Opinion

Arranque

Luis Javier Valero/
Analista político

2016-02-13

No podía ser de otra manera, el arranque de las precampañas –sobre todo de los precandidatos de los dos más importantes en la entidad, PRI y PAN– fue como lo imaginaba la mayoría de quienes le dan seguimiento a los asuntos públicos.
Por supuesto que hubo novedades –siempre las habrá en el curso de las campañas–, la mayor parte derivadas de las estrategias adoptadas por los equipos de campaña, con el fin de mejorar la imagen de los aspirantes, que generalmente tratan de ocultar a la mayoría del electorado las facetas menos atractivos de sus abanderados.
Así, Enrique Serrano, del PRI, aportó las dos novedades: En el acto oficial de arranque –el de los jóvenes, en la sede del Comité Estatal– intentó mostrar otra imagen, la del político jovial y simpático, que ahí, con los suyos tuvo un mediano éxito y deberemos esperar los resultados cuando enfrente al electorado no identificado con el priismo; pero quizá la más importante de esas novedades fue que a las primeras frases de la precampaña se desmarcó del mandatario chihuahuense.
A su vez, Javier Corral, en un durísimo discurso, en Chihuahua, develó a grandes rasgos lo que será el eje de su campaña, una demoledora crítica al gobernador César Duarte, responsable, dijo, de haber llevado a que el “cinismo se enseñoree en Chihuahua” y enfatizó en lo que hasta ahora ha sido el tema central: “Le llegó la hora a César Duarte”, al que promete lo llevará a la cárcel por ser el “corrupto más corruptor en la historia de Chihuahua”.
Ante esas frases, repetición de las que había expresado desde el momento en que se anunció su precandidatura, el gobernador Duarte reaccionó agresivamente: “Yo sólo sé que los hermanos de Corral son narcotraficantes”.
Gravísimo. Quien más se ha ufanado de colocar a Chihuahua en el liderazgo nacional por la implementación del nuevo sistema de justicia penal incrimina, acusa y sentencia en un solo acto a los hermanos de Corral, que no participan de la vida pública y que, sí es cierto, uno de ellos, sí fue acusado y sentenciado, pero que ya compurgó su pena, pero no en el caso del otro, que fue acusado de actividades ilícitas en manejos financieros, pero de ninguna manera en actividades del crimen organizado.
Pero, en todo caso ¿Los hechos de los hermanos del aspirante panista le pueden ser imputados? ¿O el gobernador de Chihuahua sabe de actividades ilícitas de Javier Corral? ¿Por qué no lo denuncia, como es su obligación?
Así, el gobernador Duarte hizo buenos –muy pronto– los pronósticos, acerca de que la postulación de Corral y sus señalamientos lograrían involucrarlo y que se “subiría” a la arena política, con lo que la confrontación no sería solamente con el precandidato Serrano.
Al mandatario le ganó la víscera prontamente y le hizo lanzar frases al vuelo, en las típicas entrevistas banqueteras a que fue tan afecto a lo largo de su gobierno. Ante los primeros señalamientos de Corral respondió cometiendo, por lo menos, una falta a lo establecido en los marcos de la legislación en materia penal.
Esa declaración contradice tajantemente sus afirmaciones previas, especialmente las vertidas con motivo de la presentación de la solicitud de José Luis Barraza para buscar la candidatura independiente. En esa ocasión dijo que “habrá respeto (a los aspirantes)”.
No fue la única intervención del mandatario en el inicio de las precampañas. Ante el motín del penal de Topo Chico, criticó acremente al gobernador neolonés, Jaime Rodríguez (El Bronco), a quien dijo que “Hay que tomar el toro por los cuernos, dejar la publicidad y ponerse a gobernar’’. (Nota de Orlando Chávez Echavarría, El Diario/Chihuahua, 12/II/16).
Pero “El Bronco” lleva, apenas, 4 meses en el gobierno, pero una de las masacres más salvajes ocurridas en el penal de Juárez, con un saldo de 17 muertos ocurrió cuando César Duarte llevaba, ya, ¡9 meses! en el gobierno.
Basta una ojeada a la hemeroteca para darse cuenta que la irrupción de Duarte es estrictamente política-electoral, ya que a mediados del mes de enero del 2011 hubo una fuga de 15 reos del penal de Chihuahua; luego, en marzo, desalojaron el mismo penal de San Guillermo por un motín; en mayo, en el penal de Parral, una riña entre Mexicles y Aztecas produjo un deceso; en ese mismo mes, ante el asesinato de dos reos, en el penal juarense, el entonces alcalde de Juárez, Héctor Murguía, declaró que el penal estaba sobresaturado, y finalmente, en julio, la masacre del penal juarense, precedida de una gran fiesta con la participación de 2 docenas de jovencitas al penal;.
¿Por qué, entonces, montarse en las críticas al gobernador independiente de Nuevo León? ¡Ah, es que los estrategas, en imagen, del Bronco Rodríguez, son quienes la están haciendo para el aspirante a candidato independiente Chacho Barraza, además de que este no oculta su cercanía con el regiomontano.
De este modo –imposible saber si la pretensión de Corral sea esa– la inmediata participación de Duarte obligó –entre otras cosas, seguramente– a desmarcarse tempranamente del ballezano.
Algunos pensábamos que Enrique Serrano sería obligado por la dinámica de la campaña –alrededor del primer mes de la campaña probablemente en la segunda quincena de abril–, nunca pensamos que lo intentara en el mismísimo primer día de la precampaña, al que no mencionó en esos primeros momentos, salvo para expresar claramente que “no necesité hacerle la barba a nadie”, para llegar hasta ese lugar.
No estoy bajo la sombra de Duarte, dice: “Es mi amigo, pero no es cierto lo que dicen, no estoy bajo su amparo ni bajo su sombra”.
Su problema estriba en la credibilidad que alcance en los sectores de votantes no plenamente identificados con el PRI.
¿Será el continuismo sin continuidad?
Compañero del actual gobernador César Duarte durante muchos años, de épocas en las que no todo era coser y cantar, el ahora precandidato único del PRI a la gubernatura de Chihuahua, representa vívidamente la hegemonía ejercida por el grupo gobernante; las viejas formas del aparato de poder del priismo y significa el demoledor triunfo del gobernador César Duarte en la lucha por el poder al interior del PRI.
Vengo desde abajo, dice, y se esfuerza en convencer en ese sentido, para lo cual arguye haber trabajado de “mil usos”, lo que sumado al aspecto anterior, trasluce que se encuentran a la defensiva al inicio de la precampañas, algo que aceptó la presidenta del Comité Estatal, Karina Velázquez, en el acto de arranque, al afirmar que el PRI era “el más partido más cuestionado”, para, a continuación, enmendar lo dicho y asentar que también es el que ha realizado la ruta del progreso de México.
En tanto, enfrente, la euforia fue el principal signo del evento panista, con la presencia del dirigente nacional, Ricardo Anaya. No se trató, como muchos lo piensan, que el panismo haya cerrado filas alrededor de Corral, sólo porque “son políticos” o porque “no les queda de otra”, no, el arranque de Corral mostró a un panismo –por lo menos el presente– por primera ocasión con sonrisas de satisfacción de todos, de todas las corrientes, fruto del reencuentro entre ellos.
El escribiente confirmó que efectivamente el panismo quería un candidato “más echado pa’lante”.
En 20 años de analizar cotidianamente la vida política de la entidad, es la primera vez que se encuentra a un panismo con ese estado de ánimo.
En 1998, la elección interna culminó con las lágrimas de los derrotados, entre ellos las de Hortensia Olivas (la esposa del gobernador Barrio) y las del desaparecido Luis Herrera, a la sazón secretario de Obras Públicas en ese sexenio, quienes lloraban amargamente la derrota de Eduardo Romero, el exsecretario de Gobierno, a manos del exalcalde juarense Ramón Galindo, hoy no fue así, pueden equivocarse los que le apuesten a la sangría del PAN, como fruto de las desavenencias, las habrá, pero no parece ser las del gran conglomerado del blanquiazul, el que, al parecer por las expresiones de los últimos días, añoraba aparecer como una sólida fuerza de oposición.
Falta observar qué tanto influirá en el panismo el nuevo giro del discurso del panista que rescató dos conceptos del excandidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, al llamar a los chihuahuenses a construir un programa de gobierno que tenga como centro el que “en primer lugar por los que menos tienen” y al afirmar que “Sólo el pueblo salva al pueblo”. ¡Vóytelas!

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