Opinion

Problema estresante...

Víctor Guzmán
Académico

2018-08-28

Ante el incremento de grandes concentraciones de personas en ciudades, que disputan a diario por sacar los mejores beneficios personales, aunado a las competencias laborales y ritmo de vida apresurado, surge una enfermedad que sólo puede ser controlada por el mismo afectado, denominada estrés. No importa que sea de día o noche, el ajetreo no cesa, y cada ente humano se prepara de acuerdo a sus expectativas a continuar en esta lucha; quien no sabe controlar sus presiones, enferma y sucumbe.
Esta afectación de salud está haciendo mella en un sinnúmero de personas que quizá aún no lo han detectado, trayendo consigo enfermedades que serán un lastre para llevar una vida saludable.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), México es uno de los países más afectados por el estrés, superando a China y Estados Unidos. Nombrado “burnout” o estrés laboral.
El estrés es un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento superior al normal; regularmente provoca diversos trastornos físicos y mentales. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir frustrado, furioso o nervioso.
Se dividen en dos tipos de estrés, el primero es agudo, es a corto plazo y desaparece rápidamente, lo cual ayuda a prevenir situaciones peligrosas, es un estrés que todos llevamos y surge en cualquier momento; el segundo es el estrés crónico, el más peligroso, permanece un tiempo prolongado, aparece regularmente cuando hay dificultades de dinero, un matrimonio infeliz, obstáculos en el trabajo, volviéndose un problema de salud, si no se encuentra una manera de control.  (Psic. Luis Martínez M.). 
Difícil escaparse a alguno de estos pareceres.
No sólo es la preocupación por los diversos dilemas que aquejan a la población, el estrés trae consecuencias de salud. Debiéndose conocer los síntomas para tomar cartas en el asunto, hay a quienes les afectan menos, algunos más y otros enferman en consecuencia. Cada persona le da un peso diferente a los diversos aspectos que componen su vida y contexto, surgidos por la experiencia y los valores.  
Los primeros síntomas del estrés y sin conocimiento de poseerlo son: sentir opresión en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones, dificultad para tragar o cierre de garganta al ingerir líquidos, tensión muscular y resequedad de boca, entre otros.
Un problema de estrés agudo, significa la afectación de la vida misma en todas sus áreas, la funcionalidad se disminuye, surge la incapacidad para enfrentar las dificultades cotidianas, donde la preocupación se convierte en un hábito.
Pre – ocupación; preocuparme antes de actuar.
Los especialistas exponen que la preocupación es innecesaria y desgastante cuando el problema no tiene solución, o cuando en las manos del afectado no está el remedio.
Por ello es importante diferenciar si hay situaciones que el estresado puede controlar, modificar o simplemente no hay nada que hacer; ante ello el cambio de actitud y manera de pensar es necesario para modificar la percepción del problema. (Psic. Arlet Annet).
La preocupación va en aumento, en la existencia del ser humano, siempre ha estado ligado a las presiones y problemas constantes, es una vorágine que sólo termina de forma individual con la extinción de la vida, cada quien sabe lo que lleva cargando en el morral, y cómo enfrenta las vicisitudes.
Las muertes por consecuencia del estrés provienen de enfermedades como presión arterial alta, insuficiencia cardiaca, depresión, ansiedad etc. Es algo que sigue aumentando y prende las alarmas.
Los casos de visita al médico buscando respuesta a un padecimiento desconocido, después de haberse realizado estudios de sangre y orina, y no encontrando problema alguno en esos estudios, dan como resultado que el único problema es el estrés. Un problema personal que el único encargado de modificar los hábitos y la sanación es la misma persona.
Debemos comenzar con algo, los ejercicios de respiración son un aliado para bajar los niveles de estrés. 

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