Opinion

La reversa también es cambio

Fernando A. Herrera Martínez
Analista

2018-09-06

¿Sin Ejército y sin Marina?
La decisión de Andrés Manuel López Obrador de conservar al Ejército y Marina en las calles, se amplía a la idea de convertirlos en una fuerza policial permanente que se encargue de la seguridad pública interna del país. Este cambio radical, de quien decía que el Ejército regresaría a los cuarteles, se debe a que se está dando cuenta de que la delincuencia organizada y el narcotráfico son una cosa absolutamente distinta de cuanto se hubiera imaginado.

Cuántos
La Marina o Armada de México tiene mucho trabajo en el cuidado de las aguas territoriales del país, preservarlas de pesca por parte de gente en barcos con banderas de otro país es apenas una de las muchas tareas que desempeñan. La pregunta es: ¿Tenemos soldados y marines suficientes como para atender las casi trescientas zonas de conflicto que se han detectado en el país?

Mixtas
Tendrán que crear un cuerpo mixto de atención de la seguridad para que con los soldados y marines anden ministerios públicos y otros agentes de investigación. Ahora bien, ¿Quién tendrá el mando? Seguramente el militar de mayor rango que toque en cada lugar.

Invasión
Dijo el Presidente Electo que no hay riesgo de invasión para el país por parte de alguna potencia extranjera, y que dado el remoto caso, pues todos los mexicanos defenderíamos la Patria. Entendido, nos quedamos sin Ejército y Marina y los convertimos en policía especial para la seguridad interna del país.

Infiltrados
AMLO sabe ahora que la Policía Federal, las policías estatales y, más que ninguna, las municipales, están infiltradas por los chicos que gustan de ganar dinero en diversas actividades ilícitas, tales como la trata, el narco, el huachicol y muchas otras actividades, como el cobro de piso, paso, estancia, además de los secuestros, seguidos de un largo etcétera.

Descabellado
La idea no es mala, la verdad es que no estamos en posibilidad de enfrentar algún tipo de conflicto con otro país, de ahí que el Ejército y la Marina desempeñen muchas otras tareas que dignifican y justifican su existencia, pero ahora de lo que se trata es de que se conviertan en policías que cuiden de nosotros.

Municipales
La idea de que las policías municipales están infiltradas es algo que todo mundo dice saber y que es absolutamente cierto, justificando tal situación en la baja preparación que tienen los elementos de corporaciones municipales, amén de los bajísimos sueldos que reciben, ya ni se diga del disque armamento que se les entrega que no llega, en ocasiones, ni a una resortera, así que la lógica indica que tienen que ponerse “listos” para sobrevivir.

Estatales
Otra cosa son las policías estatales que se corrompen por la enorme posibilidad de hacerse de dinero volteando para otro lado, custodiando, transportando o ayudando a quienes pueden ayudarles a hacerse de dinero, aunque vaya en contra de su tarea. La realidad, que nunca pide permiso, nos ubica en que las cosas así están y no hay nada que pueda hacerse, ya que es parte de la condición humana.

Federales
Las policías federales no están exentas de esa corrupción, ya que sus salarios son bajos y los envían a todas partes del país sin viáticos y al tener que dejar el sueldo en casa para la familia, pues tienen que “buscar” hacerse vivir en los lugares donde estén destacamentados.

Soldados y Marines
No es que en el Ejército y Marina no haya corrupción, aunque es menor en hombres, y, tal vez, mayor en cifras de dinero, así que de ahí depende el éxito de los propósitos del presidente electo. Si le toca un buen secretario de uno y otro ramo, y ellos se fajan con los generales jefes de región, algo bueno podría salir de ese plan de trabajo con nuestras fuerzas armadas.

Decisión
Siempre se ha dicho que al presidente Calderón se le dijo que sacar al Ejército y Marina a las calles era un enorme riesgo porque de corromperse ya el país no tendría otra institución que saliera al quite. Desde el punto de vista de este escribidor, el planteamiento que se propone AMLO es viable.

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