Opinion

La autoridad del gobernador la ocupan los delincuentes

LA COLUMNA
de El Diario

2018-09-24

• La autoridad del gobernador la ocupan los delincuentes

• Aparicio y Pinedo, los despidos en puerta

• Diputada de Morena, en lunes, en un autódromo

No sorprende que ahora el asesinado sea el presidente de una organización de corte empresarial muy importante a nivel local, nacional e internacional como es Coparmex. Ha caído bajo las balas su presidente en Parral, de apenas 30 años de edad, Uriel Ulberto Loya Deister.
No sorprende porque donde no hay autoridad cualquier barbaridad puede suceder. Es patético admitirlo pero Chihuahua dejó de tener gobernador desde el momento que tomó las riendas del Poder Ejecutivo, Javier Corral Jurado. Regresó a la entidad la plaga de la violencia como en su peor época 2007-2011.
Cómo imaginar que sólo unos meses después de asumir la gubernatura fuera asesinada también una presumiblemente entrañable amiga de Corral. Eso fue la colega periodista, Miroslava Breach.
Fue en marzo del 2017 cuando cayó la compañera acribillada en las afueras de su domicilio en la ciudad de Chihuahua; quizá mes y medio antes Corral le quiso hacer al valiente y tomó por decreto legal (con todo y protocolo) las policías municipales de siete municipios.
En las siete localidades el gobernador pasó por encima de los ayuntamientos y puso al frente de la seguridad pública a su coyote para cuidar a las gallinas, Óscar Aparicio Avendaño. Fue doble la humillación y la denigración para los pobladores de las siete localidades... fueron tomados por los policías y por el crimen. Masacres al por mayor que todavía no terminan.
En uno de esos municipios fue secuestrado entre mucha gente el doctor Blas Godínez; todavía no aparece. Sin ninguna medida cautelar para su familia, su hijo del mismo nombre tuvo la audacia de convertirse este año en candidato a la alcaldía y después en presidente municipal. Horas antes de tomar protesta fue baleado, hoy permanece con escasa vida en un hospital de la capital del estado.
Todo 2017 fue de masacres, acribillamientos y delincuencia sin precedentes en la ciudad de Chihuahua; a unos metros de Palacio de Gobierno; a cuadras de los poderes Legislativo y Judicial. Completo el desenfreno.
Corral exhibió apocamiento ante las bandas criminales desde que la realidad entre las palabras y los hechos le golpeó el rostro con Arturo Quintana, alias “El 80”, a quien una vez electo le advirtió que le daría 72 horas para irse del estado. No ha vuelto a mencionar su nombre ni por error; ni cuando el jefe delictivo fue aprehendido por federales en mayo de este año, en Namiquipa.
En Juárez las principales pandillas operadoras de los grandes cárteles han generado una tregua cuando sus líderes así lo decidieron. Las bajas se acumularon por cientos durante este año y parte del 2017. Las policías Ministerial y Estatal metidas en la disputa.
Ni temor ni respeto a Corral por parte de los delincuentes. No ha sostenido una sola reunión efectiva de seguridad con todos los niveles de gobierno ni con las autoridades de los 67 municipios. Palos de ciego. Pretextos. Gobierno superficial. Cero noción en los rangos de prioridades.
Ahora fue un presidente de Coparmex, mañana puede ser cualquiera.
Empujado por las presiones enormes sobre todo nacionales, –son las únicas a las que atiende–,  Corral se apersonó unos minutos ayer en el funeral de Uriel Loya, pero el vacío de poder sigue. Su espacio lo ocupan los delincuentes.
***
Cuando el gobernador pensó en aceptar el nombre de Óscar Aparicio Avendaño para colocarlo al frente de la Comisión Estatal de Seguridad, o llanamente Policía Estatal, supo que enfrentaría algunos problemas porque ni es de su equipo, ni es de Chihuahua y porque su origen es la mal afamada Policía Federal.
Lo mismo imaginó pero con escenarios muy distintos de su incómodo viejo amigo Jesús Antonio Pinedo Cornejo, el coordinador de Comunicación Social, o comúnmente llamado vocero del Gobierno estatal. Corral estuvo seguro que el ‘licenciado’ en Historia le crearía conflictos y no llenaría los zapatos del cargo por su bajo desempeño físico. Le caracteriza la pereza, entre otras.
Concluyó Corral que con Pinedo o cualquier otro, él mismo se ocuparía de la comunicación (el gobernador) porque al fin y al cabo es también ‘periodista’.
Craso error. Exceso de confianza e importapoquismo. El gobernador no sólo dejó solos a Aparicio y Pinedo sino que les ha ratificado su confianza a pesar que en todo el sistema PAN-Gobierno estatal no exista duda que el primero sostiene una vida de rico viviendo ahora en el exclusivo San Francisco Country de la ciudad de Chihuahua y el segundo sostenga varios negocios privados con recursos públicos, entre ellos el de su novia (hermana de una funcionaria subordinada al propio Pinedo), cuya información hemos presentado en El Diario con todo detalle.
Sólo así se entiende que fracasen todos los programas de seguridad pública emprendidos por el Gobierno estatal (Aparicio acusado una y otra vez de sostener ligas con el crimen organizado) y que también sea un desastre la imagen del gobernador entre los chihuahuenses puesto que nada le importa al responsable de mantenerla sana. Si nada hace Corral por sí mismo, yo menos, ha de justificar Pinedo.
Ayer trascendió que ambos funcionarios al fin serán despedidos por el gobernador del estado. Más a fuerzas que con ganas pero al fin ha concluido que nada puede hacer por sostener a Aparicio y tampoco por su vocero estatal. Los quiere mucho pero tampoco desea pasar por tonto cuando todos los informes y aún las voces de los panistas más respetados le han sugerido el ya basta.
Aparicio y Pinedo dejarán sus oficinas apenas los medios de comunicación bajen un poco sus señalamientos, pues tampoco quiere dejarse el antecedente de que las separaciones son por las publicaciones.

***
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador, no se ha cansado de clamar a los legisladores de su partido, Morena, que se conduzcan con austeridad, sin payasadas, sin escándalos; que no mientan, que no roben; resistirse a las tentaciones del poder...
Como dirían las tiernas abuelitas, ya empezaron con sus cosas. No es para escándalo pero sí para comprobar que esas recomendaciones entrar por un oído y salen por el otro.
El Congreso del Estado tiene trabajo por montones. Para una diputada precisamente de Morena no da esa impresión. La juarense Ana Estrada ayer subió a su Face foto presumiendo su estancia en el Autódromo Rodríguez... ¡de la Ciudad de México!
Diputada por el cuarto distrito de esta frontera expuso con asombro que “rodar” en el autódromo chilango es ‘ooootra cosa!!!’.
Sin reparar siquiera en que todo mundo trabaja de lunes mínimo a viernes, a veces en horarios de la mañana, a veces en horarios de la tarde, y muchísima gente en horarios nocturnos, ella agrega, “nada mal para ser lunes”...
¿Acaso para eso votaron por ella los electores del cuarto distrito juarense? Claro que no. Votaron justo en contra de esas prácticas que sus antecesores tuvieron por décadas cobrando para no hacer nada en los órganos legislativos.
Vaya primera decepción, ahora entendemos por qué ni los propios legisladores de Morena en el Congreso del Estado han aceptado disminuir los altísimos salarios como lo ha pedido su líder AMLO. Nomás falta conocer si la diputada también tuvo la imprudencia de pagar el viajecito con recursos del órgano legislativo chihuahuense. “No payasadas... no mentir ... no robar”, ha repetido el presidente.

X