Opinion

Política ineficaz

Sergio Sarmiento

2016-05-03

Ciudad de México– El primer criterio para aplicar una política pública debe ser su eficacia: debe conseguir los resultados que pretende a un costo razonable. El Hoy no Circula, sin embargo, es un ejemplo de cómo a nuestros políticos les interesa más el procedimiento que los resultados.
El endurecimiento del Hoy no Circula esta primavera no ha resuelto el problema de contaminación de la Ciudad de México. Parecería, incluso, haberlo empeorado. El retiro de cuando menos un millón de vehículos diarios de la circulación no ha llevado a una disminución de la contaminación, ni siquiera, paradójicamente, de los congestionamientos.
He escuchado muchas explicaciones de por qué ha fallado esta política. La principal es que la gente utiliza más taxis y ubers o emplea con mayor intensidad los autos que sí circulan para cumplir con sus responsabilidades. Otra es que los autos privados simplemente no son tan importante en el problema de contaminación como han pretendido las autoridades.
Un boletín del Centro de Ciencias de la Tierra de la UNAM señalaba el 1ro de abril que "la complejidad de [las] reacciones [del ozono] es tal que reducir la actividad vehicular en 20 por ciento puede incrementar el máximo de ozono en 5 por ciento". Héctor G. Riveros del Instituto de Física de la UNAM afirma que el Hoy no Circula ha aumentado la contaminación desde que fue impuesto originalmente y cada vez que se ha endurecido. Luis W. Mochán del Instituto de Ciencias Físicas, también de la UNAM, afirma que Hoy no Circula ha llevado a “una mayor emisión de contaminantes”.
Los patrones cotidianos de contaminación en el valle de México, por otra parte, no coinciden con la circulación de los vehículos. La zona norte, la más contaminada temprano en la mañana, antes que los vientos distribuyan la contaminación por el valle, no se caracteriza por tener más autos, pero sí por su actividad industrial. Las partículas, más peligrosas que el ozono, son emitidas por motores ineficientes de diésel.
Los responsables del Hoy no Circula no parecen ponerse de acuerdo sobre los factores que inciden en el éxito o fracaso del programa. La secretaria del ambiente de la Ciudad de México, Tanya Müller, considera que las marchas y bloqueos no generan contaminación. “Cuando hay una marcha, las personas que se movilizan o utilizan un auto particular ya salieron de su casa. Entonces ése es el origen. Qué sucede en otros países cuando hay un congestionamiento, y eso es una práctica ciudadana, es que se apaga el automóvil”. Supongo que en otros países también hay marchas y plantones todos los días. En cambio, la reportera Yuriria Sierra reportaba en Twitter este 2 de mayo: “Las marchas por el Día del Trabajo generaron altas concentraciones de contaminantes, me dice @martinglacayo”. Se refiere a Martín Gutierrez Lacayo, el abogado que encabeza la Comisión Ambiental de la Megalópolis.
Los congestionamientos tampoco se han reducido. Una vez más el principal problema parece ser el uso de menos vehículos pero con mayor intensidad. La policía realiza operativos para detener a transgresores del Hoy no Circula en busca de dinero, lo cual genera congestionamientos. El gran experimento del Hoy no Circula está demostrando también que son las propias obras del gobierno capitalino –las jardineras de Revolución, el deprimido de Río Mixcoac, el segundo piso del Viaducto Tlalpan– las que generan problemas de circulación.
Las autoridades deberían preocuparse por aplicar políticas públicas que realmente funcionen, en especial cuando tienen costos tan importantes como el Hoy no Circula. Pero nuestra clase burocrática parece interesada en mantenerlas aunque no funcionen y causen daños enormes.

Liberado
Después de 30 años de ocupación el gobierno de la Ciudad de México liberó de ambulantes el paradero de autobuses de Chapultepec. Es un lugar que puede ser atractivo y funcional, un espacio público que no se puede privatizar a cambio de nada.
Twitter: @SergioSarmiento
 

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