LA COLUMNA
de El Diario
• AMLO y el Chihuahua cada vez más emproblemado
• A Rafael Espino se le cayó la sopa
• Millonada en impermeabilizar gobierno
• Beatriz Córdova llegó filosa
Será esta semana cuando se decida la fecha en que Andrés Manuel López Obrador vuelva a Juárez como parte de su gira de agradecimiento.
Acercándose cada vez más la toma de protesta, la visita será una prueba para el presidente electo y su equipo, ya configurados para actuar como Gobierno, lejos de la cómoda oposición.
La cita de AMLO se inscribe en el comienzo de la construcción del muro de Donald Trump, las cada vez más constantes acusaciones de vínculos entre la Policía Estatal con grupos de narcotraficantes y el velado enfrentamiento que tiene Morena con Javier Corral, con el episodio de la impugnación al nombramiento de auditor estatal como primer round.
Sin duda alguna incluirá López Obrador en la agenda el tema de la reducción de impuestos y el aumento al salario, asunto que trae preocupada a una parte de la industria maquiladora, que ha amenazado con quitar prestaciones para cumplir con el decreto presidencial.
Son varios los que pagan por ver cómo a medida que se acerca el inicio de la administración lopezobradorista avanza el desgaste propio del ejercicio de gobierno.
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A Rafael Espino de la Peña se le escapó de las manos el jugoso puesto de director general de Aduanas que tenía previsto ocupar en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Un pajarito le fue con el chisme al tabasqueño de los manejes que hizo Espino para las candidaturas en Chihuahua, donde junto con Juan Carlos Loera de la Rosa y Ariadna Montiel, hizo y deshizo amarres a placer sin reparar en militancias, experiencia y designación de los mejores perfiles para tener candidaturas fuertes en las pasadas elecciones.
Fue principalmente en Jiménez, Aldama y Delicias en donde el trío hizo de las suyas, pasando por encima del dirigente local, Martín Chaparro, quien frente a la tozudez del grupito tuvo que salir al paso para romper con acuerdos previamente amarrados con líderes y bases de Morena.
Particularmente pesó en las filas de López Obrador la decisión del eje Montiel-Espino-Loera de bajar a Raúl Botello de la alcaldía en Delicias, para poner a Nora Agüeros y, posteriormente, regresar la candidatura a Botello a través de su hija Yazmín, que fue finalmente la abanderada de Morena.
En el mismo municipio, Espino y compañía determinaron poner a Leticia Loredo Arvizu como candidata a diputada local, pasando por encima del expanista Luis Villalobos.
De haber dejado a Villalobos, cuentan, era prácticamente segura esa diputación a Morena, que acabó perdiendo ese distrito por 128 votos frente al PAN.
Esa diputación habría puesto a Morena en superioridad numérica frente al blanquiazul y con mayor margen de maniobra ante las acrobáticas alianzas (con PRI, PVEM y PES) que ahora tienen que aventarse los lopezobradoristas.
Con otro hueso tendrá que conformarse Espino.
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En la agenda oficial de los Foros Escucha no estuvo nunca registrado el que la semana pasada se realizó en Cuauhtémoc. Por la logística, la escasa asistencia y sobre todo las marcadas ausencias de los personajes clave del próximo Gobierno federal, da la impresión de que el evento se lo sacaron de la manga algunos de los rockstars de Morena en la entidad.
En vez de Olga Sánchez Cordero y Alfonso Durazo, protagonistas de la estrategia de pacificación del país, estuvieron Juan Carlos Loera de la Rosa y Eunice Rendón, además de algunos diputados locales; ningún personaje de verdadero peso e influencia en las decisiones del gobernante electo.
Mientras aquí eran secundarios los personajes, el mismo día en Cancún se realizó otro foro de víctimas, con más participación, con el tema de protección a periodistas en la agenda y con Loretta Ortiz, coordinadora del proceso de pacificación.
Encima de la ausencia, los asistentes de Cuauhtémoc tuvieron como acompañantes del Gobierno estatal a Víctor Quintana y Gabino Gómez, dos funcionarios que por trayectoria y puesto deberían ser de los más involucrados en la atención a las víctimas, las que se quejan precisamente del olvido de Corral.
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Serán nomás 2.8 millones de pesos los que pague el Gobierno estatal por la impermeabilización de las oficinas del Gobierno en Juárez.
“Pueblito Mexicano”, el antiguo centro comercial adecuado como espacio para la representación de la administración estatal, ha significado el gasto de millones de pesos del erario desde la llegada de Corral al gobierno.
A los recursos destinados para la compra de muebles “fifí” para las oficinas de funcionarios y para modificaciones obligadas en edificios públicos se suma ahora el millonario contrato con Asinorum Constructora S.A. de C.V. para la impermeabilización.
Entre megapantallas, comilonas de miles de pesos y ahora millonarias obras de restauración, es obvio que hasta en la austeridad prometida por Corral hay niveles.
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Con las tijeras afiladas regresó Beatriz Córdova a la Dirección de Educación del Municipio.
No habían terminado de acomodarle la silla cuando la excandidata a diputada decidió sacar de su área a dos colaboradores que mucha gracia no le hacían.
La rapidez del despido generó miedo entre los subordinados que de momento quedaron dentro de la nómina municipal y se preguntan qué pasó con la ahora independiente para que con tal furia iniciara la limpieza de su despacho.
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Andan que se comen las uñas muchos beisboleros por lo que parece el inminente anuncio del arribo a Ciudad Juárez de un equipo de grandes ligas.
De la mano de importante grupo empresarial llegaría una franquicia a la frontera para subirse a la Liga Mexicana de Beisbol.
Afición y tradición beisbolera sobran en la frontera, ni duda cabe. El tema tampoco está en la falta de un escenario ideal para un equipo de tal magnitud.
Uno de los puntos que pudiera demorar y hasta cancelar la franquicia sería, nada más y nada menos que intereses económicos y políticos; uno de ellos es que son muchos los que quieren colgarse la medalla por el hitazo que significaría traer la LMB a Juárez.