Sergio Sarmiento
2015-11-18
“No lograrán estas elevadas promesas nada sustancial para detener el calentamiento global”
Bjorn Lomborg
Distrito Federal— Los políticos del mundo tienen el diagnóstico correcto, pero proponen una medicina equivocada. En unos días cientos de ellos se reunirán en París, en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, para hablar sobre un problema real pero con propuestas de solución que no sólo no reducirán el calentamiento sino que multiplicarán la pobreza.
Este 2015 va a ser el año más caliente desde que hay registros internacionales en 1880. La temperatura promedio terminará un grado Celsius por arriba de la era preindustrial. Para quienes piensan que un aumento superior a dos grados será un desastre, ésta es una pésima noticia.
No hay duda que la temperatura de la Tierra está aumentando y el proceso es producto de la actividad humana. Pero los políticos que asistirán a la cumbre de París están más interesados en promover soluciones políticamente correctas, que los hagan ver bien ante los votantes preocupados por el futuro de la humanidad, que en adoptar políticas que funcionen.
En un estudio publicado en Global Policy, el danés Bjorn Lomborg del Copenhaguen Consensus Centre muestra que, aun si se aplicaran todas las medidas del documento Contribuciones Determinadas Previstas a Nivel Nacional de 2020 a 2030 que se pretende firmar en París, el aumento de temperatura mundial sobre el nivel preindustrial sería superior a 4.5 grados Celsius para el 2100. Las políticas de la cumbre de París no bajarían la temperatura sino que mantendrían el aumento 0.05 grados por debajo del que se habría tenido de otra manera. Si esas políticas pudieran aplicarse otros 70 años, desde 2030 hasta el 2100, el aumento sería menor en 0.17 grados, pero se ubicaría de todas formas en 4.5 grados. Cuando vea usted a los políticos en París vanagloriarse de sus acuerdos, recuerde que ni aun si pudieran cumplir todas sus promesas le harían mella al calentamiento global.
Pero aplicar esas políticas con un resultado insignificante en el calentamiento global tendría un costo económico enorme que los políticos no han querido reconocer. El propio Lomborg señala, en un artículo publicado el 16 de noviembre en el Wall Street Journal que los recortes al uso de energía prometidos nada más por Estados Unidos, la Unión Europea, China y México representarían una contracción económica anual de 720 mil millones de dólares. La política que se está planteando para la cumbre climática, en otras palabras, condenaría al mundo a una contracción de casi un siglo de la economía mundial.
Lo anterior sería un triunfo para los activistas que consideran que la economía de mercado es el gran enemigo, pero las consecuencias serían desastrosas, sobre todo para los pobres. Un retroceso así revertiría los avances que han permitido reducir la pobreza extrema en el mundo de 84 por ciento de la población en 1820 a 9.6 por ciento en 2015.
México, señala Lomborg, sería el país más afectado por esta contracción, ya que es la nación pobre que mayores compromisos está ofreciendo para la cumbre climática. El gobierno mexicano se ha comprometido a una reducción de 40 por ciento en las emisiones de gases contaminantes de aquí a 2030. El costo anual se elevaría a 80 mil millones de dólares o 4.5 por ciento del PIB anual para 2030, según un estudio separado citado por Borg. En otras palabras, México sufriría un rápido proceso de empobrecimiento.
La solución no radica en comprometerse a políticas de empobrecimiento radical. Por el contrario, Borg afirma que debe promoverse una inversión mucho mayor en energías alternativas. Para esto se necesita una intervención decidida del gobierno para apoyar la investigación, pero también un mercado libre de energía que permita que los avances de la tecnología se adopten a lo largo y ancho de la economía.
Delta y Aeroméxico
Delta Airlines busca comprar más acciones de Aeroméxico para llevar su participación a 49 por ciento. Lo lógico sería permitirle subir más, para bien de todos, pero la ley no lo permite.
Twitter: @SergioSarmiento