Opinion

La industria de las candidaturas independientes

Javier Cuéllar

2015-11-03

Nuestros amables lectores deben comprender que hablar de política y hacer predicciones es algo muy difícil por lo incierto de ésta, que algunos llaman ciencia pero que en realidad es un arte. Más en nuestro medio nacional y local donde muchas cosas se mueven fuera de toda lógica y más apegadas al capricho dictatorial de muchas personas y, sin embargo, es nuestra obligación hacerlo aunque algunas veces nos equivoquemos. Tal vez, por más esfuerzo que hagamos, sólo reflejamos en nuestros comentarios el estado que guardan los acontecimientos en un momento determinado y desde cierta óptica, tratando de darles una explicación y, hasta donde sea posible, una orientación. Por esta razón, los actores políticos del momento no deben sentirse excluidos.
Ahora bien, las pasadas elecciones en Colima fueron anuladas por el más alto tribunal electoral del país y este hecho va a tener profundas repercusiones en el estado de Chihuahua y en otras once entidades federativas que el próximo año tienen efervescencia electoral. Las elecciones fueron ganadas, voto por voto, por el PRI, aunque la diferencia fue mínima, de poco más de 500 votos y sin embargo, las elecciones se anularon debido a la intervención innecesaria e ilegal de un alto funcionario del gobierno de ese estado “a favor” del partido tricolor.
Este es un mensaje clarísimo para todos los mapaches por parte del gobierno federal en el sentido de que no se tolerarán intromisiones de este tipo y acciones ilegales y fraudulentas para nadie por lo que los actuales gobernadores y presidentes municipales de todos los estados, que tendrán elecciones, deberán dar instrucciones precisas y tomar las medidas necesarias para que este tipo de actos fraudulentos y delictivos no se generen porque le puede ir mal a su propio partido. Lo que se trata de decir para Chihuahua es que, si de por sí las elecciones van a estar desangeladas por la falta de una oposición política razonable, aunarle a eso un fraude o actividad política ilegal e innecesaria es un abuso incomprensible. Tal vez en eso se diferencia, por ahora, el nuevo PRI del viejo PRI.
Por otro lado ha trascendido que en las próximas elecciones de Colima competirán como aliados el PAN y el PRD, dos partidos ideológicamente antitéticos como el agua y el aceite pero que por ahora se unirán en una especie de contubernio que se explica perfectamente debido a lo cerrado de la pasada victoria del PRI en las urnas (500 votos) que hace muy factible que el PRD le acarree al PAN los votos que le faltan para ganarle al tricolor y pintar de azul, blanco y amarillo ese territorio.
En Chihuahua la oposición política es prácticamente inexistente pero aun así el proceso electoral y la conducta de los funcionarios públicos del PRI estarán inspeccionados bajo lupa por los retazos de oposición que existen, porque esa será la única manera de, ya no ganar la elección, sino anularla, lo cual les daría mucho gusto y sería “un empate con sabor a triunfo.” Pero de gusto no se vive ni mucho menos se engorda…
Luego entonces veo poco probable la alianza del PRD o Morena con el PAN porque tales mancuernas no tienen ningún incentivo similar al de Colima, donde bien pueden ganar la elección. Aquí, a lo más que pueden aspirar es a perder legalmente y eso no compensa el gran esfuerzo físico, mental y económico que debe realizarse para participar en una elección; menos estando las vacas tan flacas como están y los bolsillos tan secos como los tienen. Ningún empresario le va a entrar a una aventura de esas.
Donde puede existir alguna efervescencia es por la ruta de las candidaturas independientes en nuestro estado, soñando con el fenómeno político del Bronco y sin embargo, el primer candidato independiente que tuvimos fue un verdadero fraude y una burla para la ciudadanía. Se gastó más de un millón de pesos en francachelas, tequila y ciertos embalajes por lo que un puñado de individuos vivales y vivillos piensan que valdría la pena enchalecarse un milloncito de pesos en dos meses que durará la campaña, mismos que no lo ganan trabajando en sus empresas ni soñando. Será la nueva industria de las candidaturas independientes a costillas del pueblo. ¡No te acabes México! Por eso algunos ya andan juntando firmas.

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