Opinion

Oposición desorganizada

Javier Cuéllar/
Analista político

2016-02-06

La ensalada de corte primaveral que nos presenta la víspera de las elecciones, a celebrarse el próximo 5 de junio, parece que no será del tamaño de la esperanza que tiene el pueblo de Chihuahua para que las cosas cambien en el panorama político que prevalece.
Por mucho que un buen segmento de la ciudadanía esté enfadado con la actuación de nuestros actuales políticos y funcionarios, las cosas no cambiarán porque los diversos movimientos de oposición se encuentran totalmente desorganizados, sin un sentido de orden que apunte a la concreción de objetivos concretos.
Tan sólo prevalecen los egos personales. Tal vez debamos esperar hasta las siguientes elecciones para que los movimientos criticones que existen entre el conglomerado ciudadano, se organicen con suficiente tiempo para que luchen cohesionados hacia una meta amalgamada que signifique un cambio verdadero. Ni tan siquiera será un cambio de opresores y explotadores.
En las actuales circunstancias, los comicios de este año únicamente serán el escenario de un desahogo limitado de algunos enojos sociales, como si fueran una válvula de escape de sus muy personales enojos, pero la presión de la olla seguirá creciendo sin posibilidades de encontrar un cauce real ni una solución.
Para ello, sin duda, serán muy útiles las redes sociales donde muchos ciudadanos verterán una serie interminable de insultos más o menos alambicados a los diversos candidatos produciéndoles un pequeño desahogo personal que les dará la ilusión de que ya cumplieron con la patria mexicana, pero ningún remedio efectivo se aportará a la problemática general.
Será una especie de olimpiada de denuestos (injurias) ventilando al sol todo tipo de pecadillos estándar y otros cuantos mortales que nada bueno dejarán a nuestro estado, mucho menos a nuestra ciudad, y donde el PRI, con la mano en la cintura, los derrotará a todos, juntos o de uno por uno, como quieran.
No tienen organización y eso tardará tiempo.

De independientes y de firmas

De acuerdo a los tiempos fijados por las autoridades electorales a los ciudadanos que aspiran a contender para el cargo de presidente municipal y diputados por la vía independiente, el plazo de recolecta de firmas de apoyo inicia este 7 de febrero y concluye el 7 de marzo, pero se han corrido los rumores de que algunos de ellos ya tienen en sus manos sobradamente las cuotas de firmas de respaldo ciudadano que necesitan para ser admitidos como candidatos. Algunos de esos muchachitos, buena letra, ya le avanzaron a la tarea al margen de las disposiciones legales, seguros que este difícil requerimiento ya lo tienen resuelto. Otros apenas comienzan y lo están haciendo muy mal.
El más adelantado parece ser el aspirante a la gubernatura, José Luis, “El Chacho” Barraza, a quien ya le sobran unos cuantos miles de firmas a las 76 mil que las autoridades electorales le pidieron para convertirse en candidato. El viernes dijo tenía más de 82 mil rúbricas de ciudadanos.

Centro de Convenciones

Resulta triste que algunos representantes del sector empresarial se empeñen en exigir a nuestras autoridades la terminación del llamado Centro de Convenciones, cuando se les pregunta qué aportarán ellos a un proyecto que será en su beneficio contesten que nada, que solamente le pedirán al presidente Peña Nieto que lo termine. Se insiste demasiado en esa construcción, cuando nos parece que no es una prioridad. Incluso, algunas voces interesadas han propuesto que los recursos que llegarán de los peajes de los puentes se destinen en parte al Centro de Convenciones, cuando esa lucha debe tener como fin reparar la desvencijada telaraña de calles y avenidas plagadas de baches. Nada más ven un poco de dinero y luego luego van con sus uñotas. Todavía el fondo no agarra ni un centavo y ya lo quieren dilapidar en su provecho. 
Un país es lo que son sus ciudadanos y con esta gente tan egoísta y codiciosa tiene como consecuencia que estemos como estamos.

La fiesta papal

Con la visita a esta ciudad del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, el próximo 17 de febrero, las formas andan un tanto cuanto rebotadas porque la gente del Estado Mayor Presidencial ha causado cierto desasosiego por algunas órdenes contradictorias que se emiten sin cesar.
Esto ocurre porque no solamente se recibirá la visita del Vicario de Cristo, sino que con él coincidirán en nuestra ciudad una buena parte del gabinete federal, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, una docena de gobernadores y un sinfín de altos prelados de la Iglesia de todo el país, sin contar dignatarios extranjeros que acudirán a esa gran fiesta del catolicismo.
Por esas disposiciones giradas “por seguridad” se someterá a los servidores parroquiales y público en general a dimensiones calificadas como sobrehumanas: 12 horas de pie entre las inclemencias del tiempo entre tumultos, sin alimentos ni agua, entre otras otras privaciones más que se han marcado para los eventos masivos, como la misa.
Se da la idea de que esa memorable visita papal a estas tierras será un calvario insufrible que obliga a muchos a pensar que lo mejor sería no asistir al magno evento, ni tan siquiera de lejos. Con lo que comunican y ordenan obligan a pensar que la televisión será tal vez la mejor opción para ver a Francisco. ¡No señor!
Se deben obedecer las indicaciones, respetar a los adutos mayores, niños y personas enfermas que acudan a los actos de Santo Padre.
De acuerdo con lo difundido por autoridades eclesiásticas  y civiles, la mejor forma de ver al Papa será en los diversos puntos de la ruta papal, a través de la valla que se montará por la avenida Tecnológico hasta Heroico Colegio Militar, frente a las antiguas instalaciones de la Feria.
A la misa sólo con boletos, que serán distribuidos desde este día en las parroquias de la ciudad, los otros eventos son exclusivos con diferentes sectores, como obreros y empresarios o reos del Cereso estatal.
De acuerdo a un discurso del Papa Francisco difundido a nivel nacional recientemente, previo a su visita, el pontífice viene a México, en especial a Ciudad Juárez, a cargarse de la fe que existe en nuestro pueblo, que debe ser mucha para soportar tanto sufrimiento, tantas privaciones como las establecidas por el Estado Mayor para los ciudadanos inspirados en la esperanza de que con la sola visión instantánea del Papa podrán salvarse y reconfortar sus almas atormentadas.
Tal vez tenga razón  Hegel cuando nos dijo: “¡bienvenido sea el dolor si es causa de arrepentimiento!”
Quizá para lo que únicamente estemos listos sea para el suplicio.

Derroches en la JMAS

Me parece un tanto cuanto desangelada la irrupción del licenciado Antonio Andreu en la Junta Municipal de Agua y Saneamiento con su política de incrementar los costos del servicio que presta esa dependencia a los adultos mayores por la vía de reducirles los descuentos, porque al final de cuentas esto se ha traducido en un encarecimiento en las facturas.
Las consideraciones que nuestros ciudadanos de la tercera edad merecen tan sólo por su situación de viejos, se erosionan y eso les afecta con una disposiciones que para nada va ayudar, ni tan siquiera en lo más mínimo, a resolver los problemas económicos que padece el organismo del agua.
El problema financiero que tiene la JMAS radica en los altísimos sueldos que inmerecidamente se pagan a todos los empleados y las prestaciones de corte faraónico con que cotidianamente saquean al organismo todos ellos comenzando por su presidente.
“El secreto de la riqueza está más en el gastar que en el ganar”, nos dice Benjamín Franklin, mientras estos niveles salariales se encuentren tan elevados, no habrá dinero que les alcance para cubrir tanto derroche, menos aún si esta dependencia sigue siendo usada como una caja chica con boquete grande del gobierno.
Una buena y sana administración es lo que hace falta en la descentralizada.

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