Opinion

¿A la congeladora de escándalos?

Javier Cuéllar/Analista político

2015-10-03

El fatídico y muy lamentable accidente provocado por la imprudencia y la irresponsabilidad de muchas autoridades y ciudadanos en los arrancones –actividad de extrema peligrosidad–, que se organizaron en los Médanos de Samalayuca el domingo pasado, nos ha puesto en la picota del descrédito mundial nuevamente. Como si de nada nos hubiera servido la luctuosa experiencia de las “Trocas Monstruo”, sucedida en octubre de 2013 en la ciudad de Chihuahua, conocido como el AeroShow, y que ha afectado tanto la conciencia popular como la carrera política del exalcalde Marco Adán Quezada.
La indagatoria de la nueva tragedia, ahora en las Dunas, en este municipio, ha sido encomendada a la Fiscalía General del Estado Zona Norte (o del polo norte) a la manera de una congeladora de escándalos según dicen, para su adecuado enfriamiento en estos tiempos donde la efervescencia política se encuentra en plena ebullición. Espero que no sea así.
Pero es que el solitario despido del director de Protección Civil, Fernando Mota Allen, parece ser insuficiente para considerar que el deslinde de responsabilidades se ha dado diligentemente. Bien dicen por ahí que “la cuerda se rompe siempre por lo más delgado”.
Por ejemplo, un recuento de los desastres sucedidos el pasado domingo genera una pestilencia que no puede explicarse fácilmente. Veamos algunos tópicos: a) El evento no fue clandestino puesto que se organizó a la vista de todo el mundo y se publicitó en medios de comunicación de esta comarca, se cobraron cincuenta pesos de entrada por persona y no se expidió boletaje. ¿Dónde estaban las autoridades de Comercio? ¿Cómo se controló la taquilla? ¿Quién autorizó ese cobro? ¿Dónde están los impuestos que gravan ese tipo de recaudaciones? ¿Qué tiene que decir al respecto el señor Ramón Mario López López, director de Comercio?
b) Dicen que el espectáculo público fue a beneficio de una institución de caridad. ¿Cuál? ¿Cuánto se le entregó, quién lo supervisó?
c) Si bien no existió venta directa de bebidas alcohólicas, trascendió que sí se cobró descorche que es lo mismo, 50 pesos por “six” y 200 pesos por botella de tequila o lo que fuera. Todo mundo andaba ebrio y se ha corrido la especie de que también existió consumo de sustancias prohibidas por la Ley General de Salud. ¿Dónde estaban las autoridades de Gobernación estatal y municipal? ¿Dónde estaban las policías municipal, estatal y federal para evitar el narcomenudeo y el consumo público? Los lugareños informaron que toda la gente que acudió al evento traía metido el diablo, ¿cómo se les metió? ¿Con qué? ¡No me contesten! De hecho era tanto el quemadero que debían haber estado ahí hasta los bomberos. Andaba suelto el diablo.
d) Los riesgos y situaciones de peligro y delictivas eran evidentes, si se carecía de permiso el evento debió haber sido clausurado por las autoridades de Seguridad Pública, Vialidad, Protección Civil, Policía Estatal y Policía Federal. ¿Dónde estaban? Nos dicen que muchos dignatarios de alto copete asistieron al evento, ¡pero en calidad de público! Y también con el diablo adentro.
Como se podrá ver, este azufroso evento debe traer la separación, aunque sea “voluntaria”, y la comparecencia de muchas más autoridades y no solamente la de Fernando Mota Allen. Ni la orden de captura debe ser sólo contra el líder ejidal de Villa Luz y del organizador formal del aquelarre apodado “Kochiloko”, pues dicen que muchos choferes y pilotos andaban como placa de tráiler, ¡hasta atrás! ¡Carajo! Antes las cosas no salieron peor.
Tal vez por eso es que Mota Allen y Adán Quezada andan ahora desentrañando el pensamiento de ese famoso escritor polaco, Stanislaw Jerzy Lec, que nos dijo sabiamente: “Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla”.

Al borde del infarto

A quien más afectaron las consecuencias de ese espectáculo endemoniado fue al ánimo de nuestro convaleciente gobernador César Duarte Jáquez, porque dicen que no le cayó muy en gracia que su gobierno siga siendo noticia de escándalo mundial, pero además porque es evidente que su principal precandidato a sucederlo en la silla gubernamental, el alcalde Enrique Serrano, sufrió una abolladura en su campaña que los ajustadores de seguros políticos fácilmente la catalogarían como “Daños Totales”.
Ya nada más falta que en la Fiesta Juárez suceda un accidente para acabar de completar el cuadro. ¿Ya revisaron a fondo todo el procedimiento de los juegos instalados en la feria? ¡Más les vale! porque otra noticia de este tipo no afectará solamente la columna vertebral del gobernador, que por todo esto se aprecia muy torcida, sino que le puede provocar un incidente cardiovascular. De por sí ya trae el estómago y el hígado patas para arriba.
Para acabarla de amolar, los hijos de Lucifer ya andaban organizando otro aquelarre para este domingo pero fue suspendido por órdenes directas del alcalde Enrique Serrano, que no quiere más tragedias extremas en esta comarca y creo que nuestro presidente hizo bien porque a estos señores no se les puede tener confianza, ya que “les pasan la mano y se agarran el pie”.
Los campesinos del Ejido Villa Luz están protestando por ello airadamente pero en su ambición no tienen conciencia de los peligros que implica, para ellos y para todos, la organización de estos eventos de fementido deporte extremo que en realidad son otra cosa, y lo cierto es que ahí, por la lejanía de la ciudad, no se le puede permitir hacer fiestecitas ni a los alumnos del Seminario Conciliar, se van a perder en el infierno. Mejor ahí dejen la cosa en paz. No queremos más renuncias voluntarias.

Aeropuerto y Ferromex: abusos protegidos

Es una verdadera desvergüenza que sean Ferromex y las autoridades del aeropuerto de esta ciudad las entidades que adeudan indolentemente más al Gobierno municipal por concepto del impuesto predial.
Esas dos entidades disfrutan de toda la infraestructura urbana que les proporciona el Municipio de Juárez con cargo a los habitantes fronterizos, sin pagar un solo centavo.
La ley que aplican los jueces de distrito en los amparos que les fueron obsequiados es de esas a las que se refiere Honorato de Balzac cuando nos dijo: “Las leyes son como las telas de araña, a través de las cuales pasan libremente las moscas grandes y quedan enredadas las pequeñas”.
No es justo que seamos todos los juarenses quienes tengamos que pagar las cuentas de la infraestructura y el equipamiento urbano y esas dos empresas nada aporten sirviéndose con el cucharón del menudo de lo que todos pagamos.
¿Ésa es la Constitución que nos protege y ésos son los jueces que la protegen a ella? Pues bonita está la cosa. Para estos jueces de distrito, es inconstitucional que el aeropuerto y Ferromex paguen el impuesto predial y es constitucional para todos nosotros. Como que la cosa no es pareja.

Una extraña sugerencia

Desde que tengo conocimiento jamás se había dado el hecho de que un gobierno se hubiera dirigido a la Cámara de Diputados para solicitarle ¡de favor! que considerara la posibilidad de no aumentar los impuestos de ninguna clase, como lo pidió para el próximo 2016 el secretario de Hacienda Luis Videgaray a los legisladores.
Como si fuera la Cámara de Diputados la que ordena los aumentos y creación de impuestos, como si no fuera harto conocido que esta instancia técnicamente ha sido un sello de mesa del Poder Ejecutivo.
¿Para qué aumentarlos si ya lo hicieron? Lo novedoso sería que los bajaran según lo acotó el señor Gustavo Madero en su comparecencia ante Videgaray, aunque se debe recordar que Madero fue uno de los que en su momento votaron los incrementos fiscales anteriores, ¿por qué ahora se quiere bañar en salud? ¿Será porque dicen que anda en pos de la candidatura de su partido a la gubernatura de Chihuahua?
Lo que llamó la atención fue que, en medio de la protesta que le hicieron los diputados de oposición, sobre todo de Morena y del PAN, con pancartas donde se leyó “¡mientes!”, se dejó escuchar un caluroso y prolongado aplauso que la sugerencia de Luis Videgaray arrancó entre legisladores –que no tendrán que regresar a sus distritos con la cara llena de oprobio por haber sacrificado a sus representados con más impuestos como siempre lo han hecho–.
¿Por qué no les sugirió a los legisladores que se rebajaran sus dietas de engorda a la mitad y que suprimieran las diputaciones plurinominales? ¿Ah, verdad? Es claro que el boquete en los gastos, que han ocasionado las mermas de los ingresos petroleros, no puede ser cubierto con más impuestos sino con menos gasto público y los costos de diputados y senadores son sencillamente estratosféricos e inútiles.
Hace mucho que estamos conscientes de que los impuestos drenan importantes capitales a las empresas, mismos que de otra manera se podrían usar para detonar la producción. ¿Por qué no se crea una cuarta zona especial de desarrollo en la frontera norte al igual que se hizo en el sur de la República?

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