La Columna

De Los Reporteros

-A 25 años de haber obtenido su registro, finalmente desapareció el Partido del Trabajo, aunque sus líderes pelearon legalmente con todos los recursos a su alcance para no perder las millonarias tajadas que recibían como prerrogativas

-Que se va, que se va y no se ha ido. Aunque dan por hecho la salida del delegado estatal de la PGR, ayer César Augusto Peniche todavía estaba en sus oficinas, no obstante que trascendió que hoy se anuncia a su sustituto

Tres meses debieron pasar para que el Trife declarase oficial la desaparición del PT, como partido político con registro. Lo importante y bueno para la sociedad es que no hay medios de apelación para revertir la decisión. Qué descanso, y es que sus apetitos económicos los satisficieron a niveles de espanto. Vea usted por qué:

El PT obtuvo su registro en diciembre del 90, desde entonces a la fecha ha recibido, en promedio, un millón de pesos diarios para sus actividades corrientes y de campaña. Durante el 2014, un año no electoral, le asignaron 318 millones de pesos; para el 2015 su presupuesto ascendió a 398 millones.

Ponga un promedio de 350 millones por año y multiplíquelo por los 24 años y medio de su registro, encontrará que esa simple suma aritmética arroja más de 8 mil quinientos millones de pesos, una cantidad inimaginable para cualquier ciudadano del común.

El dinero lo recibió puntual Alberto Anaya, único presidente del PT desde su fundación, sin rendir cuentas de uso y destino a nadie, ni autoridad fiscalizadora, ni electores, ni miembros del partido, a nadie; todo con cargo al contribuyente, dado que los partidos son considerados entes de interés público.

En ese tiempo, Anaya ha sido tres veces diputado federal y dos senador, dato que permite especular con otros números. Arturo Ugalde, ex presidente del IFE, considera que en los primeros 20 meses la Legislatura que acaba de terminar recibió dos mil 142 millones de pesos, como parte de la partida secreta.

Ciérrelo a los tres años con tres mil millones, mil por año. De esa cantidad los coordinadores parlamentarios reciben una tajada proporcional al número de sus legisladores. La parte que correspondió durante los cinco lustros al  PT no fue nada despreciable.

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En Chihuahua la historia es muy similar, ya que durante todo ese tiempo el PT recibió prerrogativas estatales. Por ejemplo, el año pasado el IEE entregó 14 millones al comité estatal de Rubén Aguilar. También en los estados hay partida secreta de los congresos, y los diputados de este partido estiran la mano para recibir su mochada. Localmente Rubén y sus hijos manejan discrecionalmente esos recursos, los del partido y los legislativos ¿Para cuánto le gusta? Pues mínimo dos millones de pesos al mes, en la suma de ambos fondos.

Es, sin exagerar, un escándalo mayúsculo que un partido sin base social, dirigido por un dictador mayor y caciques regionales como Rubén Aguilar, reciban cantidades tan descomunales de recursos públicos, que algunos especialistas calculan en 25 mil millones de pesos, mil por año, sin aplicarle el factor inflacionario, que dispararía la cifra. Por eso Lilia Aguilar y otros dirigentes de este partido pelearon el registro con uñas, dientes, triquiñuelas y mentadas. Sabían lo que perdían.

Además de lo anterior están los moches incuantificables por rentar las siglas durante las alianzas, conceder el voto de sus diputados en situaciones de coyuntura, y desde luego por las dietas “devengadas”. En el caso de Chihuahua, Rubén Aguilar ha sido diputado local tres veces, federal dos; Lilia una federal y dos locales; Rubén, América y Hanoi diputados locales. No tiene nietos mayores de edad, de lo contrario ya los hubiese hecho diputados también a ellos.

Por eso y otras perlas que los políticos de izquierda conocen bien, el coordinador de Morena en San Lázaro ordenó fumigar, literalmente, las antiguas oficinas del PT, ahora designadas a los legisladores de su bancada, argumentando que estaban saturadas de cucarachas, ratas y otros bichos rastreros. Esa fumigada y el hecho de que lo hayan publicado, son un mensaje directo a Anaya, Aguilar y demás caciques petistas: no los quiere ni el mesiánico Peje.

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Fue la propia procuradora General de la República, Arely Gómez, quien a principios de semana informó que removería a los titulares de las 32 delegaciones estatales, y aunque no dijo cuándo lo haría, a partir de entonces Los Reporteros han estado al pendiente de la salida de César Augusto Peniche Espejel y de quién vendrá a sustituirlo.

Hay quienes dentro de esa corporación aseguran que hoy viernes Gómez anunciará a los nuevos delegados, pero no hay información oficial al respecto.

Peniche Espejel duró casi cinco años como delegado en Chihuahua, desde noviembre 3 de 2010. En febrero de 2014 fue comisionado a coordinar un grupo de al menos 30 agentes del Ministerio Público en Michoacán, como parte de las estrategias del Gobierno de la República para contener la escalada de violencia en ese estado. Pero durante el período que desempeñó esa función continuó al frente de la delegación en esta entidad.

A pesar de que ha hecho carrera en esa institución, en donde, entre otros cargos de la administración pública, ha fungido como director general adjunto de Desarrollo Humano en el Centro de Evaluación y Control de Confianza de la PGR, director general adjunto de la Coordinación de Asesores, titular de la Unidad Especializada en Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación o Alteración de Moneda, director general de Delitos Cometidos por Servidores Públicos de la Institución, director de Visitaduría y director general jurídico en Materia de Delitos Electorales, el rumor es que no será reubicado en otro cargo dentro de la corporación, sino que quedará fuera, y no son pocos los que se preguntan por qué razón.

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Ayer fue presentado un Clúster de Turismo Médico y Bienestar en el que, se dijo, participan médicos, hospitales, restaurantes y hasta representantes de gobierno con la finalidad de convertir a Juárez en el centro de atención médica más atractivo de Norteamérica.

Aunque se trata de una noticia muy positiva, el problema es que no quedó claro si se trata ya de un clúster en toda la extensión de la palabra o si se trata de buenas intenciones para crearlo.

Y es que no es tan sencillo generar una organización de ese nivel, se tienen que cumplir una serie de requisitos que, por lo expuesto, dejó abiertas varias interrogantes. ¿Están constituidos ya como una asociación civil? Aparentemente no y es el primer paso a seguir, para poder acceder a recursos públicos, para que los integrantes de la misma aporten cuotas y tener con qué dar forma legal al clúster.

¿Están certificados los prestadores de servicios, médicos, clínicas y hospitales, laboratorios y farmacias para poder ser contemplados por las compañías aseguradoras? Hay que recordar que gran parte de las personas que pudieran venir de Estados Unidos a atenderse en México, atraídos principalmente por los bajos costos, tienen contratadas pólizas de gastos médicos, pero las empresas de seguros exigen certificaciones que garanticen la calidad de los servicios. Éste no es un trámite que se realice de un día para otro y se requiere asesoramiento especializado para realizarlo, ¿lo tienen ya contemplado?

No se trata de ser negativo, sino de ver que las cosas se hagan con seriedad, porque una cosa es hacer un anuncio de algo que no se tiene aterrizado y corre el riesgo de quedar en el simple pronunciamiento, y otra muy diferente es trabajar en el proyecto y presentarlo hasta que ya es un hecho. Y siendo así, estas iniciativas deben recibir el apoyo de todos los integrantes de la comunidad, porque al ponerse en operación se convierten en importantes detonantes de la economía a todos los niveles.