Opinion

El medio ambiente como tema central para la política pública

Verónica González
Analista

2018-09-17

En los últimos años se ha presentado un retroceso en el tema ambiental desde el Gobierno federal hasta en los gobiernos locales. Las políticas públicas, la legislación y la normatividad no han sufrido algunos cambios contundentes. Por ejemplo, en las áreas naturales protegidas se han cedido algunos predios para zonas de construcción. Cada vez se talan más árboles en áreas de conservación, lo que propicia no sólo la pérdida de vegetación sino el hábitat de especies de fauna, que ocasiona una alteración en la cadena trófica en los ecosistemas.
Desde finales del siglo XX se ha hablado mucho sobre el cambio climático y sus efectos, en el transcurso de las últimas décadas se ha conjuntado información sobre la evidencia de los efectos negativos en la fauna y flora. Es cierto que los ciclos naturales se han modificado y que en las últimas décadas se han perdido muchas especies.
¿Pero acaso estamos conscientes de nuestras actividades y de lo que afectamos de manera indirecta al planeta?  Me atrevería a responder que no. No hemos sido responsables de nuestro estilo de vida y no pensamos en los efectos secundarios (y primarios) que propician nuestro consumo irresponsable.
Entonces ¿cómo podemos conocer el impacto de nuestras actividades cotidianas? Existe un concepto que desde hace más de veinte años surgió a nivel mundial, la huella ecológica, es un índice que calcula según los hábitos y costumbres cuantas tierras necesitaríamos si todos los habitantes de la Tierra tuviéramos el mismo comportamiento. Este índice con base en lo que comemos, donde vivimos, que actividades hacemos de forma cotidiana o extraordinaria (como las vacaciones), el uso de aparato eléctricos y de los gadgets de tecnología, entre otros aspectos; hace un cálculo de las emisiones y de los efectos que producen.
Organizaciones como Green Peace y el World Wildlife Fund diseñaron la herramienta interactiva para que cualquier persona lo pudiera emplear. Para ello fue necesario que un equipo multidisciplinario participara en la elaboración e identificara los elementos clave para poder hacer un diagnóstico fidedigno.
A más de una década de la elaboración de la herramienta no se ha utilizado como referencia para fomentar la educación ambiental y mucho menos para representar las consecuencias de nuestro estilo de vida y por ende sus efectos negativos en los ecosistemas. Considero que esta será una asignatura pendiente en la nueva administración tanto a nivel federal como municipal.
La tarea de la nueva directora de Ecología del Gobierno Municipal de Juárez será hacer modificaciones a las atribuciones y a los alcances de esa oficina. Deberá crear una nueva estructura que obedezca a los nuevos conceptos, como la sustentabilidad, el cambio climático, la economía ambiental, la mejora de la calidad del agua y la promoción de energías limpias en los edificios municipales.
No será una tarea sencilla, pero sí prioritaria, en Juárez no hemos visto de forma clara los efectos negativos del uso indiscriminado de los recursos, pero con base en nuestros patrones de vida pronto será una necesidad apremiante en los años siguientes. Las actividades serán muy demandantes, pero el beneficio a mediano y largo plazo permitirá que las generaciones futuras sean las que vean los resultados de estas acciones. Sin duda es una asignatura pendiente en Juárez, en México y en nuestro planeta. 

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