Opinion

En Eco 2000 imperó la intransigencia

Miriam A. Ornelas

2015-11-12

La oscuridad que padecieron por cuatro días los vecinos del fraccionamiento Eco 2000 constituyó un peligro y en otros casos un ataque para la seguridad de ese sector de nuestra población. Fue una agresión a la salud de muchos de ellos debido a que el fluido eléctrico es indispensable para la implementación de varios procesos de salud, de miembros vulnerables de unas 350 familias que viven en ese sector.
El problema de legítima posesión de sus inmuebles que enfrentan esos juarenses se extiende por más de nueve años y no se ve manera de resolverlo. Atrás quedaron ya los entuertos respecto a la legitimidad de sus posesiones, a eso están resignados, pero la dotación de servicios públicos a ese contingente es un asunto que no ha avanzado y se agravó el lunes por el corte general.
Lo cierto es que todo este tiempo los vecinos de Eco 2000 han estado robando la energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad en el más puro estilo del CDP, y hasta ahora, a raíz del apagón, las partes involucradas se pusieron de acuerdo. Los colonos quieren conectarse a la red de suministro de energía regularmente pero la compañía de electricidad quiere que se le paguen esos consumos atrasados y sustraídos, pero ellos, de entrada, no los querían liquidar.
El problema se ha resuelto con sensatez y los usuarios por fin convinieron en liquidar sus pasivos de servicio eléctrico pero razonablemente es previsible que no lo puedan hacer en tres meses sino que requerirán de un plazo más amplio, que de acuerdo con la ley de suministro de energía eléctrica debe ser de hasta dos años. Ese sería un acuerdo viable. En principio ambas posturas se revelaban irreconciliables, una en no pagar y otra en que lo querían todo de un solo golpe, pero es necesario aclarar que ni tan siquiera se ha dado a conocer el monto de los adeudos vencidos ni siquiera una estimación aproximada, que sirva de punto de partida para negociar los pagos que, en mucho, habrán de ser estimativos.
Creo que de alguna manera se dio la intervención del gobernador del Estado para allanar los nudos de un acuerdo y debe proporcionarse a los vecinos un documento de posesión para que acrediten su permanencia en las viviendas en el entorno de una ilegal práctica, lo siguiente será determinar con mesura los adeudos de cada uno de los posesionarios y a partir de ahí, llegar a un acuerdo de pago en parcialidades convenientes y proceder a la celebración de los contratos de suministro para regularizar el servicio de energía eléctrica.
El problema es tripartita, pero todos los involucrados deben aportar prestancia para salvar los escoyos que actualmente impiden el acuerdo haciéndose concesiones mutuas. La intransigencia no es buena consejera.
El problema en el fondo se generó porque la CFE exigía a los habitantes de Eco 2000 un documento legítimo de posesión o propiedad para celebrar los contratos de suministro de energía, el cual era materialmente imposible de conseguir debido a los numerosos problemas que ha padecido ese fraccionamiento desde su inicio y los moradores no han querido dar por perdidos sus enganches y abonos dados a sus créditos de vivienda. Éstos invadieron a la brava y como no podían contratar se colgaron de las líneas generales de energía en forma anárquica.
Ahora parece que ambas partes llegan por fin a un acuerdo práctico y sensato donde por fin les entró el peine a ambas partes y en una perfecta armonía se resuelve el problema ya que por la discordia los problemas pequeños se hacen grandes, mientras que en la armonía se pueden resolver todas las dificultades.
Como quiera que sea tal parece que con este diálogo entra en vías de solución definitiva un problema que afectaba gravemente a nuestra ciudad, que no puede estar insensible al conflicto que padecían estas 350 familias laboriosas de nuestra comunidad. Esperemos que todo siga en buen fin.

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