Opinion

Grupos de presión

Sergio Sarmiento

2016-07-25

Ciudad de México– ¿Por qué existen y subsisten los grupos de presión en nuestro país? Porque son muy buen negocio. Antorcha Campesina, Asamblea de Barrios, los 400 Pueblos y los Panchos Villa, entre otros, realizan invasiones y movilizaciones que al final se premian con predios o recursos de los contribuyentes.
La CNTE ha hecho lo mismo durante décadas para obtener poder y privilegios laborales. El grupo que el sábado 23 de julio exigió recursos con una manifestación en San Juan Chamula, Chiapas, y mató al presidente municipal y a otras cuatro personas, ha llevado esta lógica perversa a su máxima expresión.
Estos grupos viven de organizar movilizaciones e invasiones de predios. Exigen al gobierno recursos o que se les escrituren los terrenos o inmuebles que invaden. Cuando obtienen lo que exigen, utilizan sus “utilidades” para financiar nuevas movilizaciones y atraer más “clientes”.
Los apoyos sociales del gobierno deberían entregarse por igual a todos los merecedores sin discriminación, pero las organizaciones de presión se han dado cuenta que si acosan a los gobiernos durante un tiempo suficiente serán el vehículo para la entrega de estos subsidios.
Las recompensas llegan tarde o temprano, como lo estamos viendo en Chimalhuacán. El gobierno de este municipio, encabezado por la antorchista-priista Rosalba Pineda Ramírez, ha obtenido la “donación” de un valioso predio de 200 hectáreas adyacente al nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.
Un artículo del periódico Reforma señalaba que el 21 de julio se realizó una fiesta en la que participó el líder antorchista César Torres para festejar la entrega del predio a Antorcha Campesina. Estrictamente hablando la donación se hizo al municipio, pero los líderes de Antorcha, como los antiguos monarcas, consideran que ellos son Chimalhuacán. Originalmente el Estado de México cedió el terreno al Gobierno federal para propósitos de mitigación ambiental por la construcción del aeropuerto; pero el gobierno de Chimalhuacán, o más bien Antorcha Campesina, piensan usarlo para un politécnico, un centro deportivo y un parque industrial.
Si bien Antorcha es una organización priista, y varios de sus miembros ocupan y han tenido cargos a través del PRI, la organización ha realizado innumerables movilizaciones y bloqueos contra gobiernos priistas, incluido el de Enrique Peña Nieto. Las movilizaciones les permiten obtener las propiedades y el dinero de los que vive un grupo de presión.
Estos grupos se están dando cuenta de que pueden ir más allá de movilizaciones, bloqueos e invasiones. El 23 de agosto el presidente municipal de San Juan Chamula, Domingo López González, y otras cuatro personas fueron asesinadas por personas en una manifestación de un grupo de presión que exigía mayores subsidios gubernamentales. La respuesta del gobierno chiapaneco de Manuel Velasco ha sido establecer una comisión para una mesa de negociación y dar más recursos al grupo que protestaba. El mensaje a las muchas comunidades marginadas de Chiapas es que las protestas violentas y los homicidios son ya un camino para obtener un trato preferencial del gobierno.
Al final es muy triste que los grupos de presión agredan a los ciudadanos para que los gobiernos les entreguen todo lo que piden. Estamos creando un sistema perverso en el que unos extorsionadores se enriquecen cuando los funcionarios los compran subsidiando la agresión a los ciudadanos con dinero de los ciudadanos.

Aterrados
La Concanaco está considerando medidas legales contra los gobiernos que se niegan a aplicar la ley contra la CNTE. La CNDH no se ha atrevido a hacer nada después de la denuncia de la Coparmex contra los funcionarios que permiten los bloqueos. Los distintos órdenes de gobierno están aterrados ante la posibilidad de aplicar la ley.
Twitter: @SergioSarmiento
 

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