La Columna

De los reporteros

Finalmente, luego de pasadas ya tres semanas de las elecciones, se formalizó por el lado del gobernador electo, Javier Corral Jurado, la comisión de transición y se llevó notificación oficial a Palacio de Gobierno, en la que se pide a César Duarte iniciar “cuanto antes” el proceso de entrega-recepción.
En el equipo van varios juarenses, pero lo llamativo es la inclusión de Alejandra de la Vega Arizpe, quien anda muy movida en el Consejo Coordinador Empresarial y en la Coparmex, de la cual recientemente fue dirigente.
Alejandra es hija de Lupita y Federico de la Vega, el ya fallecido fundador de la cadena de tiendas Del Río y Superette que se convirtió en uno de los hombres de mayor influencia política en la ciudad.
La empresaria juarense es la presidenta del Club Bravos de futbol y estuvo coordinando tanto la llamada Mesa Interinstitucional en la que se revisan los principales proyectos de infraestructura para la ciudad, como la Mesa de Seguridad.
Los otros nombres en el equipo juarense no generan sorpresa alguna porque han estado cerca (o casi siempre cerca) de Corral. Se trata del exgobernador Francisco Barrio, el exalcalde Ramón Galindo y el empresario (dueño de las ferreterías Hágalo) Pablo Cuarón Galindo, quien fue uno de los que en principio estaba apostado con el independiente ‘Chacho’ Barraza pero alcanzó a hacer campaña por el ‘voto útil’.
El resto del equipo es de la capital: el diputado federal y exdirigente nacional del PAN, Gustavo Madero; la exlegisladora Rocío Reza, así como otras figuras panistas como Norma Ramírez Baca y Patricia Terrazas Baca.
Sin embargo, también llama la atención la inclusión de Alma Gómez Caballero, feminista, derechohumanista, fundadora de El Barzón que forma parte de Alianza Ciudadana, la organización que coordina el exdirigente de Morena, Víctor Quintana, y que acompañó al PAN durante la campaña.
Gómez Caballero, maestra normalista jubilada que ya fue diputada local, es la hija mayor de Pablo Gómez, quien junto con el profesor Arturo Gámiz encabezó al grupo guerrillero que el 23 de septiembre de 1965 asaltó el cuartel militar de Madera, Chihuahua. La maestra participó después en el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR), actividades por las cuales fue detenida por la Brigada Blanca y encarcelada en 1973.
A ver ahora qué responden del despacho del gobernador César Duarte. El documento que llevaron el asesor jurídico de Corral, Joel Gallegos y su secretario particular, Pablo Mendoza, fue recibido por el secretario de Gobierno, Mario Trevizo.

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No fue el contacto y la conformación del equipo para la recepción lo único que ayer estuvo vinculado con la transición. También en el Congreso del Estado lo importante de la agenda estuvo relacionado con las finanzas que se heredarán a la nueva gestión estatal.
En período extraordinario el Congreso aprobó una iniciativa del gobernador César Duarte para eliminar un candado legal que recién obligó a las administraciones salientes a pagar la deuda de corto plazo a proveedores, tres meses antes de concluir la gestión. Esa fue la salida alterna que armó el equipo duartista luego de que en el mismo Congreso se echaron abajo, a petición del gobernador electo, las opciones de comprometer más participaciones federales con un esquema de bursatilización o de recurrir a nuevos empréstitos para pagar precisamente a proveedores.
La propuesta tampoco tuvo el aval de los legisladores panistas. Así que hubo seis votos en contra (faltó uno de sus diputados, el suplente del ahora alcalde electo Eliseo Compeán). Pero no hubo mucho conflicto. Priistas, albiazules y chiquipartidos se la llevaron tranquila para no ir a provocar algún incidente lamentable como el de la semana pasada.  Los Reporteros supieron que la bancada azul recibió la instrucción sencilla de votar en contra por parte del equipo corralista y así lo hicieron, fijando posición únicamente por medio de la diputada Paloma Aguirre (suplente de Maru Campos, hoy alcaldesa electa). Tampoco los priistas se desgastaron mucho y defendieron el punto de que no les habían dejado otra salida por medio del presidente de la Comisión de Programación, Presupuesto y Hacienda Pública, el juarense Juan Eleuterio Muñoz (suplente de Toño Andreu, hoy presidente de la JMAS).
La perredista Mónica Guerrero (suplente de Hortensia Aragón, hoy  diputada federal plurinominal) se suponía que se oponía al movimiento tricolor pero a la hora de la votación se desapareció del recinto.

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Por terrenos de la Administración municipal, se dejó ver ayer el exdirector de Evaluación y Planeación, Hesiquio Reyes Castro.
El integrante del famoso clan familiar que siempre ha hecho operación electoral para el PRI, se había ido precisamente a acompañar a Enrique Serrano en las tareas campañeras en su aventura por ser gobernador del estado.
El alcalde en funciones, Javier González Mocken, ya había dicho que lo quería de vuelta en su cargo porque intenta cerrar la Administración jalando la mayor cantidad de recursos posibles de la Federación. Reyes Castro traía los expedientes de los proyectos importantes y por eso se espera que se reintegre de un momento a otro, luego de que tocó base ayer con el oficial mayor, Hugo Venzor.
Por cierto que ahora que González Mocken anda viendo de dónde saca recursos para aplicar los últimos tres meses de la Administración, nada se ha sabido de los ejecutivos de proyectos que tenían esa misión especial, como Juan Carlos Alonso. Tampoco se les ha visto por la Presidencia Municipal.

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Desde hace días está lista la estatua del exgobernador Óscar Flores Sánchez. En el cruce del bulevar que lleva su nombre y la avenida López Mateos, ahí se habilitó un espacio para colocar el monumento que luce semicubierto con material plástico.
Se supone que sería inaugurado en la pasada visita del gobernador César Duarte, que fue el promotor directo del homenaje al exmandatario que también fue senador y procurador general de la República.
El retraso en su develación se da justamente cuando surgieron voces críticas ante la elaboración de su efigie; incluso entre historiadores se debate sobre el papel que tuvo el entonces mandatario (1968-1974) en la llamada “guerra sucia” contra los movimientos sociales. 

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A quien le reconocieron el trabajo realizado en la campaña por la presidencia municipal fue a Juan Carlos Loera de la Rosa. En Consejo Nacional de Morena realizado ayer fue propuesto por Andrés Manuel López Obrador como coordinador estatal con funciones de enlace con el Comité Ejecutivo Nacional.
Ese cargo lo tenía Bertha Luján pero recién acaba de ser electa en la Ciudad de México como parte del Constituyente. Martín Chaparro sigue siendo presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena (donde el propio Loera es secretario general) pero el cargo de coordinador estatal implica un trabajo especial de territorio para articular todos los comités de base en Chihuahua.
Ricardo Monreal en el Estado de México o Layda Sansores en Nayarit son figuras que al mismo tiempo que Juan Carlos fueron propuestas de AMLO ante el Consejo Nacional en la Ciudad de México.

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Más vale tarde que nunca, dijo Fito Torres Medina, cuando le informaron que iría a la Dirección General del Colegio de Bachilleres, una posición para la que su nombre fue mencionado desde el inicio de la presente administración, espacio ocupado entonces por José Luis García.
Junto a Ricardo Mejía Borja, Leonel de la Rosa y otros, Fito pertenece al grupo que ellos mismos llamaron “los pioneros del duartismo”. En el ocaso de la presente administración, el gobernador le reconoce esa condición, lo mismo que hace poco a Mejía Borja, hoy representante de gobierno y anteriormente a Leonel, secretario de Desarrollo Rural.
El caso es que Torres Medina, exrector de la UACH y exalcalde de Chihuahua, fue nombrado ayer en sustitución de Jesús Alonso Duarte, quien había llegado ahí de interino y ayer mismo fue nombrado por el secretario de Educación, Cultura y Deporte, Ricardo Yáñez Herrera, como subsecretario de esa dependencia estatal que tantos cambios ha registrado.

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Por cierto que la grilla por la sucesión en la UACH, está escalando de nivel. Ayer se destapó por el cargo el doctor Alfredo de la Torre Aranda, quien acaba de perder en las elecciones del cinco de junio como candidato a síndico de la capital.
De la Torre se fue duro contra los que deberán dejar el cargo y hasta acusó tráfico de plazas: “La actual administración se ha caracterizado por una administración represiva, intolerante, carente de visión universitaria y ha logrado que nuestra universidad se haya rezagado en la tareas fundamentales de su quehacer. Hoy los directivos se han apoderado de la Universidad como si fuera de su propiedad; se han repartido las plazas de tiempo completo entre familiares, secretarios particulares y han hecho un usufructo impune de los recursos universitarios”.