alegremente con varias gentes, entre las que se halla Alejandra A., mencionada así en la carpeta de investigación 31-2018-000-30253 abierta por la Fiscalía del Estado Zona Norte.
Ella fue agredida por Acosta e interpuso también denuncia pero la peor parte fue sufrida por su acompañante, el empresario Eduardo “Lalo” Rangel Escobar. Óscar le fracturó la nariz y le propinó “golpes de aproximadamente ocho centímetros de diámetro” en diversas partes del cuerpo al hombre, de acuerdo al parte médico.
Óscar Acosta fue director de Tránsito en la administración municipal de Enrique Serrano Escobar. Lo sostuvo no obstante múltiples señalamientos por abusos y corrupción.
La golpiza tuvo un gran impacto social precisamente porque involucró como actor principal al exfuncionario municipal y también catedrático en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), ahora con licencia.
Ha quedado claro que la denuncia ha seguido su curso en la Fiscalía aunque está pendiente de ser judicializada. Rangel quedó con órganos internos del cuerpo severamente afectados y con la amenaza de perderlos mientras, todo indica, la otra agredida que acompañaba a Rangel ya superó el conflicto con el agresor... ¡Bendito Dios y sus designios inescrutables!
“Flakitaholguín” es la cuenta de Instagram donde el reencuentro fue celebrado. “Un festejo más jajajaja... felicidades cosa”, aplaude. En la versión digital de La Columna, la imagen.
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Hace unas de semanas reveló el exalcalde suplente Alejandro Loaeza Canizales por dónde venía mascando la iguana de sus compromisos políticos en precampaña y campaña ya sin los atavismos incómodos de la nómina y la estricta conveniencia circunstancial con sus excompas los independientes.
Puso Alex en su Face: “Qué grata sorpresa me llevé el día de hoy que recogí mi título de la maestría en derecho fiscal y encontrar dentro una felicitación del gobernador, mi amigo Amigo (sic) el Lic. Javier Corral Jurado, es un detalle de su parte que guardaré con mucho aprecio...”.
Fue evidente que Alex usó el poco tiempo al frente de la alcaldía como suplente de Armando Cabada para tenderse de alfombra cuan largo es en su relación con Javier Corral, sin merecerlo el mandatario más allá de su lucrativa investidura.
Mientras su jefe político sudaba la gota gorda para sobreponerse a un sólido Javier González Mocken, Loaeza la pasaba revisando la agenda del gobernador para aprontarse en todos sus eventos, incluida la caravana electoral proanayista en la Ciudad de México.
Todo fue descubierto por Cabada y por eso procedió a no renovarle contrato alguno. De ahí que ahora en plan francamente cócora asegure que Corral es su “amigo” y hasta haya conseguido una leve audiencia para pedirle chamba. Ha bajado la calidad en la dignidad del clan político Canizales.
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El horno no está para bollos pero el panadero quiere sacar pasteles. Inexplicable e inentendible el juego, o las cartas, que quiere plantear el Gobierno estatal a la próxima administración federal lopezobradorista. Lo mismo un día le tira un seductor guiño cual quinceañero enamorado, y al día siguiente le suelta tremendo sopapo barriobajero estilo Tepito, patín y trompón a la malagueña.
Ya habíamos señalado aquí la notable y marcada ausencia del team Morena en el Encuentro Nacional Anticorrupción (ENAC2018), como un claro signo si no de desaprobación sí al menos de indiferencia hacia el evento de Corral.
Resulta que en la columna de Meridiano 107, “Fuentes Confiables” del pasado viernes 12, afirmaron que Rafael Espino –operador directo de Alfonso Romo y por ende muy cercano a López Obrador– es un posible candidato a la gubernatura en 2021, entre otros más mencionan como Cruz Pérez Cuéllar a la cabeza y Loera de la Rosa en caso de requerir comodín.
Pero al columnista de Palacio se le va recio la mano al señalar “el pasado turbulento” de Espino, ya que estuvo preso –asegura quien escribe– entre 2011 y 2013 “por una acusación de la que finalmente salió bien librado”, a lo que Rafael Espino respondió entre amigos: “Resulta que estuve preso y yo ni por enterado”. En corto, a sus más allegados, el aludido negó completamente cualquier desavenencia con la ley, ni en esos ni en ningún otro año. Efectivamente es como los alumnos que copian en un examen pero jamás hay castigo porque nunca los agarran en la movida.
Nada tendría de extraordinario el “columnazo” en tratándose de política y políticos, así es esto de las gelatinas, unas cuajan y otras no, pero adquiere mayor relevancia cuando se analiza el hecho de que el medio –Meridiano 107– es propiedad de Antonio Pinedo, el jefe de Comunicación Social del Gobierno estatal.
Nadie, en su sano juicio, creería que dicha columna fue escrita sin el aval del gobernador. ¿Entonces, a qué juega Corral con Morena y con López Obrador? Lo veremos el próximo sábado que el tabasqueño ande por estas tierras.
Las peras pueden ponerse de a peso.