Opinion

La Convención Republicana

Sixto Duarte

2016-07-25

La semana pasada se llevó a cabo la Convención Republicana para elegir candidato de ese partido a la Presidencia de los Estados Unidos. La misma tuvo lugar en Cleveland, Ohio, una ciudad manufacturera que ha tenido un declive económico a partir de posturas económicas más afines a los republicanos en un estado de los que la prensa ubica como “swing state”. Esto quiere decir que es un estado que no tiende a ser tradicionalmente demócrata o azul ni tiende a ser tradicionalmente republicano o rojo y que con el resultado electoral ahí obtenido se puede cambiar el resultado de todo el proceso electoral.
Esto se debe al particular sistema electoral norteamericano en donde todos los votos del Colegio Electoral de cada estado se van acumulando a favor de uno u otro candidato sin importar el margen de diferencia por el cual se haya ganado (sea una mínima diferencia o una avalancha a favor de un candidato, salvo Maine y Nebraska). De ahí el interés de ver qué resultado se obtiene en los “swing states”. Los candidatos se enfocan en promover de manera más profunda sus proyectos en estos estados, pues los republicanos consideran tener seguros los votos del Colegio Electoral en Texas y Estados más conservadores y los demócratas los de California, Nueva York y otros Estados más liberales.
Por el lado demócrata, la convención en donde se elegirá a Hillary Clinton como candidata dio inicio a partir de ayer lunes en la ciudad del amor fraternal, Filadelfia, Pensilvania, cuna de la independencia y la constitución norteamericana. Pensilvania ha sido considerado en otras ocasiones como “swing state”, de ahí el interés de llevar la Convención Demócrata.
Dentro de los oradores está el presidente Barack Obama, el vicepresidente Joe Biden, el expresidente Bill Clinton; la estrella del momento, el senador Bernie Sanders, la primera dama Michelle Obama, el vicegobernador de California, Gavin Newsom, entre otros. Ya hablaremos sobre el desarrollo de la misma próximamente.
Cuando un personaje como Donald Trump gana la nominación republicana con la mayor cantidad de votos en un proceso interno, se evidencia la inmadurez política de muchos electores.
Los seguidores de Trump argumentan que no está en contra de la inmigración, sino que está en contra de la inmigración ilegal. Es curioso verlo desde esa perspectiva, ya que habiendo millones de mexicanos residiendo de manera legal en Estados Unidos, muchos de ellos han sido objeto de actos racistas, independientemente de su estatus migratorio.
La discriminación racial en sí es ilegal, pero de esto no se habla, sólo de inmigración ilegal. Esa exigencia de “respeto irrestricto” a la ley no se ve cuando un personaje como Joe Arpaio (quien por cierto fue orador en la Convención Republicana) humilla y veja a inmigrantes y condenados, pues para él son lo mismo. Es esa misma exigencia incongruente al respeto a su derecho de poseer y portar armas, pero sin reconocer los derechos de víctimas de los recurrentes tiroteos que se han dado en Estados Unidos.
Donald Trump ha apelado al “aspiracionismo” de muchos, al decir que, como ha sido un “exitoso” hombre de negocios, entonces puede manejar bien la política norteamericana. Algo así como Vicente Fox en su época. Y digo “exitoso” porque sus empresas han estado en concurso mercantil en varias ocasiones.
Un sector de la población del país más poderoso y rico del planeta ha llegado al punto de elegir como candidato republicano a un personaje que no ha hecho una sola propuesta sólida en toda su campaña más que lanzar epítetos a quienes no están con él, insultar a las minorías, y decir (sin decir cómo) que va a construir un muro entre Estados Unidos y México.
Estados Unidos puede hacer lo que quiere de su lado de la frontera, sin embargo las murallas se utilizaban en la Edad Media (incluso antes) para protegerse de invasiones de bárbaros. Se deben construir más puentes y menos murallas. Algo ha fallado en el sistema educativo cuando personajes populistas como Trump logran tan alta aceptación. Su discurso es alarmante. Pero es más alarmante que según una encuesta de CNN, Trump va a la cabeza de las preferencias.

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