Opinion

Negociar la reforma

Sergio Sarmiento

2016-07-14

Ciudad de México- La reforma que no se podía negociar está sobre la mesa. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que había desaparecido del panorama mientras la Coordinadora atacaba la reforma, ha resurgido ahora para exigir cambios en ella. En este caso la Secretaría de Educación Pública sí ha estado a conceder algunas cosas.
La negociación del gobierno con el SNTE de Juan Díaz de la Torre es una forma de sacarle la vuelta a la CNTE. El mensaje del gobierno es que sí está dispuesto a echarse para atrás, pero sólo en ciertos temas y de la forma adecuada. Abrogar la reforma educativa, como pretende la CNTE, es imposible. El mismo Andrés Manuel López Obrador lo sugirió ayer en una entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula: “No se puede derogar. Sería la claudicación del gobierno. No se trata de jugar a las vencidas”. Pero otros cambios sí son posibles.
Díaz de la Torre ha pedido al secretario de educación, Aurelio Nuño, una modificación de las evaluaciones. El contexto de cada lugar debe ser tomado en cuenta. “No se puede evaluar igual a un profesor de la Condesa [que] a uno de la sierra de Chiapas” le dijo a Ezra Shabot de MVS. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación ha respondido que sólo a él le corresponde definir las evaluaciones.
El propio presidente Peña Nieto afirmó ayer que no se está dando “marcha atrás a la reforma”. En todo caso es una “revisión para lograr que sea de una eficiente aplicación”, pero sin dar “marcha atrás a la reforma educativa o alterar el propósito que tiene la reforma”.
En este momento es difícil saber qué tanto se está modificando la reforma. Ésta tiene aspectos constitucionales, pero también detalles prácticos en leyes secundarias. Es difícil cerrar los ojos, sin embargo, a la impresión de que las movilizaciones de la CNTE están logrando revertir por lo menos algunos aspectos de la reforma, aunque el gobierno prefiere hacerlo en una negociación con el SNTE que con la CNTE.
Si es así, hay que tener cuidado de que el precio no sea excesivo. La idea que ha aventurado el presidente del SNTE de aplicar evaluaciones distintas en la Condesa que en la sierra de Chiapas podría parecer razonable, pero tendría consecuencias muy negativas para los más pobres. Las evaluaciones se hacen para saber qué funciona y qué no. Falsear las evaluaciones, o hacerlas más fáciles para los pobres, lejos de ayudarlos los perjudicara. La medida llevará a tener dos sistemas de educación pública: uno con el ya deficiente nivel actual y otro con calidad todavía inferior en los lugares más pobres. Lejos de ayudar a los marginados, esta doble evaluación los condenaría a vivir con una educación de segundo nivel y con una pobreza permanente.
La evaluación es importante para mejorar la calidad de maestros y escuelas, pero no es un fin en sí mismo sino un instrumento. El objetivo real es subir la calidad de la educación para todos, especialmente para los más pobres. Falsear las evaluaciones, o dar evaluaciones menos estrictas a los marginados, sólo condenará a éstos a una peor educación. Lo peor de todo es que esta medida no hará que la CNTE declare una tregua en sus movilizaciones. Para la CNTE cualquier acuerdo con el SNTE es por definición inválido.
Una educación de calidad es la salida de fondo a la pobreza. Eliminar las evaluaciones o falsearlas sólo hará que nos engañemos a nosotros mismos.

Promenade sanglante
La Promenade des Anglais, el Paseo de los Ingleses, la avenida costera de Niza, se llenó ayer de sangre. Por lo menos 73 personas murieron cuando un camión arrolló a quienes festejaban el 14 de julio. Mientras se siga enseñando a algunos que matar a inocentes es la puerta del paraíso, estas muertes absurdas no pararán.
Twitter: @SergioSarmiento
 

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