Impresiones del Informe de Gobierno

Edna Lorena Fuerte

La nota sobre el informe de gobierno del Presidente Municipal de nuestra ciudad parece que poco ha tenido que ver con lo que el munícipe nos ha informado a los ciudadanos, pues la atención del público y de los medios, al final, terminó por centrarse en los mensajes políticos que se lanzaron desde el estrado. Parece que los radares de los vientos políticos andan un poco extraviados con las muchas interpretaciones que se dan a lo que pasó durante este informe del gobierno juarense, pues en su representación, el gobernador del Estado envió a quién desde junio pasado es su coordinador de Políticas Públicas, nada más y nada menos que el ex alcalde Teto Murguía. En este contexto, les comparto un par de impresiones que me han quedado de este evento.

No es de sorprenderse que la presencia del ex munícipe haya levantado cierto revuelo, no sólo por ser quien es sino, sobre todo, por el tono de su mensaje que para muchos se adelantó a los tiempos y no fue visto con muy buenos ojos. Pero más allá de las interpretaciones que se puedan dar a lo que se dijo o no se dijo, o se quiso decir en el estrado del informe, lo cierto es que hay algo que dijo Teto Murguía que, desde nuestra perspectiva, no se puede echar en saco roto. Que el próximo gobernador de nuestro estado sea juarense, quitándole todas las connotaciones que pueda tener de autopromoción o no, es algo que desde estas líneas queremos rescatar y subrayar. Por qué un juarense sería una buena opción para el gobierno de todo el estado, es un tema muy interesante, no sólo desde la perspectiva del escenario político actual o de los personajes que están ahora en la palestra de cara a la sucesión de gobierno.

Nuestra ciudad ha demostrado ser, en muchos sentidos y aun en las etapas más complicadas de nuestra historia reciente, el motor más fuerte de nuestra entidad, la fuerza que ha permitido mantener nuestra economía a flote, como el principal núcleo de contribución tributaria; también como centro de identidad cultural, de dinámica social activa y como puerta al territorio nacional, la importancia estratégica de nuestra ciudad, lo hemos dicho muchas veces, es enorme.

Pero más allá de todo esto, como también hemos dicho de forma recurrente, lo que hace muy grande a Juárez, es el carácter de su gente, la entereza y la disposición al trabajo, la gran generosidad con la que se ha construido nuestra ciudad en muchos aspectos, es producto de las manos trabajadoras, de los hombres y las mujeres que en su día a día hacen competitiva a nuestra ciudad.

Hay mucho que Ciudad Juárez puede aportar al estado, y sin duda un juarense aportaría una visión distinta a la dinámica chihuahuense, trabajando también para que se logre un equilibrio en las políticas públicas que le dé la importancia que tiene para todo el estado nuestra frontera.

Alguien que entienda la dinámica juarense podría empujar a nuestro estado a que vayamos hacia una mayor equidad en la distribución y el desarrollo, a que los juarenses recibamos el reconocimiento que nuestra ciudad se merece, y que sea todo el estado el que se beneficie del florecimiento de su frontera.

En este marco, el mensaje del informe de nuestro gobierno municipal, a pesar del aparente triunfalismo y de insistir en la recuperación y transformación que, como por arte de magia, dicen que ha vivido nuestra ciudad, al final es un mensaje que parece muy simplista, casi podríamos decir vacío, donde las cifras y las acciones de gobierno nos dicen muy poco a los ciudadanos.

Y es que los juarenses esperamos mucho más de nuestros gobiernos, no solamente porque hay una larga lista de rezagos y necesidades incumplidas, sino sobre todo porque la sensación generalizada es que hay mucho más que reconocer a la sociedad en lo que se puede señalar como recuperación real, que han sido los ciudadanos quienes han dado todo por levantar sus negocios y seguir sosteniendo a sus familias aún en las peores condiciones.

También es importante decir que este informe nos dice muy poco porque los juarenses sabemos que podría hacerse mucho más, conocemos el potencial de nuestra ciudad, y hablar de recuperación es muy pobre frente a lo que deberíamos estar buscando: el desarrollo efectivo, el florecimiento de nuestras potencialidades, la búsqueda de nuevos nichos por explorar, es eso lo que esperaríamos de un gobierno para nuestra ciudad.

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