Opinion

Se despachaban 900 mil mensuales

LA COLUMNA
de El Diario

2018-09-04

• Se despachaban 900 mil mensuales

• Contra Cabada no intervino AMLO

• Chihuahua ciudad amanece de luto

• Llega Grajeda con limpia en Salud

Todavía de creerse que Miguel Ángel Osorio Chong, Beatriz Paredes y el archimillonario chihuahuense Gustavo Madero Muñoz, quieran permanecer en el Senado de la Repúbica con un módico salario de 105 mil pesos mensuales cuando sus antecesores se llevaban la friolera de 900 mil del águila con todos los arrimadijos.
Esos 900 de ensueño son el total que los nuevos senadores integrantes de la Cámara alta del Congreso de la Unión han calculado recibían los miembros de la anterior Legislatura, sumando un sueldo superior a los 250 mil pesos mensuales, dinero en efectivo para teléfono celular, computadoras, boletos de avión, vehículos, gestiones, subvenciones especiales por bancada, por pertenecer a las distintas comisiones de “trabajo” y hasta bonos por iniciar y concluir sus períodos legislativos.
Un verdadero insulto para la clase trabajadora del país, tanto para la asalariada como para la emprendedora de cuyos ingresos salen los impuestos que luego se traducen en salarios por completo injustificados para el grueso de la burocracia a la que en un exceso de consideración le es colocado el sinónimo en plural de servidores públicos.
Justo ayer se acabó la fiesta, qué decimos fiesta, el bacanal de derroche grotesco a cargo de todos los mexicanos. La Junta de Coordinación Política del Senado, bajo el control de la nueva mayoría de Morena que prometió austeridad junto con su jefe el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, acabó de tajo con esos privilegios insultantes que sumaban los 900 mil pesos mensuales. Dejaron los 105 mil de sueldo por senador y otros 100 mil para viáticos y apoyos legislativos.
Por supuesto hubo resistencia de los Madero, Osorios, Paredes y muchos más que deberán completar sus expectativas económicas de otra forma pero ya no con el presupuesto del Senado. Quizá con el manejo de su voto. Ya lo veremos.

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Ahondaremos en detalles con los números en mano. Por lo pronto el dictamen de la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) es una mayor aproximación de Armando Cabada a la reelección por tres años en la Presidencia Municipal y a expectativas políticas de alcance estatal para el 2021.
Primero fue el Tribunal Estatal Electoral el que retiró la constancia de mayoría que entregó la Asamblea Municipal Electoral a Javier González Mocken; ahora ha sido el TEPJF el que ha ratificado el triunfo de Cabada en la elección del 1 de julio. Queda al candidato de Morena una última instancia que es la Sala Superior del mismo órgano federal en la Ciudad de México pero se observa remoto un cambio a estas alturas de esa competencia de infarto.
El equipo de Morena se movió intensamente en la Sala Guadalajara. Dirigencia nacional, senadores, diputados federales. Todo mundo se metió a presionar, sólo uno no: el jefe máximo de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, ha dejado que los litigios sigan su curso normal. Y así seguirá siendo si la inconformidad, en efecto, brinca a la última instancia.
De subida por completo para la causa morenista. Armando sigue en pie con su Informe el viernes a las ocho de la mañana y preparándose para los próximos tres años... casi, casi.

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La ciudad de Chihuahua perdió ayer a uno de sus hombres de empresa más prototípicos.
Es el pésame coincidente que generó ayer el fallecimiento de don Federico Terrazas Torres. Deja un vacío en el sector empresarial, educativo y social que difícilmente podrá ser ocupado.
Su vida no fue sólo la de un chihuahuense visionario y exitoso para los negocios, sino un ser humano con una capacidad de liderazgo excepcional e igualable a su compromiso con el desarrollo de la sociedad en el estado. Jugó en el medio del ejercicio político, ni para un lado ni para el otro.
Fundador y miembro del Consejo de Administración del Grupo Cementos de Chihuahua, fue también quien promovió en los años 70 la apertura del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Chihuahua, y su actuar se caracterizó siempre por la promoción de proyectos de beneficio comunitario.
Su espíritu filantrópico y su alta sensibilidad social, que impactó prácticamente en todos los sectores del estado y cambió la vida de muchos chihuahuenses, le hizo acreedor de innumerables reconocimientos, dentro y fuera del país.
Una de sus últimas apariciones en público tuvo lugar el 3 de junio pasado, en la celebración del 20 aniversario del Hospital Ángeles, de cuya institución era presidente del Consejo de Administración.
Acorde a su carácter, el reconocimiento que ese día le fue entregado lo compartió con los que estaban ahí presentes, al expresar que eran ellos, y no él “los que han hecho posible que esta obra haya excedido las mejores expectativas”.
Su partida, a los 86 años, deja una profunda huella con centenares de acciones como legado.

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Víctor Laso, el flamante responsable administrativo de la Secretaría de Salud y por tanto operador de los dineros de Ernesto Ávila, se despidió en redes sociales de su puesto.
Ávila fue echado la semana pasada de esa neurálgica área del Gobierno estatal, indigestado por miles de millones de pesos en irregularidades, corrupción e importamadrismo, todo convenientemente solapado por Javier Corral.
Apenas llegó Jesús Enrique Grajeda, el nuevo titular de Salud, le pidió la posición. Era obvio. Quien controla el dinero, controla la Secretaría, probablemente junto con Educación y Deporte, la de mayor presupuesto y personal.
Laso se despide con emotivas y melosas palabras. Cómo no. Era jugoso el manejo de las licitaciones al interior de la Secretaría. Pero que no se confíe Grajeda. El suplente de Riggs en la Sindicatura era sólo la punta del iceberg. Debajo de él hay una caterva de funcionarios que operan –en la tenebra– los negocios del ‘nuevo amanecer’.
Deberá el exrector Grajeda continuar la limpia, de arriba para abajo en el área administrativa, particularmente en el manejo de compras, donde los escándalos están a la orden del día. En la edición digital la nota publicada por Víctor Laso en su facebook, acompañada de una linda foto con Ernesto Ávila y Francisco Ramírez Godínez, el exfuncionario que pendejea a quien puede, incluida la ahora exdiputada del tricolor, Rocío Sáenz.
 

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