Opinion

Chihuahua necesita lana, no más lonas

Manuel Narváez
Analista

2018-10-14

Se vienen los días de la negocia para los presupuestos y es momento de mostrar el colmillo y la voluntad política.
Si bien es cierto faltan poco más de dos meses para la aprobación del paquete económico en el Congreso de la Unión, apenas si es suficiente para cabildear con los legisladores federales y los funcionarios claves que integrarán el gabinete del nuevo ejecutivo federal.
Antes que el presidente electo termine de cobijar lo que a su movimiento le interesa, los alcaldes de Chihuahua y el poder ejecutivo estatal deben sentarse a platicar con los nueve diputados federales y los tres senadores de la entidad, al margen de sus filiaciones partidistas.
No queremos los ciudadanos volver a pagar los platos rotos de la falta de oficio del gobernador, que en los dos años que lleva al frente del ejecutivo, dejó hasta lo último el cabildeo, o simplemente se montó en el macho de la soberbia y no trajo ni un centavo extraordinario para obras que urgentemente se requieren.
Igualmente los munícipes, la gran mayoría reelectos, ya se saben el caminito, pero a diferencia de los dos años anteriores, esta ocasión tiene la particularidad de cambio de presidente y una congreso dominado por Morena.
Considerando que los recursos para hacer obra son escasos, apenas el 11 ó 12 por ciento del total del presupuesto, el cual rondará los 5.5 billones de pesos, y que al menos el 80 por ciento de esos 600 mil millones que quedan se irán a cubrir los compromisos de campaña de López Obrador, son razones suficientes para sacudirse el orgullo y sentarse a negociar con los legisladores federales de la entidad.
No es fácil tragarse la soberbia y el orgullo, eso ha quedado de manifiesto cuando el gobernador se pelea con todo mundo. Tampoco podemos permitir que los diputados federales (5 de 9) y los senadores de Morena (2 de 3) se vayan a sentir bordados a mano o piensen que son súbditos de Andrés Manuel; de ninguna manera, son legisladores chihuahuenses y los votos los recogieron en territorio estatal.
Habida cuenta de lo que viene, estamos en tiempo para que Corral, Cabada, Maru, Lozoya, Compeán, Tena y todos los demás alcaldes de Chihuahua vayan armando los proyectos ejecutivos de las obras que se necesitan, las importantes y las urgentes.
Esos proyectos ejecutivos tienen, si, tienen que ser adicionales a la bolsa de los diez mil millones de pesos que AMLO prometió repartir entre 15 ciudades del país, incluida Juárez. No podemos aceptar menos.
Por si se les ha olvidado al gobernador y a los presidentes municipales, les recuerdo que mega urge obra pública en todo el estado, que termine con la sequía de dos años que ha traído como consecuencia el regreso a los primeros lugares en inseguridad y nos ha arrastrado hasta los últimos en desarrollo integral.
Más allá de las obras inerciales de cada año e independientemente del partido en el Gobierno estatal o en los municipios, es impostergable arreglar infinidad de carreteras en todo el territorio, así como en avenidas y calles secundarias de las ciudades más pobladas del estado, que están más destrozadas que nunca.
Es imperdonable que se sigan escamoteando recursos para el alumbrado público en Juárez; cámaras de seguridad en la frontera y la capital; infraestructura hídrica en las colonias periféricas de las 7 ciudades con mayor población y mejorar las condiciones laborales, de capacitación y armamento de las fuerzas de seguridad.
Bajo estas premisas, lo que definitivamente no puede seguir ocurriendo es el despilfarro en programitas asistencialistas, mucho menos continuar desperdiciando recursos en gasto corriente. Si tienen déficit, que adelgacen la nómina y los salarios, y si no quieren, que operen solo las áreas de emergencia y las que tengan presupuesto para obra pública y mantenimiento. Así habrá ahorro.
Dicho lo anterior, diputados federales y senadores; gobernador y alcaldes, los estamos observando. Tengan la certeza que pondremos lupa telescópica en los recursos extraordinarios que consigan para Chihuahua, y en la ruta que sigan. No habrá piedad con los moches (¿entendido, Madero?) ni con los que se quieran pasarse de mestizos o MORENOS.
A ver si es cierto el amor de la cuarta transformación y el respeto por el federalismo.
PD. Ese mentado Foro “nacional” ‘anticorrupción’ fue más pedóxido de cabronato que ejemplo de congruencia. No hubo derrama económica de los conferencistas y panelistas, pero sí derroche de demagogia y prédicas en el desierto.

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