Sergio Sarmiento
2016-06-27
Ciudad de México– Cada quien su juego y su conveniencia. El presidente Enrique Peña Nieto decidió irse a Canadá, donde no hay bloqueos en las carreteras. Los líderes de la CNTE consideran que han logrado un gran triunfo por haber obligado al gobierno a sentarse en una mesa de negociación que el secretario de educación pública, Aurelio Nuño, les había negado. El secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, encabeza las negociaciones con la CNTE, supongo en mangas de camisa, a sabiendas de que se está jugando la candidatura del PRI a la Presidencia. Andrés Manuel López Obrador ve una invaluable oportunidad política, respalda a la CNTE y exige al gobierno de Peña Nieto que establezca un gabinete de transición, como si ya hubiera triunfado en las elecciones.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos publica un desplegado en el que “ratifica su convicción sobre el valor del diálogo” y reitera su “solidaridad” con los deudos de los fallecidos del 19 de junio. “Manifiesta su preocupación ante las afectaciones que […] se están presentando en las condiciones económicas, sociales y culturales” de los oaxaqueños, pero no condena los bloqueos, ni siquiera se atreve a usar la palabra.
Qué bueno que la CNDH está preocupada, porque para los oaxaqueños lo que está ocurriendo en su estado no es un juego. Ayer, en preparación para la segunda mesa de negociación en Gobernación, los líderes de la CNTE volvieron a ordenar el bloqueo de cruces importantes, como el de Hacienda Blanca y el del aeropuerto, mientras se mantienen otros bloqueos en muchos lugares del estado.
No sé qué acuerdos hayan surgido la mesa de negociación de ayer, si alguno hubo, porque escribo antes que concluya. Los participantes no parecen tener prisa. Tanto esta vez como en la reunión del 23 de junio los líderes de la CNTE han preparado el terreno con maniobras de presión y chantaje, al montar bloqueos que buscan dañar a la población para forzarle la mano al gobierno. Ayer no sólo hubo bloqueos sino también robos de transportes de empresas privadas. Los líderes de la CNTE conocen el principio de la Mafia: “Siempre es mejor negociar con un cadáver sobre la mesa”.
La estrategia está funcionando. Después del fallido intento por desbloquear la autopista Oaxaca-Puebla en Nochixtlán, el 19 de junio, en un operativo que tuvo un saldo de nueve muertos por bala y decenas de heridos, el gobierno simplemente ha preferido cruzarse de brazos. En consecuencia, el desabasto en Oaxaca se hace cada vez mayor. Las empresas privadas están cerrando tiendas. El servicio de transporte está detenido. José Antonio Meade, secretario de desarrollo social, señala que 1,857 tiendas Diconsa que apoyan a las comunidades más marginadas, las que se encuentran en lugares donde no hay otras formas de abastecimiento, no han sido surtidas desde la semana pasada. En esas zonas vive un millón y medio de personas. Los principales problemas de abasto se registran en el Istmo y la Mixteca. Hay 2,500 toneladas de alimento esperando ser distribuidos.
Cada quien su juego. El presidente está en Canadá, el secretario de gobernación organiza mesas de negociación, la CNDH pide a las partes que dialoguen, los líderes de la CNTE buscan poner de rodillas al gobierno federal, López Obrador pide que Peña Nieto ya vaya desalojando Los Pinos.
Los únicos que no tienen un juego son los oaxaqueños. A ellos les toca pagar las facturas de todos los demás.
Dos generaciones
Una generación de políticos de ideologías distintas construyó la democracia española a fines de la década de 1970, con la conciencia que había que ceder para llegar a acuerdos. Hoy, una nueva generación de políticos españoles no puede formar gobierno porque no saben ceder ni forjar acuerdos.
Twitter: @SergioSarmiento