Opinion

Elección en la UACJ

Sixto Duarte
Analista

2018-08-20

En un país como el nuestro, no existe un organismo público exento de señalamientos o escándalos. Independientemente de qué partido sea el que gobierne, parece que los mexicanos estamos destinados a que la corrupción forme parte de nuestra realidad cotidiana. Si lo que vemos son las instituciones de nuestra ciudad, advertiremos que siguen la tendencia del país. Sin embargo, a pesar de ello, existe un reducto en el cual no se han dado esta clase de escándalos desde hace casi veinte años. Me refiero a la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez es la institución más noble y transparente de la ciudad. Si usted pregunta a cualquier ciudadano en cuál institución pública tiene mayor confianza, lo más seguro es que le respondan que en la UACJ. La labor educativa y cultural que promueve va ligada a nuestra ciudad. En todos los parámetros que se pueden medir, la UACJ crece año con año. Esto la distingue de la Universidad Autónoma de Chihuahua, misma que ha sido imán de escándalos, y excesos. La universidad cumple a cabalidad con su triple función fundamental: la docencia, la investigación científica, y la difusión de la cultura.
Una de las características que ha distinguido a la máxima casa de estudios de nuestra ciudad es su pluralidad. La UACJ es un espacio donde convergen las más variadas ideologías, tanto en su planta docente, como en su alumnado. La libertad de cátedra, pilar fundamental de cualquier institución académica, se ve robustecida y complementada con esta característica de que goza nuestra universidad. Esta es otra diferencia de la UACH, en donde la planta docente, salvo contadas excepciones, procura mimetizarse con el gobernante en turno.
Otra de las características de la UACJ es el ejercicio efectivo de su autonomía. El viernes pasado la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez dio muestras de ello al elegir a quien será el rector para el período 2018-2024. En primer término, se tiene que reconocer la actitud respetuosa del Gobierno al no intervenir en un proceso que únicamente compete a la comunidad universitaria.
Como cada seis años, fueron varios los legítimos aspirantes a encabezar los esfuerzos de la universidad. En esta ocasión fueron diez las personas que se inscribieron para participar en el proceso de elección de rector. El común denominador de la mayoría es que son gente que ha entregado años de su vida a la consolidación de una mejor universidad. La comunidad universitaria debe sentirse privilegiada de tener dentro de su capital humano personas tan capaces y comprometidas con la institución.
A pesar de las especulaciones, filtraciones a diversos medios y análisis que en todos lados se replicaron, el Consejo Universitario eligió libremente al próximo rector. En este proceso, resultó electo como rector el maestro Juan Ignacio Camargo Nassar, director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración. El maestro Camargo es el primer rector que es egresado de la misma universidad. Esto en sí ya es un motivo de orgullo para sus egresados, en especial para ICSA.
Camargo ha formado parte de la Institución desde hace más de dos décadas, impartiendo diversas materias en la Escuela de Derecho, fungiendo como jefe del Departamento de Ciencias Jurídicas y como director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración. Los años dedicados al servicio de la universidad son una garantía de que su gestión como rector tendrá las mismas características que su carrera: honestidad, perseverancia, dedicación plena y compromiso con la comunidad universitaria. Paralelamente a su carrera académica, Camargo ejerce profesionalmente su carrera de abogado, y cuenta además con patente de aspirante a notario. Esto viene a evidenciar que ha sabido combinar de manera eficiente su perfil profesional con el perfil académico, y que trasladará esta característica a los planes y proyectos de la universidad.
La universidad enfrenta hoy diversos retos: una matrícula cada vez más grande de alumnos, el mejoramiento en los planes de estudio para adecuarlos a las necesidades de nuestro entorno, entre otros. Hoy la universidad es una mejor institución de lo que era hace seis años. Sin el menor resquicio de duda, repetiremos esta misma frase en seis años más.

X