Opinion

Soga delgada

Sergio Sarmiento

2016-05-25

Ciudad de México– Al final la soga siempre se rompe por lo más delgado y lo delgado siempre son los ciudadanos. Ayer, desde muy temprano, un grupo de policías federales impidió el paso de autobuses de manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en la caseta de cobro de la autopista Toluca-México. Esto llevó al cierre durante horas y en ambos sentidos tanto de la autopista como de la carretera federal.
Cuando no era la policía la que bloqueaba, con sus órdenes de impedir el paso de los maestros, eran éstos los que lo hacían. Las víctimas fueron miles de usuarios que trataban de trasladarse en autos, camiones o autobuses, pero ni activistas ni autoridades se preocupan si los ciudadanos no pueden llegar a sus actividades.
Entiendo que la Secretaría de Educación Pública está defendiendo una reforma educativa muy importante para los niños de nuestro país y que el gobierno de la Ciudad de México quiere evitar bloqueos y manifestaciones en momentos en que la contaminación se ha convertido nuevamente en un problema serio. Lo que no se vale, sin embargo, es que por impedir el paso de un grupo de manifestantes se bloqueen vías de comunicación.
Los grupos que protestan en México recurren con frecuencia a la agresión a los ciudadanos en la forma de bloqueos de calles y carreteras. Piensan que es legítimo afectar a terceros para presionar al gobierno. De hecho, recurren a esta táctica porque funciona, porque ha sido eficaz para generar tratos especiales y recursos a los líderes de las organizaciones. Es muy raro que alguien que participa en un bloqueo sea castigado y en cambio los líderes suelen obtener jugosos premios para levantar plantones.
Con frecuencia son las mismas autoridades las que con el argumento de proteger a los ciudadanos terminan por afectarlos. En la Ciudad de México son muy comunes los llamados "cortes a la circulación" que realizan policías que dañan más a la ciudadanía que las propias manifestaciones y plantones. Estos cortes empiezan mucho antes y se levantan mucho después que las marchas.
Los policías federales que ayer bloquearon la caseta de la autopista de Toluca mostraron el mismo desprecio por los derechos de automovilistas y usuarios del transporte público que usualmente exhiben los manifestantes. Ellos sí tenían derecho de hacer su trabajo y de cumplir sus órdenes, pero los ciudadanos no tienen derecho de llegar a su trabajo o de sus actividades.
A México se lo han repartido grupos políticos de un signo o de otro. Organizaciones que quieren seguir teniendo privilegios especiales, como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, agreden cotidianamente a los ciudadanos. Ayer, por ejemplo, la sección 22 bloqueó los accesos de todos los centros comerciales de la ciudad de Oaxaca. Pero las autoridades piensan también que tienen derecho a tomar medidas contra los ciudadanos, como lo hizo ayer el contingente de policía que para impedir el paso de los maestros bloqueó la autopista Toluca-México. Lo peor es que al final dejaron pasar a los maestros para realizar las manifestaciones que tenían planeadas en la Ciudad de México.
Estos grupos políticos de signos contrarios que afectan sin recato a los demás viven todos de los recursos que los ciudadanos aportan al erario. Piensan que tienen todos los derechos. El ciudadano sólo puede pagar impuestos, callar y obedecer.

Éxito ambiental
Dijo Martín Gutiérrez Lacayo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis en la Comisión Permanente el 24 de mayo que el Hoy no Circula endurecido ha sido un éxito y ha bajado la contaminación. No se entiende entonces por qué después de 14 años sin contingencias hoy las tenemos casi todos los días.
Twitter: @SergioSarmiento
 

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