La Columna

De los reporteros

Se les acabó el tiempo a las administraciones estatal y municipal y no podrán utilizar los recursos del fideicomiso de los puentes internacionales. Esa gestión fue una de las pocas que se concretaron en la mesa de coordinación interinstitucional que se creó desde el 2015 para darle seguimiento a todos los pendientes de Juárez, pero serán los gobiernos entrantes los que vean la consolidación de las obras.
Por más que el alcalde Javier González Mocken apuró a los responsables del fideicomiso a que se bajaran los recursos ¡a la de ya! y empezaran los trabajos por lo menos del plan de pavimentación de calles, ganó la burocracia y la tramitología.
La cesión del control de los puentes y de los recursos que ahí se recaudan, a favor del Estado, se consiguió desde principios de año pero ni siquiera hay en este momento fecha sobre el arranque y conclusión de las primeras obras.
Lo que supieron Los Reporteros es que hubo atorón por un candado que estaban empeñados en hacer valer los representantes de Hacienda federal en el fideicomiso, en relación a que las obras debían ser parte de proyectos “productivos”. Por eso no daban el aval al paquete de pavimentación, que es lo que claman los juarenses por el deficiente estado de las calles y los problemas de conectividad.
Como quiera que sea ayer se dejó ver el presidente del organismo, el exrepresentante del gobernador César Duarte y expresidente de la JMAS, Carlos Bernardo Silveyra, para decir que ya fueron aprobadas tres obras: un paquete de 30 calles, adecuaciones viales para la segunda ruta troncal del ViveBús y el Centro de Investigación de Tecnologías Avanzadas. Sin embargo no hay claridad en la fecha para lanzar la licitación de las obras. Sólo asegura el funcionario que serán empezadas este año. Tanto Estado como Municipio terminan gestión en octubre por lo que ya tocará la ejecución y vigilancia del paquete de proyectos a las administraciones entrantes.
La permanencia del propio Silveyra al frente del fideicomiso está en duda.  La conformación total del organismo y la definición de las siguientes obras deberá ser tema para poner sobre la mesa entre Armando Cabada y Javier Corral, alcalde y gobernador electos, respectivamente.

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Quien ha andado muy movido es precisamente el alcalde electo, Armando Cabada. Invitó a su homólogo ganador sin partido en Parral, Alfredo “El Caballo” Lozoya y tuvieron un encuentro muy mediático, al estilo del exconductor de noticias.
Se encontraron en Los Arcos en donde platicaron de sus proyectos en común y se comprometieron a apoyarse cuando asuman sus cargos. Compartirán sus experiencias de éxito o programas más novedosos.
Los dos alcaldes electos dijeron que deben trabajar juntos por todos los originarios de Parral que ahora residen en esta frontera. Cabada, quien recibió de Lozoya su solidaridad contra el recurso de impugnación del PRI, ya recibió la invitación para asistir a la próxima Cabalgata Villista en la llamada capital del mundo.

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Alcalde entrante y alcalde saliente compiten con sus agendas apretadas y múltiples gestiones. Javier González Mocken atendió ayer invitación del gobernador para un evento en la capital del estado pero aprovecharía el viaje para entrevistarse con personal de la Secretaría de Hacienda estatal, en donde siguen atorados recursos para esta frontera.
Esta misma semana, González Mocken va para la Ciudad de México con dos pendientes: la gestión a favor de los loteros para abrir más la importación de autos usados y la queja que llevará hasta la Suprema Corte en contra del juez federal que aquí le ha dado trato de privilegio a la empresa OMA, la concesionaria del aeropuerto que se amparó para seguir cobrando por el uso de estacionamiento.

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Donde estuvieron ayer muy ocupados fue en la Asamblea Municipal Electoral. En el edificio que ya prepara su cierre trabajó el equipo que encabeza Eduardo Borunda en sellar bien con cinta adhesiva los 1,935 paquetes electorales que se recibieron el 5 de junio después de la jornada de votaciones.
Llegó un oficio en que les pidieron alistar el material y esperar a que sesione en Chihuahua el Consejo del Instituto Estatal Electoral (IEE) para que defina los protocolos de envío y resguardo.
A ver qué decide el Consejo porque también se supo que el PRI presentó un recurso para que los paquetes no se muevan de Juárez.
El 30 de junio se vence el contrato de renta y las contrataciones del personal administrativo y de sistemas que todavía opera en la Asamblea Municipal, por lo que también está pendiente que en Chihuahua definan si se prolonga o no un mes más la permanencia de los funcionarios en ese lugar.

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Los trabajos de transición ocupan las agendas por todas partes del estado. Ayer en la capital el equipo de transición nombrado por la presidenta municipal electa, Maru Campos, entregó oficio a la Administración de Javier Garfio para dar inicio con el proceso de entrega-recepción.
Llama la atención que son dos personajes que han tenido vínculos con Juárez quienes son clave en ese equipo de la panista ganadora de la elección del 5 de junio.
El coordinador general de la recepción es Arturo García Portillo, un panista que hizo carrera en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) donde llegó a ser secretario de elecciones y secretario general pero empezó en esta frontera como funcionario de segundo nivel en Gobernación (cuando Manuel Espino era el jefe de la oficina estatal en Juárez, al inicio del sexenio barrista) y en Comunicación Social del Municipio (durante parte de la gestión de Francisco Villarreal). Como parte del equipo de los llamados “dhiacos” fue también secretario general del Comité Municipal del PAN y secretario general del Comité Directivo Estatal, antes de irse a la Ciudad de México. Por todos los conectes que hizo en el centro del país se colocó como diputado federal plurinominal y luego regresó a Chihuahua capital con una firma de consultoría política y marketing por medio de la cual se vinculó a la campaña de Maru Campos.
El otro personaje es César Jáuregui Moreno, que aquí fue secretario del Ayuntamiento y candidato a alcalde en 2010, cuando perdió ante ‘Teto’ Murguía. Al ya dos veces diputado local le tocó coordinar la fracción de la que Maru Campos fue parte en la actual Legislatura y pinta para ser secretario del Ayuntamiento. Si obtiene ese nombramiento haría historia al repetir cargo en tres ciudades distintas, ya que también fue secretario del Ayuntamiento en Delicias, con Mario Mata.
Por lo pronto a Jáuregui, Maru Campos le encargó el área política. O sea que tendrá a su cargo la entrega-recepción de la Secretaría del Ayuntamiento, Transparencia, Cabildo y Despacho del alcalde.

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Fernando Baeza hará un paréntesis en su agenda diplomática y Reyes Baeza pondrá pausa parcial a los asuntos del ISSSTE, para atender prioridades de política doméstica. Básicamente vienen a recobrar el espacio perdido en los últimos seis años y como primer asalto buscarán la dirigencia del PRI.
Convocaron a los suyos a una comida el 2 de julio en el rancho del embajador Baeza en Meoqui, lo que sería su acto de bienvenida, es decir, el mismo mensaje que han mandado durante décadas cada que pretenden hacerse notar.
La primera señal de que están de vuelta la envió Reyes Baeza por adelantado, con Sergio Granados como nuevo delegado del ISSSTE, nombramiento que de acuerdo con tricolores de la capital, hizo sin consultar a César Duarte.
Si el tradicional “Grupo Delicias” va en serio tras el PRI, necesitan pensar en un candidato a presidente fresco, cuyo activismo partidista ofrezca una visión opuesta al priismo de los últimos años, con oficio de partido, reconocimiento en la clase política y experiencia electoral. Pero sobre todo, el nuevo presidente del PRI debe tener amplia base social, reconocimiento y mínima aceptación entre los ciudadanos sin partido, es decir, los electores que, está demostrado desde el domingo 5, definen el rumbo de una elección.
Si deciden jugar a la política tradicional, resolviendo en pactos de la trastienda, acuerdos de simulada inclusión, ignorando la nueva realidad social, podrían recuperar el partido, sí, también dos o tres delegaciones federales; seguro la coordinación de la famélica bancada tricolor –apenas cinco o seis diputados, de treinta y tres– pero difícilmente el Gobierno en el corto plazo, objetivo de esos tiburones.

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Pero no sólo en el PRI vienen movimientos por la dirigencia partidista. Por reglamentación interna, Mario Vázquez debe preparar ya la entrega de su presidencia para que el 2017 arranque con nueva dirigencia. Ese fue uno de los temas que se puso sobre la mesa en la pasada sesión de la Comisión Permanente del PAN a la que asistió el gobernador electo Javier Corral.
El propio Corral planteó la posibilidad de que no haya elección sino consenso entre grupos para evitar las confrontaciones de siempre. Por lo pronto ya se mencionan como probables, o como interesados, Carlos Reyes, Rocío Reza, Eduardo Fernández y Pepe Luévano.