LA COLUMNA
de El Diario
• El Cártel de Juárez y la guerra Aztecas-Línea
• En Chihuas se dieron tiro Marcelo y Ariadna
• Corral no da votos a candidatos, quita
• Al menos en la invitación no aparecen Reyes ni Geo
Quizá el problema más grave que enfrentan Los Aztecas no es la división entre jefes de su pandilla y la cruenta guerra librada contra una buena parte de sus exaliados integrantes de La Línea.
A partir de octubre de 2014 que fue detenido Vicente Carrillo “Viceroy” en Torreón, Coahuila, fue perdiéndose la “autoridad” vertical que ejercía el Cártel de Juárez sobre La Línea integrada sustancialmente en aquel tiempo por mandos medios y altos de corporaciones policiacas municipales y estatales, y sobre Los Aztecas, aliados de los Carrillo y puestos a prueba incluso en la guerra 2007-2010 frente al Cártel de Sinaloa y sus principales grupos de sicarios Artistas Asesinos (AA) y Mexicles.
Las jerarquías con Carrillo eran claras en todo el estado; la región serrana, el occidente, el noroeste, la ciudad de Chihuahua, y por supuesto Juárez, que estuvo confiado durante mucho tiempo al “JL”.
Hoy Los Aztecas pelean entre sí en los bandos conocidos como “la vieja escuela” de Eduardo Ravelo; y “El 300”, René Gerardo Garza Santana, ahora líder de nuevos Aztecas y de La Línea.
Con Carrillo libre todas las células de todas partes sabían que tenían jefe general; hoy priva la confusión y el desconocimiento aun de los distintos niveles de gobierno sobre las jefaturas arriba de Ravelo y “El 300”.
Tanto la Fiscalía General del Estado como fuentes de la Policía Federal y de la propia Procuraduría General de la República han ofrecido información oficial y extraoficial sobre los “generadores de la violencia” en Juárez que ha detonado la cantidad de ejecuciones a niveles de 2007-2008-2009, pero se han guardado bien la información sobre la actual cabeza del Cártel de Juárez y su papel ante la sangrienta confrontación.
Con esa circunstancia agregada no se ve luz al final del túnel.
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La delegada nacional de Morena en Chihuahua, Ariadna Montiel, protagonizó el único incidente extraordinario registrado en el cierre de campaña que tuvo Andrés Manuel López Obrador el lunes en la capital del estado.
Mujer de carácter firme aunque frecuentemente rayando en lo duro, lo inflexible, se aferró la diputada morenista a impedir que subieran al templete junto con AMLO, Luis Villalobos y Lupita Chávez; el primero coordinador regional de la campaña de Morena; candidata a diputada federal por el quinto distrito con sede en Delicias la segunda.
Fue un episodio emocionante porque al final no llegó la sangre al río. Intervino Marcelo Ebrard para dar paso a ambos.
Villalobos y Lupita se echaron encima toda la garra de la más pejista de los(as) pejistas porque no pudo imponer en Delicias a sus candidatos a la Alcaldía, diputaciones, planilla de regidores etc. Le faltó espíritu olímpico para aceptar la derrota y trabajar de la mano con los ganadores. Debe saber que así es el juego de la política.
Hay más fondo en ese incidente. Esos delicienses vienen apoyados por Marcelo y han hecho equipo con el dos de la fórmula de candidatos morenistas al Senado, Cruz Pérez Cuéllar. Marcelo encabeza lo que se ha dado en llamar “Renacimiento”, que representa un corriente que agarrará vuelo apenas caigan las suficientes actas de escrutinio el domingo 1 de julio que conviertan a López Obrador en presidente de la República... en el caso que así sea, por supuesto.
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La mejor campaña electoral no es siquiera la llevada a cabo en tiempos electorales, es aquella respaldada por un trabajo permanente de los candidatos en todos los sentidos, el personal y el político. Ayer el gobernador Javier Corral por fin aventó un tuitazo dirigido a los panistas chihuahuenses para “llevar a Ricardo Anaya a la Presidencia de la República”.
Anduvo antes el gobernador en Nayarit, San Luis Potosí e inclusive la Ciudad de México. A Chihuahua no lo había tomado en cuenta por razones que no ha explicado y que son desconocidas en términos generales para los simples mortales. Desde luego, los más incómodos con ese desinterés son los candidatos azules chihuahuenses, a los que ni una sola flor les ha enviado Corral.
“En un momento crucial para nuestro país, el gobernador de Chihuahua nos convoca a participar, a ser generosos y valientes e ir en unidad por México para llevar a Ricardo Anaya a la Presidencia”, retuiteó el dirigente nacional del PAN, Damián Zepeda.
Es poca la calidad política de Corral para solicitar de los panistas cualquier apoyo, incluido el presente. Salvo aquellos azules incluidos en la nómina de Gobierno, el resto no ha tenido apoyo institucional partidario ni mediante el recto ejercicio de gobierno.
No hay méritos del gobernador para solicitar apoyo. En el municipio de Chihuahua hay un panismo ciertamente fuerte pero es el panismo duartista que no ha sido ni cercanamente dominado por el corralismo, y fuera de ahí el blanquiazul sufre de inanición cercana a la mortal porque ha sido abandonado por su dirigencia y su gobernador.
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La verdad, la verdad, ni en el comité municipal priista de don Oscar René Nieto Burciaga se acuerdan de sus candidatos al Senado de la República, José Reyes Baeza y su compañera de fórmula, Georgina Zapata. Ya decíamos ayer que al menos el caso de Georgina no tiene apoyo de su central obrera, la CTM, dirigida por su padre, Jorge Doroteo Zapata.
Tenemos en la versión digital de El Diario (diario.mx) foto de la invitación que los líderes municipales enviaron ayer para varios eventos que serán presididos por el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que viene a ‘reforzar’ la campaña de los tricolores.
Uno de los actos es con candidatos: los postulados a la Presidencia Municipal, a diputados federales, a diputados locales, y a síndico. Ni por asomo cita a los nominados al Senado de la República, Reyes y Zapata. Habrá regaño, y ese será para Nieto.
La amonestación no será de su jefe el dirigente estatal, Omar Bazán. Forman parte del mismo equipo. Además Bazán no anda muy contento con Reyes y compañía porque su desarrollo en la campaña ha sido a paso de tortuga especialmente en Juárez. El regaño será de los propios candidatos, que para eso se pintan solos.
La cita en La Cité de “Teto” Murguía será a las cuatro y media de la tarde. Debieron invitar al gobernador, Javier Corral, por los muchos favores recibidos en el 2016 de parte de Gobernación.
Desconocemos si fue ese tema de la visita de Osorio la que congregó ayer en Applebee’s Campos Elíseos a Lilia Merodio, Adriana Terrazas, Adriana Fuentes, Enrique “Quique” Licón e Hiram Hernández pero ahí la pasaron parte de la mañana.