Opinion

'Casa Blanca', Aristegui y otros asuntos

Sergio Conde Varela

2016-07-21

El presidente Enrique Peña Nieto al promulgar las leyes que dan origen al sistema anticorrupción, sofocó a buena parte de los mexicanos incluyendo a los juarenses, al pedir perdón, por la indignación e irritación que causó el affaire de la “Casa Blanca”.
Desde luego que como todos los humanos erramos, aceptó Peña Nieto que ese error “afectó a su familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno” que él encabeza.
Desde luego que el hecho narrado debe seguir el camino que llega hasta la periodista Carmen Aristegui, quien fue la que difundió la información sobre la muy mexicana “Casa Blanca”, a través de su equipo de periodistas comprometidos, que por ese reportaje perdieron su trabajo de muchos años, al igual que la propia Carmen, en una radiodifusora de la capital del país.
Estamos en el tiempo de que las agrupaciones de tundemáquinas, inviten a realizar un homenaje a la periodista, porque son pocos los que desafían al poder público desde las tribunas informativas y este asunto fue emblemático, para una mujer que con el miedo natural del desafío al poder público más elevado del país, cimbró a la opinión pública con su denuncia y aceptó valerosamente las consecuencias que se derivarían de ella.
La más importante fue el despido del grupo por ella dirigido de su centro de labores después de muchos años de trabajo profesional realizado.
No es fácil, ni es superficial, el esfuerzo realizado para que un asunto oscuro fuera revelado por la luz que reflejaron sobre él, este grupo de periodistas.
Hay que subrayar que otras denuncias, por cierto la mayoría de ellas, han sido hechas por mujeres de valentía inaudita y de humildad manifiesta.
Estamos en tiempo oportuno para que el impacto de este acontecimiento sea estímulo para hombres y mujeres que han abandonado la liviandad ética y la ligereza moral como autores brillantes.
No sólo este asunto, sino otros, se reflejan en la opinión pública, como los casos de Quintana Roo, Veracruz y Chihuahua según denuncias hechas por los altos órganos oficiales. También en Chihuahua capital y en nuestra ciudad, se está a la espera de noticias que nos informen de las asignaciones de sumas millonarias a las Mesas de Seguridad, que según las esferas financieras estatales no han cumplido con los requerimientos exigidos al asignárseles dichas sumas.
Por otra parte y con asuntos relacionados con el dinero o morusa, no sabemos por qué organismos electorales les parece mejor imponer sanciones millonarias a campañas de candidatos, que buscar por qué las declaraciones de principios y programas de acción no se ponen en práctica por los institutos políticos. Hay simulaciones lastimosas que afectan más a los procesos político-electorales que los dineros que se manejan en las campañas.
Urge que los órganos electorales perturben a los militantes de los partidos para que salgan de sus posiciones cómodas y busquen lo que quiere la voluntad popular.
Mientras no se discutan los valores que sustentan los partidos y las campañas se establezcan sobre ataques personales de candidatos, es fácil concluir que nuestra democracia está ponchada en verdad y que no será ningún ejemplo válido para las nuevas generaciones.
Todo lo que empezamos a vivir en México en materia política, indica que algo nuevo se siente, se percibe y que los intentos de empezar a hablar de los candidatos independientes es un zafarse de las cuerdas tradicionales que muchas veces han agobiado a nuestra sociedad. Juárez, nuestra tierra, es un ejemplo y así como ella muchas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Urge que se instalen en la conciencia social y política los valores que son los únicos que pueden hacer triunfar a cualquier sociedad. Con ellos no habrá más “Casas Blancas” ni ataques a periodistas que tanto mal han hecho. Vale.

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