Opinion

¿Siguen tablets el camino de la Enciclomedia?

Leo Zuckermann

2015-10-02

Distrito Federal- El lunes conversamos con el nuevo secretario de Educación Pública. Mi colega Javier Tello le preguntó al secretario de Educación, Aurelio Nuño, sobre las tabletas electrónicas (tablets) que la Secretaría está entregando a los alumnos de quinto año de primaria en las escuelas públicas. Tello citó varios estudios académicos que comprobaban que las tabletas no servían para mejorar la calidad educativa. Nuño respondió prometiendo que se evaluaría este programa para ver qué resultados tiene.

Habrá que esperarlos. Yo, por lo pronto, recordé uno de esos programas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que en su momento fue presumido hasta el cansancio porque supuestamente iba a ser la panacea para resolver los problemas educativos del país, que costó miles de millones de pesos, pero que terminó en un rotundo fracaso. Me refiero a Enciclomedia.

Tuve la oportunidad de estar en una cena con el entonces presidente Fox donde nos lo presumió con bombo y platillo. El guanajuatense, que era un gran vendedor, se explayó en el tema. Era uno de sus programas favoritos. Estaba orgulloso de él y convencido de que nos permitiría dar un gran salto educativo.

La idea sonaba bien. En las aulas, comenzando con los alumnos de quinto y sexto de primaria, se colocaría un pizarrón electrónico donde maestros y alumnos tendrían acceso a una versión digital e interactiva de los libros de texto gratuito de la SEP. El equipo estaría conectado a una computadora con acceso a Internet. De esta forma, los estudiantes aprenderían con un sistema multimedia propio del siglo XXI.

En 2004, el gobierno foxista comenzó a implementar dicho programa después de un tortuoso proceso de licitación de los equipos y el software necesarios. En 2006 llegó el gobierno de Calderón y poco a poco nos fuimos enterando del fiasco de la supuesta panacea educativa de Enciclomedia. No obstante, siguieron invirtiendo recursos públicos en el programa. Hasta 2010 en que la SEP, finalmente, tiró la toalla y anunció el fin de Enciclomedia.

¿Cuánto nos costó este chistecito a los contribuyentes? Es difícil hacer la cuenta final ya que se presupuestaron y erogaron miles de millones de pesos entre su nacimiento y muerte. Recupero, sin embargo, las cifras que en 2009 publicó Emilio Zebadúa, experto en el tema educativo, en un artículo en La Crónica: “Arrancó el 13 de agosto de 2004 en el ciclo escolar 2004-2005, y se instaló en más de 21 mil aulas de 7 mil 211 centros escolares, con una población estudiantil beneficiada de 685 mil 711 alumnos, de los cuales 670 mil 62 correspondían a primaria general y 15 mil 649 a primaria indígena, con un costo de 23 mil 498 millones de pesos —a pagar en cinco años— por la instalación de casi 125 mil equipos multimedia en salones de quinto y sexto grado. En su segunda fase, en los ciclos escolares 2005-2006 y 2006-2007, alcanzó más de 152 mil equipos en escuelas públicas, bibliotecas y centros de maestros. Sin embargo, con el inicio del actual gobierno [se refiere al de Calderón] el ritmo de su expansión y cobertura se redujo inicialmente para después, a partir de decisiones tomadas por la SEP, detener su implementación en secundaria, originalmente programada en el 2007”.

Tomemos, pues, esta cifra de 23 mil 498 millones de pesos como referencia. Se trata, desde luego, de una enorme cantidad de dinero que, ahora sabemos, se malgastó.

Ya durante el sexenio actual del presidente Peña encontraron que uno de sus proveedores privados defraudó al fisco. La Procuraduría Fiscal denunció penalmente “al empresario que proveía diversos bienes y servicios a la SEP durante el programa Enciclomedia, pues detectó malos manejos y fraudes por casi 223 millones de pesos”. El empresario, Ricardo Orrantia, al parecer “alteró registros contables y utilizó datos falsos para disminuir contribuciones fiscales”. Según Milenio, ilegalmente subcontrató empresas de su propiedad para dizque realizar parte del proyecto de Enciclomedia y luego deducir como “gastos no recuperables” los casi 223 millones argumentando que la SEP había determinado concluir el proyecto antes de lo acordado. Se trata de una presunta defraudación fiscal por parte de uno de los contratistas de un proyecto público que terminó en 2010 debido a sus malos resultados.

Una de nuestras labores como columnistas es recordar estas historias para que no se repitan. Ojalá que el reparto de tabletas electrónicas no acabe como Enciclomedia. Por eso es muy importante la evaluación que hará el secretario Nuño de este programa.

Twitter: @leozuckermann

X