Opinion

“Nosotros somos a quienes hemos estado esperando”

Juan Carlos Loera de la Rosa

2016-06-26

Nochixtlán, en Oaxaca, se agrega al listado de crímenes de Estado en México. Ayotzinapa 2014;  Tlatlaya, Aguas Blancas, Tlatelolco 68; Jueves de Corpus 71, León, 1945; la guerra sucia de los setentas, y como se ve siempre, se escriben con el rojo de la sangre de mexicanos muertos a manos del Gobierno.
Ya lo mencionó el vicepresidente del Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas Santiago Corcuera, en el uso de la fuerza en Oaxaca, la matanza en Nochixtlán devela un “exceso de excesos gubernamentales”.
Qué aberrante es que para lograr cumplir lo que el Gobierno ha insistido en llamar una –reforma educativa– sea necesario suscribirla con la muerte de quienes apoyan a los maestros disidentes.
Y es que los excesos ya son muchos: el mal trato; la aprehensión de los dirigentes de la sección 22 de la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) Ruben Núñez y Aciel Sibaja días antes de los tristes acontecimientos en Oaxaca, demostrando una justicia expedita e inaudita como no lo ha podido ser en Chihuahua ante las denuncias de corrupción y desvío de recursos contra varios funcionarios del gobierno estatal e incluso contra el gobernador mismo.
También el sistema se excede con el uso infame de algunos medios de comunicación, que tradicionalmente le han hecho el caldo gordo y que a cambio de dinero o de preferencias y posicionamiento han promovido a niveles superlativos las “bondades” de la reforma educativa, mismos medios que hoy minimizan el asunto de los caídos en Nochixtlán porque supuestamente la CNTE los estaría usando como escudos humanos, ya que no eran maestros, sin embargo, no dejan de ser ciudadanos mexicanos, humanos.
Se excede el secretario de Educación Pública Aurelio Nuño cuando a unos cuantos días de la matanza se atreve a decir que “la Reforma Educativa es la más importante de este sexenio por que contó con el consenso de todas las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión”, omitió decir que dicha reforma ni siquiera toma en cuenta la opinión de especialistas en el tema, no hubo en su construcción pedagogos de campo, puros teóricos, no hay consideraciones a los temas de recursos en horas trabajo, tutorías, consejos; administración y gestión para infraestructura adecuadas, formación y actualización de los mismos docentes o de los padres de familia, pero sí la de la OCDE y la de algunos sectores empresariales identificados con la ultra derecha quienes dictaron los puntos sobre las “ies” en la redacción de la reforma, acentuando el sometimiento sobre los maestros, recae en él más trabajo administrativo, la función de formar, la coadministración de un plantel, más lo significativo: formación académica y ética de los estudiantes; por citar lo último y más “penoso”, el Estado los forma en las Normales o en las universidades que proporcionan pedagogía, ¿por qué los “satanizo” diciendo que mal enseñan? ¿Por qué evaluarlos con estándares actuales y de programas contemporáneos si apenas sí los conocen?
Hace apenas cuatro meses durante el Congreso de Investigación Educativa 300 especialistas en el tema concluyeron que la reforma educativa “carece de sustento” y la refutaron subrayando también que los métodos de evaluación son altamente cuestionables, entregando a la SEP un documento que nunca ha sido contestado.
Se excede el sistema al centrar el rezago educativo en los maestros, como si ellos fueran los culpables de que millones de niños vayan mal alimentados a la escuela mermando sus capacidades para aprender, como si los maestros fueran los culpables de que desde hace más de 30 años la inversión en mobiliario en las escuelas es casi nula, que el 48 por ciento de las escuelas no tengan drenaje, el 31 por ciento carezcan de agua, el 12.8 por ciento de sanitarios y el 11.2 no tengan electricidad. Basta consultar el mismo INEGI o revistas de investigación educativa para ver que estos puntos fueron ignorados en la reforma.
Algo en que la guerra mediática da énfasis es las supuestas canonjías de las que gozan los docentes, tratando de generar una especie de “odio” contra los mentores si se comparan las condiciones laborales con las de precaria vida de los obreros, sin embargo, dichos medios, son deshonestos porque no aclaran que quienes se han visto envueltos en la venta y duplicidad de plazas, rifas de Hummers, comisiones altamente pagadas en el gobierno y otra serie de privilegios son los miembros del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) que ha sido uno de las principales comparsas del sistema, no limitándose al tema educativo sino al político, –haciendo pactos– ya que los representantes en las cámaras del Partido Nueva Alianza (PANAL) hacen lo que sus pares del PRI.
Los excesos llegaron hasta la puerta de Palacio de gobierno en Chihuahua donde la protesta a la que convocó Unión Ciudadana fue bien aprovechada pero por el gobernador Duarte que usó la fuerza y coraje de su enemigo para provocar hechos violentos atacando y deteniendo a inocentes, como el caso de Marcelino Gómez Brenner que fue apresado por el simple hecho de documentar la protesta.
El cóctel de protestas en todo el país, los resultados adversos al PRI en las pasadas elecciones y el alto nivel de hartazgo ciudadano nos indica que la generación actual es como lo dijo la poetisa y activista negra June Jordán: “Nosotros somos los que hemos estado esperando”, en referencia a que siempre se llega el tiempo de actuar y como pintan las cosas, aquí, Chihuahua el tiempo de los excesos y de abuso de poder está por fenecer.

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